II. ¿Propósito?

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Emma, Norman y Ray se instalaron en un cuarto de hotel juntos, tenía una  cocina, un baño, una sala de estar y dos cuartos con camas enormes, les llamaban 'matrimoniales'. Era impresionante lo cómodo y limpio que se veía todo, sin olvidar lo moderno, la vista de la ciudad era de dejar sin aliento. No hubo mucha charla, Ray cayó agotado en una de las camas, no parecía suficientemente entusiasmado para hablar y estaba terminando de configurar su celular, en cambio Norman parecía bastante concentrado en analizar sus papeles e investigar que era lo que quería hacer.

Emma decidió que quería descansar, así que tomó un baño tan bueno como el del búnker hace ya varios años. Claro que se había aseado y mantenido limpia durante El Gran Viaje, pero el agua caliente y la tina no se comparaban. 

Al estar en la tina se puso a pensar que era lo que quería hacer, pues estaba abrumada por que su estilo de vida cambiara drásticamente a algo completamente nuevo. No quería separarse de sus amigos, les habían explicado que para ganarse la vida al trabajar también uno hace "gastos". Pensaba qué tal vez proponerle a los chicos pagar un departamento juntos no estaría mal, pero tenía que tomar en cuenta que era lo que ellos querían.

Probablemente tampoco querían separarse, pero ser adulto ya era suficientemente difícil, y según lo que les habían explicado, una vez instalados como "mayores de edad" y trabajando su vida sería más tranquila. Había tiempo libre como para aprovechar en hobbies o reuniones familiares, pero se sentía extraño.

Soltó un suspiro, no estaba acostumbrada a pensar en sí misma, en que quería o deseaba, pues desde que tiene memoria se preocupaba solo por el bienestar de los demás, hasta en Grace Field. Quizás no era lo mejor para ella, pero mientras su familia estuviera bien, ella también lo estaría. Pero el problema era que ella ahora no tenía que estar bien porque los demás lo estaban, era la primera vez que tenía que ser egoísta.

Bajó su mirada para observar sus manos, ¿qué quería? lo primero que consideró fué algo tranquilo, algo que la hiciera feliz, algo que disfrutara. Pensó en tener una florería, como las que mencionaron los chicos en su charla, pero considerando que le habían mencionado ser increíblemente inteligente podría hacer algo igual de fácil para ella pero que le generara buen... 'dinero'. Esa cosa de la cual dicen que todos se preocupan.

Le gustaba mucho ayudar a los demás... podría hacer algo alrededor del tema. La ciencia le interesó mucho desde que era pequeña. Escuchó que mencionaron algo sobre los derechos y el respeto a la vida. Quizás podría trabajar en ello. Tomó su celular y entró al buscador, ¿'Google'? se sentía tan inculta. Esto era normal para todos los humanos, que raro, la tecnología era mucho más compleja de lo que imaginaba. 

Según los resultados a eso se le llamaba Bioética. Bioética... quería estudiarla. Para su sorpresa, los temas que explicaban los entendía sin dificultades, significaba que si hacía ciertos exámenes podría obtener un certificado para luego trabajar.

Sonrió, enarcando las cejas, eso quería hacer. 

No tardó mucho en terminar de asearse, escogió unas prendas que habían dejado en el baño para los visitantes, eran sencillas, había de distintos colores, ella eligió una de un color azulado claro. La tela era la cosa más suave y cómoda que había sentido. Una vez terminando de vestirse salió al pasillo, observando los muros del cuarto hasta llegar al cuarto que compartiría con sus amigos. 

—Emma.— Norman la saludó y al hacerlo su mirada se suavizó, pero continuó hablando ya que parecía que tenía algo importante que comentar. —Oye, Ray y yo compartiremos cuarto, ya sabes, para que estés más cómoda y tengas privacidad.— Emma inclinó un poco su cabeza al lado derecho, durante el viaje habían dormido los tres juntos, tal vez no en la misma cama, pero... ¿cuál era la diferencia? Probablemente era el hecho de que un chico durmiera a lado de una chica que no era su pareja puede ser inapropiado, o ¿era por interés propio? ¿acaso se sentiría incómodo alguno de los dos el estar tan cerca de ella solos? Soltó un suspiro, seguramente era alguna de esas dos razones, pero no le daría más vueltas al tema.

