Capítulo 3

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Un destello dorado se filtró por las cortinas de la habitación del ojiverde y este empezó a despertarse. Miro el reloj de su móvil, eran las 10 de la mañana. Sus ojos les pesaban, aquella no había sido una de sus mejores noches. No pudo dormir mucho, se ve que su mente no tenía nada más que hacer que reproducir los zafiros de aquel chico. Esos orbes celestes no querían irse de su mente, eran tan bonitos, tan brillantes y tenían un tono tan claro que parecían el mismo cielo. No pudo evitarlo, y otra vez allí la imagen de sus ojos reproduciendo en su mente, desconectandolo de la tierra, sólo esos zafiros y nada más pero su madre lo sacó de su trance.

-Harry, despierta ya son las once y me gusta- ¡Oh! Pero si estas despierto, que raro por tu parte.-Él la fulminó con la mirada- Bueno no te pongas de esas maneras, no es para tanto, que malhumor. Bueno, entonces perfecto, te pediría que me acompañaras al pueblo pero con mi gran deducción, creo que ya sé tu respuesta. ¿Así que porqué no te quedas aquí y empiezas a desempacar?

-Mmh...

-Vale mamá, lo haré sin ningún problema. Por cierto buenos días, te quiero mucho-dijo Anne sarcásticamente- Muy bien hijo, yo también te quiero. Nos vemos de aquí unas horas, supongo que a las 12 más o menos estaré por aquí- Dijo finalmente su madre, y le plantó un beso en la frente.

La puerta principal se cerró con un fuerte golpe. Harry estaba solo en esa inmensa casa. Esa casa en verdad era bonita, era una grande casa de piedra con grandes ventanales y una gran enredadera se extendía por la fachada. Su habitación también era preciosa, tenía una cama de matrimonio inmensa en el medio, el techo era alto y tenía dos ventanales que daban a un balcón, en el que había miles de plantas y una pequeña mesa de cristal con dos sillas. Al lado derecho de la cama había una estantería con un toca discos y varios discos para reproducir en él, en el izquierdo un escritorio de madera de roble con una vieja lámpara encima y algún bote de tinta con plumas. Las otras habitaciones eran muy parecidas, el comedor disponía de una enorme mesa, colgada del techo una lámpara muy lujosa y una gran chimenea. La casa estaba repleta de pinturas de arte barroco y plantas, sobre todo plantas, estaban por todas partes.

Le costó poco más de media hora desempacar y entonces tenía todo lo que quedaba de día hasta el atardecer para hacer nada. Estaba muy aburrido, demasiado aburrido, así que decidió volver a su habitación. Una vez allí pensó que sería buena idea salir al balcón a ver las vistas. Eran maravillosas, no hay palabras para poder describirlas. Desde su habitación se podía ver todo el pueblo, también se podía admirar un magnífico bosque e incluso un pequeño río. Se quedó embobado con las vistas que no se dio cuenta que cierto ojiazul le estaba observando desde el árbol de las afuera, ni siquiera pensaba que alguien le había visto, pero allí estaba otra vez el chico de ojos celestes dueño de los sueños de Harry y culpable de sus notables ojeras. Pero esta vez sus ojos no conectaron, Harry no se dio cuenta de que le estaban mirando y cuando pasaron varios minutos volvió a entrar fascinado de las vistas, pero sin saber que había sido observado por un Louis que acababa de ver la imagen más adorable que nunca había visto.

El día pasó rápido, su madre volvió a las doce y media de la tarde, a la una comieron los dos juntos y por la tarde estuvieron en el jardín hablando, riendo y pasándolo bien. A Harry le pasó muy rápido la tarde y en un abrir y cerrar de ojos ya eran las siete y se encaminaba al árbol en las afueras. Ese día el atardecer era magnífico, Harry amaba todo tipo de atardeceres pero ese fue el mejor sin duda, había una capa de nubes y entre ellas se colaban los rayos de sol. El cielo era de color rojo y naranja pero con un toque morado y rosa. Era un atardecer increíble, la combinación de esos colores era muy extraña pero muy bonita a la vez, era algo tan raro, algo que Harry nunca había visto y llevaba más de cuatro años viendo atardeceres. Él siempre fue una amante de ellos, para él era el mejor momento del día, siempre que hablaba sobre atardeceres decía lo mismo: "El día se acaba y se despide de la mejor manera posible, mostrando su parte más débil, haciendo de su muerte algo alegre, lleno de color y fuera del típico celeste aburrido que suele estar acompañándonos. Los atardeceres no son nada más que el día enseñándose como realmente es mientras muere", para mucha gente la reflexión de Harry no tenía ningún sentido y preferían quedarse con la aburrida definición científica, que dice: "Cuando vemos el Sol al atardecer mientras está bajo en el cielo, puede aparecer amarillo, naranja o rojo. Eso se debe a que sus colores de longitud de onda corta (verde, azul, violeta) están dispersos por la atmósfera de la Tierra, al igual que las pequeñas olas se dispersan por grandes rocas a lo largo de la costa. Por lo tanto, solo los rojos, amarillos y naranjas atraviesan la espesa atmósfera de nuestros ojos", esta definición a mucha gente le sirve pero a Harry no, porque él siempre encuentra su significado a las cosas.

Harry obviamente estaba alucinando con ese atardecer tan bonito que estaba viendo, pero también vio a una silueta humana salir del bosque, un chico bajito y delgado con curvas, pelo castaño, liso y brillante, labios finos y rosados y unos ojos azul celeste, mierda unos ojos azules. Los mismos ojos azules que el anterior día, y sí Harry los recordaba, ¿Cómo no recordarlos si eran inolvidables? Harry estaba perdido en sus pensamientos hasta que se dio cuenta que el chico se estaba acercando a él y no, mierda, joder, no, no y no. No podía acercarse, no podía hablarle, no él simplemente no podía, pero el chico seguía hacia delante y no cambiaba de dirección. Y entonces el chico estaba delante suyo y Harry no podía creer lo que sus ojos estaban viendo, ese chico no era solo guapo, era un puto dios griego, ¿Porqué nadie le había dicho a Harry que existía gente tan guapa?. Se quedó embobado observando al chico, pero una voz aguda le sacó de sus pensamientos, su voz.

-Emm...Hola.


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Holaaaa espero que os esté gustando el fic :)

Haber primero de todo, gracias por los 5 leídos, que sé que no es mucho pero para mí sí, segundo lo siento muchísimo por no actualizar más pronto pero es que en España estábamos en la última semana de trimestre y los exámenes iban a full, ahora tengo 10 días de vacaciones así que procuraré actualizar más seguido.

Espero que lo disfrutéis y me encantaría que votaseis y comentaseis, eso me haría muyyyyy feliz.

Por cierto hoy se cumplen 11 años de la audición de nuestro dios Louis en el X factor, cómo pasa el tiempo. En fin que amo a Louis 💙

Si tenéis dudas podéis preguntármelas por aquí o por mis redes sociales que son estas:

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@ 1d_supermacy

Bueno buenas noches/días/tardes/mañanas/lo que sea, siempre recordad que es un mal día no una mala vida y que Larry es más real que mi poca estabilidad emocional 💙💚 

Besiss de fresissssssss, os quiero guapeeeees. Lots of Love to all of you. 

PD: Ya sé que este cap. me quedó muy corto, por segunda vez perdón. Y como siempre voy corrigiendo errores y todos los créditos son míos si quieren hacer una adaptación/traducción contacten conmigo vía la redes sociales de arriba. Ahora sí que sí, os quiero muuuuuuchooooooooooooo :)

Sunsets - L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora