La noche de la verdad©

46. Receso.

  

  ㅡ 46. 

No conoces el infierno, no sabes cómo duele, como te inquieta y cómo hacer para soltarlo. 

Simie. 

Había estado platicando todo el camino con Deán de lo que quería hacer en mí vida, me había dedicado a ser una profesional en decorar casas, a la gente le agradaba el resultado y a mí me gustaba ver desde lejos lo feliz que eran. 

Había pensado en tener una vida real y amorosa, con la persona que quisiera estar alado mío y respetar mis desiciones. 

Deán era una de ellas. 

Sin dudas iba a extrañar convivir con Lil pero no todo se puede en esta vida. 

Entramos los dos juntos profesionalmente sin tocarnos, abrazarnos o nada que rompa sus reglas de estudió. Se supone que si la representante sale con el abogado que lleva el caso, estás violando la regla 16; 

"Ningún abogado puede salir con su cliente, será obligado a abandonar el caso por incumplimiento."

Había más personas adentro que afuera del lugar. 

Nos sentamos en la primera fila del lado izquierdo de dónde se sentaría René. 

Lil viene arreglada bastante linda, con sus anteojos negros clásicos de ella.

ㅡ La verdad que esto no me gusta nada Deán, no me puedes separar de mí hermana. ㅡdean sonríe como tonto y yo veo si no ahí nadie escuchando o viéndonos. 

ㅡ Aquí no Lil. No hables de eso. ㅡ miro para todos lados por las dudas, de que nos allá escuchado la persona que menos quisiera ver en estos instantes.

ㅡ La verdad que me ofendes Simie. ㅡ se sienta en su asiento con los brazos cruzados. 

Todas las personas se van sentando en sus butacas, medias gastadas de color vino. Mientras el juez lee unos papeles. 

Mí vista va de el juez a René. 

Aquella mujer no le preocupa nada, ni tampoco parece mostrar ninguna pizca de humanidad, de emoción alguna hacía nosotras o hacía otra persona, que dudo que ame a alguien de verdad. Estaba en su asiento, en la misma posición fría y desafiante como siempre solia ser. 

No me acuerdo de ninguna vez que ella fuera una mujer delicada, tierna y agradable con su familia. Solo me puedo acordar de mí padre, siendo un gran ejemplo para nosotras, siempre salvandonos de ella y sus manos siniestras. 

ㅡ El caso 109 A, folio 20 puede comenzar. ㅡ eso le da el aviso a Deán de ponerse de pie y entregarle los papeles que estuvimos preparando por dos semanas enteras. Deán le dice algunas algunas palabras que no logro escuchar.

ㅡ Su señoría rechace esos papeles, mí representante, tanto como yo, estamos en acuerdo de que no nos avisaron, ni supimos la existencia de esos papeles.  

ㅡ Señor abogado ¿Quiere ocultar evidencia importante? ㅡel juez mira al abogado seriamente mientras esté se pone tieso y nervioso.

ㅡ No su Señoría. ㅡ se sienta de vuelta y René le dice cosas sería que no logro comprender. 

ㅡ Por lo que veo esto queda en evidencia. No voy a ocultar que estoy sorprendido por las cosas que su representada René Jones ha causado. ㅡ niega con la cabeza y mira a Deán. ㅡ ¿Señor abogado de Simie Jones y Lilia Jones,  puede decirnos las causas de lo que hizo la señorita René Jones? 

Deán se para de su asiento, aclarándose la garganta mientras agarra la misma carpeta que le paso al señor  juez Jiménez. 

ㅡ Bueno la señorita René Jones, no solo hirió físicamente a mis representadas sino las acuso de locas encerrandolas en un horfanato por su propia decisión. Diciéndoles a todas las personas que las dos jóvenes tenían problemas mentales.   ㅡ el juez mira de reojo a René, mientras nosotras estamos escuchando atentamente lo que dice Deán. ㅡY si me preguntarán ¿Si estás dos jóvenes podrían matar a su padre? Diría sin ninguna duda, con las manos en el fuego que son inocentes. 

Deán se sienta con la cara roja como tomate mientras su padre mira en un costado toda la discusión disgustado. 

No podría creer que en este momento tan radical, con lo que sucedió con mí familia, el padre de Deán este presente. Y siendo también abogado. Necesariamente no creería que Deán se convirtiera en abogado. 

Le doy una mirada más calmada de todas las que tuve cuando comenzó el juicio. 

ㅡ Por lo que veo en estos papeles René Jones no puede salir de su casa hasta que el juicio vuelva del proceso de receso. Se le condenará cadena domiciliària, con un juez de libertad persiguiendo todos sus pasos. ㅡlevanta el martillo y podemos respirar tranquilas. ㅡ Ah y me olvidaba señorita si intenta hacer algo a estás dos chicas terminará con cadena de muerte. El caso se levanta hasta la vuelta de receso. Gracias a todos por venir. 

(.......)

Sin dudas estaba bastante tranquila con lo que había declarado el juez, pero una parte de mí muy chica sabía que René no se iba a quedar de brazos cruzados con la sentencia. 

¿Esa era toda la justicia que nos podían ofrecer? 

¿Esa cadena servirá para pararla? 

Obviamente que no estaba convencida de que todo fuera tan fácil como lo planteaba el juez. 

Lil estaba de la misma forma que yo, por afuera feliz pero por dentro, queríamos que sufra de la misma forma que nosotras dos.

Ella había destruido nuestras vidas, casi nos mata como a nuestro padre y su castigo era quedarse en su casa.

ㅡ La verdad que dudo que ella se quede en su casa.  ㅡ Lil se saca los lentes y se los limpia mientras sus ojos me miran a mí y a Deán. 

ㅡ Mira el lado positivo Lil. Ella no tiene escapatoria o es cadena perpetua o de muerte.  

ㅡ Aún así quiero que llegue a más.  Díganme inhumana pero ella se merece lo peor. ¿No Simie? ㅡ asiento con la cabeza mientras estoy sumida en mis pensamientos. 

ㅡ Simie ¿Vamos a comer algo?  ㅡ Deán pasa su brazo por mis hombros mientras Lil lo mira con cara de enfado. 

ㅡ Está bien, no puedo creer igual que esté en su casa, tampoco es que somos malas como ella, pero también le deseo lo mismo.  ㅡ digo con un suspiro ahogado en mí garganta. 

ㅡ No pensemos eso en esta noche, chicas. Disfrutemos que estamos juntos. Además tengo una sorpresa para ustedes.  ㅡ deán nos abraza a las dos haciendo que suelte una pequeña sonrisa. 

Lo había extrañado por mucho tiempo, había extrañado esta sensación de sentirme en casa de una vez. 

ㅡ Queda claro que sí se vuelven románticos yo me largo.  

ㅡ Y porque no traes al chico, que estás loquita por él. ㅡ sonrió mientras ella me pega un gran codazo en las costillas. 

ㅡ ¡Que somos solo amigos Simie! 

ㅡ Nosotros también lo éramos.  ㅡ  sonreímos los dos juntos. 

ㅡ Aghs son los dos iguales.