empezando el colegio

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En las afueras dela ciudad de Manchester en una de las mansiones imponentes de la calle Ferry, un hombre de cabello castaño, traje azul Oxford, metía en el hornillo tabaco acercaba fuego e inhalar conforme el tabaco se encendía miraba al hombre rubio de barba solo podía ver su pipa de cerezo con un anillo dorado en el bisel de la boquilla, exhalaba humo. El anfitrión que se encontraba con su camisa blanca de seda, pantalón café, miraba al hombre, se pasaba su mano por la cabellera y se acariciaba la barba tomando con su mano derecha el cuerpo de la pipa exhalaba el humo de su boca pequeñas porciones se llegaba a escapar de sus fosas nasales, al comenzar a hablar.
-sr. John, ¿a qué se debe su visita? Lo miraba expectante.
-sr. Axel tengo una propuesta, quiero que unifiquemos las empresa con la unión de nuestros hijos.
Miraba como acariciaba su barba, tomaba con la derecha el cuerpo de la pipa de madera de cerezo.
-me sonaría interesante, pero no sé si me convenga, unificar toda la empresa Hawk con las Morrison, me haría perder debes de ganar si solo fuera para un uso.
-solo será la empresa Hawk de fundición y autos Morrison que se unificarian sr. Axel para tener la materia prima que es el acero. Esto ayudaría a reducir costos más por la fundición de material.
-eso me quitaría poder sr. John, si se unifican perdería una parte de mi capital en la empresa y ventas de a otras empresas que me compran acero. se coloca la boquilla en su barbilla.
-sr. Axel está bien podrá vender a otras empresa es como yo que vendo piezas de auto a otros que no la fabrican. Lo miraba algo dudoso. -necesito asegurar que acepte la unificación de la empresa así no se irá a la quiebra. Pensaba.
-acepto, su propuesta solo que mi hijo llevará las riendas de ambas empresas cuando tengan un hijo.
-sí me parece bien Sr. Axel, en unos meses regrese mi hija del internado después de que esté aquí veremos la boda. Se levanta y le extendía su mano.
-bien Sr. John estaré esperando su confirmación en estos meses, solo espero no se tarde. Axel la estrecha su mano despidiéndose, veía como sonreía, antes de salir de su oficina, un mayordomo de traje negro y corbatín entraba viendo a Axel quien caminaba al escritorio de caoba.
-ve por mi hijo.
-si Sr.
El mayordomo salía caminando por un pasillo, en la biblioteca se apreciaba un lugar lleno de estantes con libros y una escalera en forma de caracol al segundo nivel, un joven resaltaba con su camisa blanca y pantalón de color beige en el sillón de piel color café que se encontraba frente a la ventana, los rayos del sol, que se colaban dejaban ver su cabello rubio y ojos grises que se encontraban atentos en la historia que contaba las páginas de aquel libros sobre los reyes romanos, al terminar la última página cerraba la gruesa pasta del libro color vino, dejándolo sobre la mesa de caoba, cruzaba sus manos en su nuca y miraba los demás libros, el sonido de la puerta lo hizo voltear, su mayordomo se encontraba de pie en la puerta observando.
-joven su padre quiere verlo.
-ya voy Alfred.
Miraba cómo se retiraba y cerraba la puerta de madera, se incorporó del sillón, camino a la puerta entre un pasillo que era alumbrado por la luz del sol que se colaba por las ventanas, al llegar a la segunda puerta tocó espero respuesta, tomó la manija de la puerta moviéndola para abrir, en el lugar se encontraba un hombre de cabello rubio y barba canoso con su camisa blanca, detrás de un escritorio, en su silla de piel checando unos papeles.
-padre, ¿en qué puedo ayudarte? Caminaba a dónde estaba el hombre.
-considero que ya es tiempo que tengas una prometida.
-padre, ya habíamos hablado de esto por el momento no quiero pensar en un compromiso.
-¡no puedes evitarlo! en unos meses ella llegará, y se anunciará su compromiso después de unos meses se casarán.
Golpeaba el escritorio al ver la mirada retadora de su hijo, fruncía el ceño.
-Esto no está a discusión, además es una chica de buena familia, esta unión conviene para la empresa y la familia.
Erik respiraba molestó, al escuchar las palabras de su padre, se giró y caminó a la salida, sujetó la puerta y la apretaba.
-Si eso es lo que quieres, padre está bien.
El hombre veía como su hijo salía y cerraba la puerta del estudio, Erik caminaba derecho a la sala subió por las escaleras a una pequeña sala y a un pasillo que daba a unas habitaciones se recostó en el sillón cubriéndose el rostro, con su brazo quedándose dormido.
Después de unos meses en una mansión un auto cupe blanco se estacionaba del que descendía una joven de vestido blanco que le hacía resaltar su cabello ondulado rojizo, y sus ojos azules que miraban como salía un hombre de camisa blanca y pantalón negro, en su cabello y barba se notaban algunas canas, sostenía en su mano derecha una pipa egg.
-Que bien que regresaste, ¡vamos! que tú mamá nos espera en el comedor.
-si, papá. El chófer y unos sirvientes llevaban sus maletas a su habitación.
-hija qué bien que regresaste. La abrazaba su madre.
-hermana te extrañamos mucho. Le sonreía un hombre castaño de ojos azules de traje negro
-yo también los extrañe todo este tiempo. Sonreía.
Veía a su padre en la cabeza de la mesa a mano derecha su madre y en la izquierda su hermano, tomó asiento donde estaba su hermano, todos estaban felices de su regreso a casa al terminar miraba a sus padres.
-padre, quería pedirte que... fue interrumpida.
-Lily, ya estás comprometida solo falta la fiesta y quedaría formalizado.
-padre, me gustaría terminar de estudiar artes.
-pero, hija eso no lo necesitará cuando te cases. La veía su madre.
-mamá es algo que me gusta.
-hija, si ya sabes lo que una esposa debe de saber, no necesitas estudiar.
Desviaba la mirada al escuchar a su madre, su mirada comenzaba a apagarse, su hermano que solo se había mantenido al margen de la conversación dejó de tomarle a su taza de té que tenía.
-padre, te pido que le permitas que estudie por el momento la carrera de artes.
-querido no quiero que tenga problemas con su prometido y se quede soltera, eso lo podrá hacer después si su esposo se lo permite. Tomaba la mano de su esposo.
-no se si sería buena idea, tendría que ver con su prometido.
-por favor padre, me dicen que soy buena.... Además me aceptaron en Manchester. Sus ojos azules reflejaban un brillo.
-¡Vamos! padre así mi hermana, ocupara su tiempo antes de casarse.
El señor Morrison suspiró, en señal de rendición. -esta bien, Lily hablaré con tu prometido, para que esté enterado, pero cuando sean las reuniones deberás estar con tu prometido, tengas clases o no.
-sí padre.
Se levantaba de su lugar y lo abrazaba, al igual que su hermano al ver que se retiraban, miro que su esposa se encontraba molesta, se levantó y la abrazó.
-vamos mujer que todo saldrá bien, no tienes de qué preocuparte.
-John, pero nuestra hija pronto cumplirá los 18 años y si la rechazan será más difícil conseguirle esposo.
-si vemos que algo no va bien, solo adelantamos la boda.
-tienes razón amor.
Le daba un beso y lo abrazaba, caminaban a unas escaleras al primer piso a la habitación principal. El día lunes Lily comenzó a revisar sus cosas personales y la ropa que se llevaría ese día, se sentó en la cama mientras veía los papeles del instituto de artes, su hermano solo la miraba, desde el lumbral de la puerta.
-¿Te arrepientes de tu decisión?
-No, en verdad quiero aprender pintura, el mejor lugar donde puedo aprender es en el instituto de Manchester.
-¡Vamos! Para que no llegues tarde..
-¡Si!
Salían de la habitación, recorriendo un pasillo a unas escaleras que daban al recibidor. El Sr. y la Sra. Morrison se encontraban abrazados, veían como se acercaba su hija con un vestido azul marino.
-hija ve con cuidado. Decían sus padres
-Si. Los veré en un rato. Les sonreía.
-nos vemos pequeña. Le daba un beso en la mejilla su madre.
-debo de irme para no llegar tarde. Caminaba a la salida.
La mujer asentía, solo podía ver cómo su hija subía al auto, como se alejaba y se perdía en la entrada de la mansión Morrison solo serían 2 horas de viaje en auto para llegar, Lily no apartaba su mirada de la ventana observando los paisajes que recorría, personas sembrando, animales pastando y casas humildes. Comenzaban a cambiar con casas victorianas grandes personas de trajes y autos, en las calles llegaban al instituto, de Manchester un castillo de tres pisos con sus torres y jardines amplios.
