Dos

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-¿Quien es esa larcha?

-¿Cómo sobrevivió una noche en el laberinto?

-¿Por qué ella no llego por la caja, como todos los demás?

-¿Sobrevivió una noche? ¿Ahí afuera? ¿Cómo?-

-¿Ella? ¿Es una chica?

-¿Esta buena?

-Es mía. Dibs.

Voces se escuchaban alrededor de Mara, sonaban reales, pero se seguía sintiendo inconsciente. Todas las voces eran de chicos, pero no entendía lo que decían, todos tenían fuertes acentos americanos.

-Shh. Creo que esta despertando.- Esta voz era distinta, tenía un fuerte acento británico.

Los ojos de Mara se abrieron de a poco, estaba tirada sobre el suelo de piedra fría, mirando al cielo. Aunque no podía ver el cielo, habían demasiados chicos mirándola. Miro a todos, eran unos cincuenta rodeándola. Su mirada paró en un chico bajó y regordete, parado al final del grupo. Miro a Mara con ojos muy abiertos, ella le dio una pequeña sonrisa. Sólo se veía de doce o trece años.

Todos se quedaron parados, excepto por uno que se arrodilló a su lado. Tenía pelo rubio ceniza y una mandíbula algo cuadrada. Se veía algo familiar para Mara.

-¿Te conozco?- La pálida chica pregunto, mirando los ojos chocolates del chico.

Los demás comenzaron a susurrar, mientras más y más chicos la rodeaban. Algunos rieron, otros parecían sorprendidos, algunos nerviosos, y otros, simplemente aterrorizados.

-Mierda, esta buena.- Una voz dijo, otros chicos estaban de acuerdo.

-Hey, esta larcha tiene el mismo acento que Newt.- Uno de ellos exclamó, pero Mara no podía ponerle esa voz a un chico.

-¡Newt, encontramos una larcha con tu acento!- Grito un chico, causando risas entre el grupo.

El chico a su lado extendió una mano hacia ella, indicando que quería que Mara la tomé. Eso hizo, y el la ayudo a pararse. Se tambaleo un poco, el chico tuvo que sostenerla. Cuando estuvo más alerta y balanceada pudo ver las caras de los chicos claramente, se paró en medio del círculo de chicos, tratando de entender la situación. Giró en círculo, la curiosidad ganando. Quería saber todo en ese minuto. El área en la que estaba era bastante grande, un patio que media muchas veces un campo de fútbol. Cuatro paredes de piedra cubiertas en hierbas rodeaban el área, formando un cuadrado perfecto. Estaba al otro lado. Pensó Mara, eran idénticas a las que había visto hace poco tiempo. Había una cosa que Mara no recordaba, cada muralla tenía una línea en medio, esta era tan alta como las murallas. El cielo sobre ellos estaba claro, el sol brillaba en el lugar en el que estaba atrapada. Debía haber estado inconsciente durante unas horas.

-¿Dónde estoy?- Pregunto, mirando al chico rubio a su lado,- ¿Qué es esto? ¿Quien eres y por qué estoy aquí?

Mientras hablaba, un chico de piel oscura de acerco, uniendose al chico junto a Mara. Paro cuando la vio, su expresión cambió a confusión por un segundo, para volver a tener una expresión neutra.

-Un gusto conocerte, larcha.- Dijo el segundo chico,- Bienvendia a al Área.

-Sin preguntas. Aún.- Dijo el chico rubio con una pequeña sonrisa, lo que irrito a Mara un poco. Pero este chico se veía amistoso y confiable. Sentía como si lo conocía de algún lado, tal vez en la vida que no recordaba. -Ahora, esta chica no es un maldito juguete. Ninguno de ustedes, larchos, puede ponerle una mano encima. La tocan, y personalmente los tirare de el maldito acantilado.- Dijo, dirigiéndose a los chicos, que asintieron algo asustados.

Her ✄ Newt  | Español |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora