Wolfstar Oneshots

If you're lonly

Remus estaba comportándose extraño. Eso debía ser porque ya era un hombre lobo adulto, había cumplido sus 17 años unos días atrás. Pero aún no sabía que cambios tendría en su forma lobuna y estaba muy nervioso por eso.
Pero sus emociones explotaban, podría estar totalmente feliz y de un momento para otro podría estar enojado con todo el mundo.

Y ese era uno de esos momentos. James, Sirius y Peter podían entender muy bien a su amigo, pero había veces que tal vez no podían controlarse y peleaban entre sí. Esa era una de esas veces. Remus se había peleado con todos, con James por ser demasiado creído, con Peter por ser tan lento entendiendo cosas, con sus maestros por enseñar tan aburridamente. Hasta se había peleado con Sirius. Cada vez que le guiñaba el ojo a una chica o le sonreía coquetamente, el licántropo parecía haber llegado al colmo de su paciencia. Remus ni siquiera pensaría molestarse por eso, claro, pero el estaba en una etapa donde no era Remus al 100%.
Y por si fuera poco, se había peleado con su mamá a la que siempre había admirado tanto. Una mujer que supo seguir adelante, aún cuando su marido estuviese muerto y tuviera que cuidar a un hijo como madre soltera. Era una muggel, sin embargo esta sabía mucho sobre magia. Ella era muy amable, una replica de Remus, podría decirse. Había heredado su calma y pensar con cabeza fría en las situaciones que parecían imposibles. Remus jamás podría enojarse con su madre por ninguna razón.
Pero como ya había dicho, en estos momentos, Remus no es Remus al 100%.
Y se había peleado con su madre en las vacaciones de verano.

En un mismo día, se quedó sin hombro para llorar y tuvo que llorar solo en su cuarto donde nadie estaba, ya que estaban todos en clase.
Si, Remus Lupin se había saltado una clase.  Muy extraño, pero en estos momentos el solo estaba sobre su cama en la oscuridad llorando con sus manos enterradas en sus hombros.

Remus noto una franja de luz, alertando que la puerta estaba abriéndose y cuando levantó la vista, ahí se encontraba su amigo Sirius. En su rostro se encontraba una sonrisa triste y se apoyó en el marco de la puerta.

"Que haces aquí?" Preguntó el ojimiel limpiando sus lágrimas con las mangas de su suéter.

"Que haces tu aquí? Deberías estar en clase." Le preguntó el pelinegro en modo de respuesta sin moverse de su lugar.

"Quería estar solo." Murmuro y escondió su cara salada por las lágrimas entre sus rodillas.

Sintió un peso al lado de el en su cama, y cuando volvió a levantar la vista, escuchó:

"Si estas solo puedes estar solo conmigo"