Un lindo chico rubio, quién con curiosidad miraba todas las noches esa tienda con letrero llamativo.
"Magic Shop" el local que lo mataba de dudas sobre que había dentro, la cual miraba durante un par de horas hasta que ése chico aparecía.
Kang Tae...
Un gritó que seguramente se escuchó hasta México fueron los que soltaron mis labios de lo más profundo de mi garganta.
¿Qué estaba viendo? ¿El perfil de un hermoso an- nono, un hada?
– Vuelves a gritar así y te voy a lanzar del piso donde vivo, TaeHyun.
Mire con la boca abierta al chico frente a mi, y enseguida le enseñé mi teléfono.
"Choi Beommie te ha enviado una solicitud de amistad"
¡OH, POR, DIOS!
Hasta aquí había llegado, mientras miraba las fotos del chico hermoso descubrí que es más perfecto de lo que pensaba.
Además parecía editar muy bien, en una foto salían unas orejas tan hermosas, idénticas a las de una hada.
Quedé más cautivado de lo que ya estaba, pero, ¿se dará cuenta que estuve viendo sus fotos antiguas hasta las más recientes?
No lo creo, lo más curioso es pensar como me encontró. Bueno, no, simplemente tenías que buscar "TaeHyun Kang" y vuala, me encuentras.
Pero, ¿puedo presumir ahora que me mando primero a mi que a HueningKai?
¡El mal siempre triunfará!
Bueno, yo no soy el malo, es HueningKai por llevarse la atención de Beom Perfecto Gyu.
Y es que congeniaban tan bien en todo tipo de temas que entendía el por qué de sus largas platicas cuando Huening iba.
Pero no era punto.
El punto es que Choi BeomGyu desde pequeño es un ángel perfectamente perfecto.
Algún día seremos novios Choi Perfecto Gyu.
¡Porque voy a enamorarte!
[●○●]
– Bueno, TaeHyun, debo dejarte pequeño.
Asentí a lo que la señora Sang y la miré irse por el camino que la llevaba directo a la parada del autobús.
Después de que me dejará a cargo se cerrar la tienda, todos los días lo hacia sin pregunta. Y no me molestaba, al final me quedaba tal vez dos horas de más con tal de ver a las personas con sus diferentes sentimientos salir de la tienda.
A veces unas iban felices, con amuletos, a veces otras iban cabizbajos mientras tenían un hilo partido a la mitad.
A veces eran sucesos completamente diferentes, como por ejemplo ahora, que siendo las seis de la tarde, un par de chicas llevan lo que parece un jarrón, una se ve demasiado torpe y la otra no deja de sonreír.
Un día de estos, saliendo del trabajo, entraré a esa tienda.
– Si pudieras matar con la mirada el ser humano ya no existirá, Tyunnie.
Ow, que preciosa voz, estoy seguro que pertenece al amor de mi vida.
– Hola Gyunnie, ¿cómo te va?
– Bien, aunque tengo un poco de sueño, no pude dormir mucho por qué tenía examen de pocio- de química, ya sabes...
Asentí confundido a lo que dijo, y me hice a un lado para dejarlo sentarse a mi lado.
La tienda estaba vacía, y la campana no estaba sonando así que, tenía tiempo libre.
– A veces veo gente muy rara saliendo de la tienda donde trabajas, se ve tan llamativa que tengo unas terribles ganas de entrar.
– ¿Y por qué no entras?
Hice un pequeño gesto de confusión, negando con la cabeza ante su idea.
– No estoy seguro, no quiero salir así de sonrientes con ellas, o así de cabizbajo como aquellas otras.
– Bueno, no pierdes nada con intentarlo. Yo estoy ahí toda la noche, así que que te parece si eres mi invitado especial cuando vayas por primera vez.
¿Pensar las cosas dos veces antes de afirmarlas, qué es eso?
– ¡De acuerdo! Prometo entrar pronto, la curiosidad me está ganando.
No, no, Kang TaeHyun. Recuerda tu lema "La curiosidad mató al gato"
¡No puedes dejarte asesinar por una llamativa tienda!
Bueno, tal vez.
¡Pero no lo harías!
Tienes orgullo, y una apuesta con HueningKai.
La cual no puedes perder porque humillar a HueningKai es muy divertido.
– No esperaba tu solitud, me sorprendiste un poco
Murmuré, después de algún rato, me sentía tímido. Siempre pasaba eso con el hermoso chico de cabello quebrado. Pero estaba bien, me gustaba la sensación.
– Me saliste en "amigos que quizá conozcas"
Hice un sonido con mi garganta, dándole a entender que había escuchado.
– ¿Acaso te estuviste metiendo a mi perfil como para que me salieras ahí?
Negué enseguida con la cabeza, ¿yo? ¿Meterme a su perfil de Facebook para stalkearlo sin que supiera?
Sí lo haría, pero no lo hice.
– No hice nada... no sé por qué te salí, incluso creí que me habías buscado...
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