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Las horas transcurrieron con demasiada rapidez para los tres jóvenes, quienes no dejaban de estar ansiosos y nerviosos por lo que estaría cerca de acontecer. Aunque uno de ellos hacía un gran esfuerzo para poder contener la tristeza que invadió su interior de tan solo pensar la idea de que este tal vez signifique el adiós definitivo hacia su amor de la infancia.
Dado a que Eijiro conocía a la perfección a su hermano, no se le hizo nada complicado el notar lo deprimido que se puso en tan poco tiempo, lo cual le causó mucha preocupación. Por ello, mientras esperaban que "Shoto" llegara junto a Katsuki a las afueras del teatro donde se encontraban, decidió establecer una conversación con él.
- Izuku,Izuku...Izu! - Ante ese último grito el peli verde reaccionó, saliendo por fin de su ensimismamiento
- Eh?..perdón - volteó a mirar al peli rojo - ¿qué sucede?
- Eso es lo que te iba a preguntar. Haz estado actuando extraño desde que salimos de la residencia del príncipe Touya y sé que algo te entristece. Lo único que deseo como tu hermano mayor es ayudarte, puedes confiar en mí y decírmelo.
Un largo y triste suspiro escapó de los labios del menor unos segundos antes de responder.
-Es que...él es el príncipe.
-Lo sé, eso lo acabamos de confirmar.
-No, no y no. A eso no me refiero. Quiero decir..y-yo - titubeó antes de continuar- yo era el muchacho, el del palacio, quien abrió la puerta y el que recibió el beso por parte de Shoto - mencionó con un sonrojo en sus mejillas.
El rostro de Eijiro reflejaba mucha sorpresa tras oír esa frase. Había considerado desde un inicio la gran química que existía entre ellos dos a pesar de sus constantes discusiones, pero jamás se le ocurrió que se conocieran desde antes.
- Entonces por ello te encontré en esa habitación y eso quiere decir que a él ha sido a quien haz amado durante todos estos años.
- Sí- cubrió avergonzado su rostro con sus manos - ...y tomé una decisión. Saldré de su vida.
- Pero...por qué? Si tanto lo amas, ¿ por qué lo dejarás?
- Dudo que alguien perteneciente a la realeza desee estar a mi lado. No todos son como Kacchan, a parte ni siquiera sé si aún siente lo mismo por mí.
- ¿Y la promesa que me contaste?
- Eijiro...éramos solo unos niños cuando mencionó eso. Con su pérdida de memoria es probable que lo haya olvidado por completo.
-Eso lo dudo. Deberías darle una oportunidad, poco a poco irá recordando todo o es que acaso no te haz fijado en la manera en como te mira? - el tono de su voz se elevó- no intentes forzarte a dejar de lado lo que sientes, porque no tienes idea de cuanto duele hacerlo.
-Es mejor que no me haga falsas ilusiones. Seguiremos con esto como si no sucediera nada.
