Club "sin novio una vez al mes"|KnB|

Celosos.

Akashi había esperado por este día, deseando que el tiempo pudiera moverse más rápido, desde la semana pasada donde finalmente ambos pudieron confirmar su disponibilidad para reunirse el siguiente fin de semana, desde que Akashi cerro la ventana de Skype luego de que Furihata se despidiera de él con una sonrisa y un "te amo", desde ese momento Akashi solo ansió la llegada de este momento, donde puntualmente llega a la estación del tren quince minutos antes de que el tren de Furihata llegue, ansió ese sentimiento dentro de su pecho, la expectación por ver a su amante, los latidos incontrolables y las mariposas en su estómago cuando finalmente Furihata lo nota, le sonríe y corre hacia él.

No puede decir cuanto ama eso.

Cuanto hace que todo valga la pena solo por este momento y las pocas horas que tiene para estar con su novio; no importa el tiempo que tenga que esperar, no importa el trabajo que tenga que adelantar, no importa si tiene largas noches frente a su computadora y pocas horas de sueño.

Solo para ver la sonrisa de su novio, no en la pantalla de su monitor; para poder tocarlo y sentir la calidez de su piel que desprende un suave aroma a canela y manzana. Poder sostener su mano y besar sus mejillas, su frente, su nariz y sus labios. Escuchar su sonrisa cuando lo hace y sonreír de vuelta cuando Furihata hace lo mismo que él con mejillas ligeramente rojas.

Es natural, piensa Akashi, querer que el tiempo trascurra más de prisa.

Antes de Furihata no lo entendió, ese sentimiento de querer algo tan desesperadamente que es doloroso, antes de Furihata nunca pensó que podría llegar a amar como lo hace.

Nunca creyó ser un hombre que necesito del amor, al menos, no todavía. Nunca creyó que podría tener miedo de que esta felicidad sea momentánea, que algún día le sea arrebatada, por ende, un yo que Akashi no conoció, posesivo y celoso, despertó. Egoístamente, quería encerrar a Furihata en una burbuja de cristal y nunca mostrarlo a nadie más, su precioso e irremplazable amor.

El sonido del tren llegando a la estación despejo la mente de Akashi, una sonrisa reemplazo en los labios de Akashi la preocupación de su corazón. Akashi ama a Furihata y mientras Furihata lo ame de vuelta, nada más importa (Tiene que encerrar a ese egoísta, posesivo y celoso Akashi).

Dio un paso, sin poder quedarse un momento más allí, él quiere ver a su precioso amante.

Cinco minutos más tarde lo encuentra, ese cabello castaño y levemente desordenado, Akashi se ríe, seguramente Furihata no pudo levantarse con la primera alarma de su teléfono, quizás la segunda también fue ignorada y Furihata volvió a dormir, su novio es un amante perezoso y eso es algo que Akashi encuentra adorable, porque cuando se despierta y se da cuenta de que es tarde, termina siendo un desastre.

Un desastre que Akashi ama ordenar.

Está a punto de llamar el nombre de Furihata, y Furihata pudo haberlo notado antes de que llamara su nombre, no obstante, alguien, un extraño tomó su mano y se llevó lejos la atención que le correspondía a Akashi: Su sonrisa, su emoción, su cálida mirada y la sorpresa momentánea antes de correr hacia él y lanzarse a sus brazos.