—Si. Claro, los veré en la mañana, podemos preparar algo para desayunar juntos y, hablar sobre que prosigue.— Norman asintió, sonriendo calidamente. Ray levantó la mirada para poder hablar. —Descansa, Emma.— Ella lo miró y asintió. —Descansen chicos.— 

Caminó de vuelta a su cuarto, cerrando la puerta detrás de su espalda. al sentarse en la cama y revisar su celular vió un mensaje por parte de Gilda, le había deseado las buenas noches, pero había una pregunta en su texto que la había intrigado y metido a pensar. '¿Hay algo entre alguno de los chicos y tu?' 

Se recostó en la cama, apagando el celular y pensando a fondo en la pregunta de su amiga.  Ella sabía que Norman tenía sentimientos por ella, pero ella nunca los correspondió de manera romántica. En cuanto a Ray... el y ella habían tenido algunos encuentros sexuales desde el búnker. Pero decidieron no volver a hablar del tema, y cuando Norman regresó las cosas se apresuraron demasiado como para que pudieran repetir algo así.

Pero su relación con Ray no había sido solo atracción física, pues le tenía toda la confianza y hoy en día es lo mismo en ese sentido. Él siempre estaba ahí cuando ella lo necesitaba, y la había guiado y ayudado a salir adelante. Fue su soporte y su apoyo, realmente tenían una conexión que no se podía ignorar. 

¿Qué era lo que sentía por Ray? No podía decir que eran solo amigos, pero ni siquiera sabía si el todavía se sentía atraído a ella. Lo mejor sería hablarlo con el, pero seguía sintiéndose extraña al mencionar el tema... sin agregar que no sabía que era lo que quería hacer Ray en el futuro. 

Cerró sus ojos, poniendo su mano en su vientre, recordar esos sentimientos que había considerado y olvidado  había causado que se avivaran. Sentía una calidez en su pecho y mariposas en el estomago. Exhaló un poco agitada, recordar una cosa llevó a recordar otra... ella y Ray habían hecho algo que le resultaba difícil olvidar.

El recordar tener a Ray encima suyo con esa intensa mirada la ponía tan nerviosa como si lo estuviera viviendo. Habían pasado 4 años desde la última vez que pudo procurar sus intereses o deseos corporales... por más alerta que estuviera su cuerpo le rogaba ceder sólo una vez más. 

Su mano se deslizó entre sus pechos y bajó de nuevo a su vientre, poco a poco bajando hasta su entrepierna para presionar de manera dudosa sobre la prenda de ropa. Exhaló de nuevo temblorosamente, imaginándose como Ray la había tocado.  

Abrió un poco sus piernas, y decidió meter su mano en el pantalón de la pijama para poder tocarse de manera cómoda. Al hacerlo fue bastante gentil, pues estaba muy sensible de tanto tiempo de no haber explorado su cuerpo. Al mover sus manos en circulos su respiración se volvió errática. 

El recordar como el cuerpo de Ray se había presionado contra el suyo en contra de la pared causó que se le hiciera un nudo en el estómago. Podía recordar perfectamente el sentir de su erección contra sí misma. Sus labios la habían besado como nunca, decidiendo ser un poco más dominante que ella. 

Mordió sus labios para reprimir un gemido, había llegado a su orgasmo pero no quería que los chicos se enteraran de lo que hacía por nada del mundo. Quitó su mano y respiro poco a poco para recuperar su aliento normal. Apretó las piernas y suspiró. —...— Se acurrucó de lado, no podía dejar de pensar en él, en todo sobre él...

Pronto el sueño la obligó a dormir, ella cayó como bebé en un sueño profundo.

複雑な感情 // Sentimientos Encontrados // rayemmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora