CAPITULO 10: COLORES

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Siento el frio en las plantas de los pies. El aire me abraza y me habla al oído, a veces se burla y otras parece estar silbando. Es como una melodía relajante en las mañanas, pero tu enemigo en las noches tras la ventana. Aun conservo aquella maceta agrietada que mi abuelita curó con sus propias manos «"todo lo que se rompe, lo podemos arreglar y con las marcas del barro nuevo, recordarás que no debes volver a hacer para evitar romperla otra vez". La analogía entre la maceta y lo que creo que es un corazón roto puede ser correcta; pero también es verdad que, a pesar de que sabemos que no debemos volver a hacer para evitar romperla, terminamos tropezando o cayendo con ella.

Me gusta el patio de mi casa. Es tan grande como un vivero. Mi padre Emory, es un real amante de las plantas. Tiene muchísimas flores coloridas y brillantes; Enredaderas y teléfonos colgantes; Mis favoritas son las hortensias. Emory dice que significan gratitud y benevolencia; su color purpura es tan hipnotizante. Si algo tenemos en común mi papa y yo, es el color favorito. Aunque el insista en decir que es el café; sé que es el purpura, porque de manera inconsciente ha cubierto el jardín con un gran porcentaje de plantas purpura. Lavandas, buganvilias, un montón de rosales y margaritas; de todos los colores.

La vida desde el patio puede verse mas placentera y puedes respirarla. Me gusta ir por aquí y por allá descalza, aun estando a doce centígrados la sensación es realmente alucinante. Odio las pantuflas, odio la ropa entallada, odio el ruido de la ciudad, y detesto mucho a los vecinos ruidosos. Pero en este momento de la mañana todo es mas pacifico, solamente estando el viento, mi columpio y yo.

CUATRO DIAS ATRÁS

«—¿Qué pasa, Jace? — Pregunto confundida al ver su indiferencia

—No sucede nada, ya te dije. Solo juguemos. — Se pone de pie a tomar el plato que preparó con palomitas y vuelve a tomar asiento a una distancia aún más pronunciada que antes.

—No me quedaré callada, desde que recibiste esa llamada te volviste frio — respiro hondo y me inundan unos nervios alarmantes — ¿Tienes novia?

Jace se gira por completo molesto y ciñe ambas cejas — Yo no soy de tener pareja, que te quede claro.

No lo entiendo, hace un momento estábamos bien y ahora esta completamente diferente ¿Es que solo quería conseguir algo conmigo? Y de ser así ¿Por qué se detuvo y no terminó su jueguito?

—Mira, no sé qué te pasa entonces, pero si quiero que seas claro conmigo, se que tengo novio y que hice mal pero no quiero que me trates mal por eso.

—Me importa una mierda si tienes o no; novio. Yo no estoy jugando al amante, ni al príncipe, ya te lo he dicho antes — dice molesto poniéndose en pie

—¿¡Que mierda!? — me pongo en pie para encararlo — ¡Te dije que no era una de esas chicas, te lo dije claro! ¡Exijo respeto! ¡No puedes tratarme mal! ¡No te estoy pidiendo compromiso! ¡Relájate mucho no fue el mejor sexo! —suelto abruptamente furiosa

—¿¡Sexo!? ¿¡Es que tu noviecito te hace creer que eso es tener sexo!? — grita aun mas furioso

—¡Eres un completo estúpido! — gritó fuera de mi perdiendo todos los estribos y logro empujarlo para cruzar el sofá, por un lado.

Me dirijo a la sala de estar y camino en círculos. Suelo ser un caos cuando me angustio o me incomoda algo. Doy vueltas sin fin pensando que cuando acuerdo me percato de haber estado haciendo pozo en el mismo sitio.

¿Por qué carajo salió con esa baladronada? ¿Es que en verdad tenia esto en mente todo el tiempo? ¿Quién mierda lo puso tan de mal humor?

Sobre vientos color naranja: Te soñé.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora