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3.《Exigencias》

Suiryu no sabía que un mínimo error de cálculo inquietara tanto a Sweet, no había visto algo que lo desestabilizara tanto como aquello.

— Swe... Beauto, está bien, lo estás haciendo bien.— Intentaba motivar el moreno, acarició la espalda de su contrario con suavidad, teniendo el objetivo de calmarlo.

—No, aún no es suficiente, a pesar de que trato de organizar mis horarios lo mejor posible, sigo sin poder completar todas mis responsabilidades — Su voz se oía mortificada, casi como si estuviera por colapsar; Suiryu no lo entendía, notaba como día a día Sweet se esforzaba y prácticamente vivía para sus múltiples trabajos.

—Hey, pero son demasiadas, es imposible que hagas todo eso tú solo.— Lo miró a los ojos, lo menos que quería hacer era distraerlo de su trabajo, pero estaba seguro que ese nivel de sobre esfuerzo no era sano.

Sweet suspiró, apartó sus ónices de la laptop, trató de recomponer su compostura y evitar que Suiryu se preocupara de más.— Al parecer estoy descuidando mi carrera y los ejecutivos de la asociación me mencionaron que tengo que cuidar mejor mi puesto, aún tengo varias cosas que...—

Suiryu sostuvo las manos del otro con decisión.— Beauto, qué importa lo que ellos digan, lo único que hacen es exigirte mientras tú lidias con todo ese trabajo— Estaba enojado, cómo era posible que le dijeran eso.

Sweet tampoco lo comprendía, era difícil para él ver las cosas como las veía Suiryu, le hacía dudar de lo que pensaba. Tal vez no era normal casi nunca tener tiempo para él mismo.

— Hay rumores de que mi trabajo de héroe es un engaño. —

—Son sólo rumores, eres la persona más trabajadora que he conocido, te preocupa demasiado lo que piensan los demás— Había dado en el punto clave, notaba el alma de Sweet vibrando a través de su mirada. Aún sostenía sus manos, quería que le dijera, que sintiera que podía confiar en él.

—...No es así sólo que, aún no soy suficiente.— Tal vez había un poco de verdad en sus palabras, pero el oji azul se estaba volviendo realmente diestro en el arte de leer a Sweet.

—Suficiente para quién, Beauto.— Increpó rápidamente, estaba viendo su máscara caerse a pedazos.

Silencio. El peli azul desvió la mirada, no iba a negar que también le gustaría saber la respuesta a esa pregunta.

—¿Ves? ni siquiera estás pensando en ti — Claro que le preocupaba al azabache lo poco que se tenía en cuenta Sweet mismo.

—Te cuidas lo suficiente de salud para que los medios no digan nada y te muestras así de duro para que nadie se preocupe por ti, aún junto a mí sigues evitando mostrar debilidad, deja de fingir... por favor — Soltó suave una de sus manos y llevó su diestra hasta la mejilla del contrario, le acarició y atrajo su mirada a él, se le veía afligido, ya se había rendido al hecho de no poder ocultarle nada a Suiryu.

—Lo que sea con lo que estés lidiando, no lo lidies tú solo.— Era un hecho que Sweet lo único que necesitaba era alguien que lo escuchara, alguien con quién llevar la gran carga emocional con la que había estado lidiando todo ese tiempo, a pesar de que él mismo era consciente de eso, también sabía el desastre que estaba hecho, no quería generar lástima, pues ya había aceptado su destino y mucho menos se permitiría arrastrar a alguien a sus problemas.

A pesar de que ya lo había hecho.