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IV. Depresión de Verano.

El día siguiente fue relativamente movido, Gilda y Emma hablaron sobre diferentes temas mientras fueron a escoger ropa nueva para Emma. Emma se sorprendió bastante ya que Gilda pagó por todo en forma de regalo. Todo pasó muy rápidamente, pues el conocer la ciudad y los centros comerciales la dejaron sin aliento. Todavía le quedaba mucho más por conocer de la vida urbana pero las horas no le alcanzaban, probablemente en un año se acostumbraría.

Varios días más tranquilos después, cuando cayó la noche pudo escribirse con Ray brevemente, al parecer los chicos habían estado muy ocupados y algo distanciados por los trámites de Norman. 

Emma suspiró, Norman tampoco respondía enseguida, él parecía estar muy atareado. Mañana tendría sus exámenes, estaba algo nerviosa a pesar de saber los temas y haberlos estudiado los días anteriores. Sentía que algo atravesaba su pecho, se moría de ganas de ver a sus amigos, y aunque sabía que faltaban unas cuantas semanas para que pudieran comenzar a buscar departamentos de manera tranquila, no podía evitar sentir que fue separada de manera abrupta de ellos. 

Sabía que tenía que aguantar, que las cosas no eran negativas pero se sentía perdida. Todo era tan nuevo, y el tiempo corría rápido, no tenía un ritmo exacto para adaptarse y estaba asombrada con lo maravillosa que era la vida urbana, con los logros de sus hermanos y todas las cosas que podía hacer, y ella misma seguía diciéndose a si misma que todo iba a estar bien, que una vez instalada las cosas serían más fáciles. Pero dolía.

La pelirroja comenzó a llorar silenciosamente, las lágrimas que había estado guardando salieron como corrientes, deslizándose por sus cachetes y escurriendo. Se limpió con las mangas de su pijama, intentando respirar bien de nuevo, pero el nudo en su garganta la hacía llorar de nuevo. 

Unos minutos después logró tranquilizarse, quedando dormida con el pensamiento de que todo estaría bien. 

La mañana siguiente se despertó temprano para tomar un baño y poder desayunar con Phil antes de que se fuera a la escuela. Gilda llevó a Emma a la universidad para los exámenes antes de irse a su trabajo. Al estar ahí se sintió más tranquila, pues era la única en hacer los exámenes y le dieron 3 horas. El primer examen fue teórico, tardó un poco más de lo que creía que iba a tardar, pero se concentró lo suficiente y revisó sus respuestas detenidamente.

El segundo examen fue práctico, en cuanto a su especialidad. Fue mucho de analizar situaciones y de aplicar los documentos de Derechos del paciente y Responsabilidad del médico. No tardó tanto, y la inspiró más a responder ya que sabía perfectamente como se tenía que aplicar la información que había obtenido.

Esa tarde salió a comer con Gilda Don y Phil para celebrar, platicaron de muchas cosas y pudo distraerse y divertirse por un buen rato. Regresaron a casa un poco tarde para un horario entre semana, pero se disfrutó bastante.

Esa noche habló por llamada con Ray, al parecer habían sucedido algunos conflictos entre él y Norman. Se sintió extremadamente culpable por no poder haber estado ahí para sus amigos, pero Ray se dio cuenta de esto y le explicó la situación, que no debería sentir responsabilidad por aquello, y que hablarían él y Norman de manera madura para arreglarlo.

No pudieron discutir mucho sobre el encuentro que habían tenido en la última reunión, pues las responsabilidades les consumían el tiempo y la energía. 

Las próximas semanas fueron más animadas, la universidad aprobó a Emma dándole sus títulos y ella por fin comenzó a aplicar para algunos puestos en diversas organizaciones, lo cual fue motivo para una gran fiesta. Hubo de nuevo una comida, en la cual pudo ver a Norman y a Ray de nuevo.