Pasadas las 2 ya nada es ligero.
Sentí el peso de mis manos
Hundiendo mi pecho de a poco
y cambie de postura.
Pasadas las 2, si acaso llegas,
ya nada es grato.
Ávido de todo, menos de lo que es.
Se cuelga del techo la luna,
amenazante.
Pasadas las 2 ya quisieras no ser,
o ser un poco menos.
Un tanto menos tu,
tal vez.
Escuchas un llanto
¿Otra vez?