-Srta. Morrison llegamos. Bajaba el chófer de traje negro abriéndole la puerta.
-gracias.
Caminaba dentro del instituto de artes, adónde volteara solo podía observar hombres que platicaban y la observaban, camino al salón de pintura solo se encontraban 5 mujeres, en el salón caminó a uno de los lugares, vacíos y tomó asiento. El profesor entraba y se quitaba el saco y ponía una bata para no ensuciar su ropa.
-buenos días, Srtas. Seré su profesor, les enseñaré cómo capturar la belleza de los objetos y plasmarlos en el lienzo.
-buenos días. Decían al unísono.
-bien tomen su libreta de dibujo y comencemos con algo sencillo como este platón de fruta, pero quiero que capturen su brillo y color.
Las estudiantes realizaban, los trazos con su carboncillo en la hoja, tratando de capturar la esencia de aquel platón de frutas mientras, el profesor se encontraba viendo al grupo de mujeres molestó, caminaba fuera y regresaba después de un rato al salón de clase así fue asta que la campana anunciaba el término de la clase.
-bien Srtas. mañana continuamos. Salía del lugar.
-si profesor. Decían todas.
-profesor, me podría decir si está bien el boceto. Lily se lo mostraba.
-Srta. Morrison. Lo miraba de reojo. -aun le falta por esto son estas prácticas. Le daba el cuaderno.
-Si.
-Que fastidio porque me tocó, enseñarle a las mujeres, bueno al final me dijo el profesor que estaba antes que siempre queda vacío después de unos meses. Pensaba mientras veía como se alejaba del lugar.
Lily llegaba a su casa donde era recibida por su madre quien estaba en el comedor. Tomaba asiento veía que su padre y su hermano no se encontraban, La comida fue tranquila, al terminar, Lily se levantaba de la mesa para retirarse a su habitación, pero fue interrumpida por las palabras de su madre.
-hija, este sábado se realizara una fiesta, por su compromiso.
-esta bien mamá, ¿Sabes con quien me comprometió papá?
-no me a dicho tú padre,
-mmm... gracias mamá. Bien me retiro tengo que practicar unos ejercicios.
-si hija.
Caminaba por un pasillo a las escaleras subía seguía por un pasillo a su habitación al entrar un lugar con alfombra verde un tocador, unas mesas de noche a cada lado de la cama, una mesa y sillas de madera de color roble oscuro y sus edredones azules Capri un balcón con cortinas traslúcidas, se veía el cielo como el mar, las nubes formaban pequeñas curvas formando pequeñas señales de olas una tras otra, comenzaba a dibujar y tomar sus colores pastel para plasmarlo en su cuaderno, conforme seguía el sol se perdía dando tonos rojos y naranja a las pocas nubes que aún quedaban.
-se veri así de hermoso la puesta del sol en el mar. ¡La primera estrella!
Unos golpes en la puerta de la habitación, la hicieron regresar su mirada adentro.
-Srta. Lily ¿puedo pasar?
-adelante.
Abría la puerta una sirvienta con una charola con pan y leche. Colocaba las cosas en la mesa que se encontraba antes de llegar al balcón.
-su madre le envía la merienda Srta.
-si gracias. Puedes retirarte.
Tomaba asiento en la silla. Realizaba una reverencia antes de retirarse la sirvienta. Lily tomaba el pan con miel y la leche tibia observaba a través del balcón las estrellas que aparecían al igual que las luces de las casas que se encendían. Esa noche en un burdel unos chicos se encontraban, disfrutando con unas mujeres del lugar.
-que bien que pudiste venir Carlos. Sonreía Jonathan.
-Desde que salí del instituto, mi padre me tiene trabajando en la empresa, pero como les está yendo. Le tomaba a su copa.
-a mi me está yendo bien en cuanto a ver la empresa con mi padre. Realizaba una pausa tomando le a su copa. -pero dentro de poco me casare, es más él quiere nietos bueno no está mal mi prometida pero se ve que es muy rígida. Johnny decía
-asi como lo dices es como si te condenaras. Mi abuelo me pide lo mismo. Jonathan suspiraba. -Créeme que debería de dejar de darle vueltas a la fecha de la boda, ya que tenemos unos años comprometidos y se a molestado por eso.
-bueno, se ve que es buena esposa.
-pero no me gusta que no tenga nada. Hacía unas señas de su figura.
