31. ¡Vete!

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31. ¡Vete!



Deja de intentar entenderme, ¡Vete mientras puedas!.




♦Simie ♦



La puerta de madera se veía lejana, tenia la manía de temblar y transpirar mis manos, cuando los nervios me invaden.


Suspiro pesadamente.


No puedo.


¡Maldición!.


Verle las caras una vez que mi boca no pueda dejar de decir las verdades que les oculte todo este tiempo, me destrozaba.


Me destrozaba saber que me tenía que alejar de ellos para no lastimarlos, para que no estén metidos en un asunto que no les incumbe.


Mis ojeras se hacían presente en mío rostro pálido y rosado. Mis labios estaban secos. No tenia la fuerza necesaria para hacer esto.


Una vos.


La vos de aquel chico que tanto me vuelve loca y a la vez estamos tan elevados el uno al otro.


No puedo mirarle, no puedo dejarlo.


一 ¿Simie? 一me llama pero no me doy la vuelta me quedo en el mismo lugar que hace unos minutos. Siento su mirada sobre mi; pero me obligo a no mirarlo.


一 Por favor, dime. ¿Qué te sucede? 一su mano toca mi hombro pero la alejo sintiéndome la peor basura de todas.


Un silencio se instala en el ambiente. Me obligo a moverme aunque no pueda y le miro.


Aquellos ojos grises que tanto me gustan, están apagados y tristes.


一 Vete 一murmuró con la voz rota.


La noche de la verdad© Donde viven las historias. Descúbrelo ahora