Wolfstar Oneshots

Veinte galeones para Potter

Sirius y Remus habían peleado de nuevo por alguna razón estupida y habían salido de la sala común de Gryffindor, dejando a Peter y a James solos.

Peter se encontraba haciendo sus deberes de pociones, y James se encontraba tirado en su cama, con la excusa de que haría sus tareas más tarde.

"Crees que alguna vez se digan que se gustan?" Pregunto el pelinegro dirigiéndose a Peter.

"Quienes?" Preguntó Peter con su atención aún en su pergamino.

James se sentó de un golpe.

"Remus y Sirius, obviamente" dijo como si fuera lo más obvio del mundo.

Peter dentro su atención en el de anteojos y frunció el ceño.

"Como es eso de que se gustan?" Preguntó incrédulo el más gordito.

"Ay Colagusano." Suspiró James y se tiro sobre su cama. "A veces puedes ser muy ciego, y eso que YO soy el miope" termino negando con la cabeza.

Peter gruño ofendido.
"Si tan inteligente te crees, apostemos." Dijo con una sonrisa desafiante.

James sonrió complacido.

"20 galeones" dijo el más alto despreocupado.

Peter trago con fuerza.
"V-Veinte galeones?" Y James asintió.

"Trato?"

"T-Trató"

Pocos minutos más tarde, los gritos de Sirius y Remus cesaron, lo que hizo que James prestara más atención al ambiente.
De pronto se sintió un golpe contra la pared, como si alguien fuera empujado contra una puerta.
Luego de eso, se escuchó a Sirius decir agitadamente la contraseña para entrar y lo siguiente que se pudo ver fue a...

¿!Remus y Sirius besándose apasionadamente!?

Los dos parecían comerse la boca y Sirius ya le había desabrochado un botón de la camisa de Remus.

James sonrió con los ojos muy abiertos mientras que el pobre Peter los miraba con ojos incrédulos.

Se escuchaban jadeos de los dos hasta que por fin entraron a la habitación de Sirius, cerrando las cortinas bruscamente, aunque aún se escuchaban varios jadeos por parte de los dos.

Entonces James se levantó de su cama y fue hacia Peter, se acomodó los lentes y se sacudió el polvo, todo eso con una sonrisa creída y Peter mirándolo con cara de amargado.

"Entonces... creo que me debes algo" dijo el de anteojos con un aire de superioridad.

Peter gruño y metió su mano en su bolsillo, haciendo escuchar un sonido metálico, y cuando sacó su mano esta estaba llena de monedas doradas, las cuales James agarro con rapidez, sin quitar su cara de "te lo dije".

"Nunca desafíes a un Potter" dijo dándose vuelta, sonriendo porque aún que escuchaban algunos gemidos de Remus y Sirius, lo que hacía que Peter se pusiera rojo como un tomate.