-jajajaja... agradezco que mi padre no me busque esposa. Carlos besaba a una mujer castaña. -bueno, pero aquí pueden despejarse.
Carlos le indicaba unos hombres con sortijas con unas mujeres del lugar, los dos veían adónde señalaba.
-Tienes razón sino sólo tendría que venir a despejarme. Decían al unísono.
-jajajaja. Bueno vamos a divertirnos. Carlos se servía más vino.
-se ve que Carlos está animado hoy. Jonathan besaba a una mujer rubia, su mano recorría su figura de la mujer.
-que va chicos solo festejo que mi hermanita regreso.
La mujer le besaba el cuello y le desabrochaba la camisa, dando pequeños besos.
-que malo eres amigo nunca nos presentaste a tú hermana. Johnny tomaba un trago.
-estuvo en un internado apenas salió y estudia artes, bueno lo veo como un pasatiempo que tiene.
-mmmm.... Solo está perdiendo su tiempo. Jonathan decía.
Carlos se molestaba al escucharlos, y dejaba de lado a la mujer.
-bueno solo es que debería de ver otras cosas. Jonathan sonreía.
-bueno eso sí tienes razón, amigo. Carlos regresaba con la mujer.
-será mejor que vallamos a un lugar más privado. Se levantaba Johnny y Jonathan con sus parejas.
-Tienen razón amigos, luego los veo.
Caminaban a la planta alta a las habitaciones. Pasaban cerca de la zona privada que eran cubiertas por cortinas por una abertura se veía un hombre entre las sombras que se encontraba tomando mientras una de las mujeres se encontraba sentada en sus piernas con la falda cubriéndolos trataba de no gemir tan alto cada que se movía.
-lo tienes grande Axel... Haaa...
Miraban las figuras sus rostros no se alcanzaban a ver bien por la oscuridad del lugar, Johnny los empujaba para que siguieran, su camino.
- si nos ve de seguro se molestará ese hombre.
-si vámonos Carlos.
-ya voy.
Seguían a las habitaciones en donde se encerraron, despojando se de sus ropas teniendo sexo hasta cansarse, quedándose dormidos. Por la mañana llegaba Carlos, quien se topaba con su hermana solo lo veía, y seguía al comedor antes de ir al instituto, sus padres se encontraban, desayunando los veía felices.
-buenos días papá, mamá.
-Buenos días hija.
-Lily el día sábado será la fecha de tu compromiso, con el hijo de la familia Hawk.
-¡si padre!
Tomaba asiento, y veía solo sus alimentos al terminar, fue al colegio pero su mente solo pensaba en cómo sería la persona con la que se comprometería llegaba al salón sin prestar atención al profesor que solo les pedía lo mismo del platón de frutas.
¿Me dejara seguir estudiando? ¿Me tendrá solo en casa? Pero de mis padres también fue un matrimonio arreglado, por mis abuelos ¿Si mejor no asisto? El timbre la sacaba de sus pensamientos.
-bien Srtas. nos vemos mañana.
-si
Lily salía junto con el grupo de chicas quienes se entusiasmaron por el matrimonio. Cómo sería el estar con alguien.
-solo espero que mis padres me digan que pronto me casare. Jean caminaba.
Teresa miraba a Margaret algo confundida.
-si, mi padre me a dicho que pronto veremos lo de mi compromiso con Albert Sheffield.
-enserio Jean pensé que estabas interesada en Johnny william. Margaret sonreía.
- él no rompió su compromiso con Victoria knoll, así que no lo esperaré más tiempo. Jean cruzaba sus brazos.
-Eso está bien, mi padre verá también lo del compromiso con Alan Winston. Margaret sonreía pero en sus ojos se reflejaba la tristeza.
-Que bien después podremos juntarnos y platicar de cómo está nuestro matrimonio. Jean les sonreía.
-si tienes razón. Decía Teresa.
-si, Margaret seguía con su sonrisa.
-se ve que la que está mal soy yo la mayoría se emociona por su compromiso. Yo solo lo acepto aunque no lo quiera. Lily pensaba mientras las miraba.
Seguían platicando de cómo sería su boda vestidos blancos, los arreglos en la iglesia y el banquete que darían. Lily camino al auto y subió sin prestar más atención solo quedaban unos días y vería con quién se casaría, o podría huir pero eso afectaría a su familia, tenía que seguir esa tardes sola, comió y fue a tomar un baño quería relajarse. La sirvienta entraba con algo de vino y queso.

Matrimonio arreglado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora