Wolfstar Oneshots

Bien hecho, James!

Este capítulo es Drarry, pero tiene algo que ver con los merodeadores. Si no te gusta el ship, puedes saltarte este OneShot.

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Harry Potter, El niño que vivió, El Salvador del mundo Mágico y muchísimos otros apodos más, llevaba un anillo de casamiento. Un anillo que era idéntico al que llevaba un tal Draco Malfoy.

Así es, el moreno de había casado con Malfoy después de tener un largo romance desde los 14 años, hasta separase por las mismas razones por las cuales muchos habían muerto, hasta que al fin, después de todo, consiguieron su Always.

Lamentablemente, no todos tuvieron el mismo final feliz. Pero esas personas, estarían en un lugar mejor.
¿Quien sabe cuál sea o dónde esté? Pero Harry estaba seguro que las personas que había conocido, las cuales tenían un corazón merecedor de un buen destino después de la muerte, estarían en el lugar correcto para ellos.

Y mientras el y su amado esposo esperaban hasta llegar donde sus seres queridos, iban a recordarlos con amor.

Algunas veces, el amor significa tristeza.

"No creerías si te dijo era cuántas veces mi padre se ha salido con la suya." Dijo Draco mientras el y Harry comían su almuerzo.

"Puedo decir lo mismo. Sirius me había contado algunas historias cuando el y mi padre estaban en Hogwarts." Le aseguró Harry con una sonrisa, recordando la voz nostálgica de su padrino al hablar de su antiguo mejor amigo.

"Ah si? Pues, cuéntame alguna." Respondió Draco con verdadera intriga.

"Bueno. Sirius me contó, que cuando una vez, mi padre estaba intentando conquistar a mi madre, el había creado un plan."

"Que tipo de plan?"

"Un plan digno de los Potter" respondió el moreno riendo. "Un día, James estaba en el campo de Quidditch. Estaban en un partido contra Ravenclaw, era el último partido de todos. Básicamente, el último partido antes de irse de Hogwarts. Mi padre quería impresionar a mi madre. Por supuesto, eso era bastante difícil." Draco rió. "Mi madre leía mucho, muchísimo. Casi tanto como Remus. Y mi padre... bueno, mis padres nunca tuvieron mucho en común.
Aún que, mi padre leyera tan poco como yo lo hago, el se había esforzado mucho esta vez. El se había enterado que Lily estaba obsesionada con el libro La Bella y La Bestia. Por eso el tuvo una idea;
Al terminar el partido, el cual como siempre, había ganado el, se robo la snitch y se fue a cambiarse de ropa. Mi madre aún estaba en las gradas, concentrada en un libro apoyado en su regazo cuando el llegó. Tenía una melena de león, combinaba con una cola del mismo animal. Tenía los cuernos de un toro y las garras de un tigre, sin embargo aún conservaba su forma humana." Draco abrió los ojos incrédulo.
"Básicamente se había vestido como la bestia, en el cuente en el cual mi madre estaba tan obsesionada. Entonces se acercó a mi mamá y se inclinó, apoyándose sobre una rodilla, con el brazo estirado donde se encontraba la snitch. James hizo un movimiento de varita y la snitch se volvió en una rosa roja, justo como la del libro. Después de eso, mi madre nunca volvió a rechazarlo." Harry termino la historia con una sonrisa divertida, que escondía algo de orgullo detrás.

"Jajaja, bien hecho, James!" Río Draco.

Harry paro de sonreír y Malfoy se preocupó por eso.

"Dije algo malo?" Preguntó Draco cuidadosamente.

"No, claro que no. Es solo que..." Harry no termino la oración y se rompió el los brazos de su esposo, el cual aún no entendía la razón de la tristeza del moreno, pero eso seguramente se lo explicaría mas tarde, por eso decidió acoger a su amado entre sus brazos, que alguna vez corto por el odio a su destino que alguna vez creyó imposible de cambiar, pero que ahora había sanado.

Y en la mente del más bajito, se reproducía el momento en el cual su padrino había revivido un recuerdo de su mejor amigo, ósea su padre.

Fue ahí cuando lo realizo; Harry siempre fue un vago remplazo de James para Sirius, tanto como Sirius fue un vago remplazo de James para Harry.