Volvió a pinchar el botón en la pantalla del celular de su niñero y la música volvió a repetirse, rebotando en la sala.
Había hecho eso muchas veces, más de las que podía contar con sus deditos, ya había perdido la cuenta y estaba cansada, no podía evitar abultar sus labios corazón y arrugar el ceñito, gruñendo infantilmente disconforme cuando su cuerpo se distraía y se equivocaba en los pasos de baile que el tío Kookie le había enseñado en sus clases.
Jimin terminó de limpiar con un trapo húmedo la superficie del comedor donde hacía poco había terminado de comer con la Min menor, y la observó patalear el suelo en un pequeño berrinche, sonriendo enternecido por sus acciones fastidiadas.
—¿Qué pasa, linda?— le preguntó dulcemente sin mirarle en tanto se encaminaba a la cocina para lavar el trapo en el fregadero.
—Es que no me sale la coreografía~— refunfuñaba, cruzándose de brazos con molestia antes de acercarse al sillón y dejarse caer sobre este.
El rubio se apresuró a terminar de lavar el trapo, lo exprimió entre sus manos y finalmente lo extendió sobre una de las encimeras antes de dirigirse a la sala. Se posó frente a la niña desparramada en el sillón y apoyó su manos sobre sus propias rodillas para quedar a su altura.—Te ayudaré con eso, ¿qué tal si salimos al patio, mmh?— lo ofreció con una pequeña sonrisa.
Sounha aplastó los labios en una línea, como esa manía que le había adoptado a su papá, y asintió desganada. Ante eso, el mayor negó para sus adentros, pues ningún nene debía experimentar el estrés y frustración, mucho menos cuando es por algo que le gusta hacer.
—Ven, vamos— le dijo y la tomó de la mano para guiarla hacia el patio, sonriéndole en una forma de darle ánimos y llevándose antes su celular.
Afuera era un buen día, ya eran pasadas de las cinco de la tarde y el sol iluminaba suavemente sin dañar a nadie, era un buen ambiente para practicar.
—De acuerdo— murmuró en tanto jalaba una de las macetas de suculentas y la colocaba en un lugar específico.—Este es nuestro centro y nuestro frente— indicó señalando la planta, luego se colocó frente a ella.—Nos colocamos en posición para iniciar...— pidió en espera de que la menor obedeciera y él la imitó como un espejo antes de poner a reproducir la canción.
Cuando llegó el momento de iniciar, Sounha veía los movimientos de su niñero como su reflejo, lo cual le ayudó, aunque poco después nuevamente volvió a enredar los pies y a equivocarse. Se detuvo y bufó un:—Ya me equivoqué de nuevo...
Jimin detuvo la canción y le miró con ojos pacientes.—No quieras hacer exactamente lo mismo que yo, soy yo el que te copia a ti, soy tu espejo, ¿okay? Tú solo baila de memoria, no pienses en "ay, debo flexionar más las piernas" o "ay, no me va a salir"... no lo pienses, baila y ya, tu cuerpo se sabe de memoria la coreografía.
La niña asintió atenta.—No pensé que te supieras la coreografía, oppa— señaló con sorpresa infantil.
—Bueno, lo que pasa es que te he visto ya varias veces cuando voy a recogerte de las clases de Kookie, que ya me sé la coreografía— explicó. Se detuvo a pensar un poco y luego volvió a hablar al recordar un detalle.—Cuando haces media T y luego V alta, se te salen los pulgares— dijo e imitó los movimientos, sacando su pulgar como si estuviera haciendo la señal de like.—Eso no se ve muy bien y hay jueces muy estrictos que pueden bajar puntos por estética— decía en tanto la menor le escuchaba y miraba con atención.—Así que lo ideal es que hagas puño de esta forma, metiendo el pulgar primero y luego cerrando con tus otros cuatro dedos— le indicaba lentamente con sus manos, mostrándole cómo hacerlo.—De esta forma tú misma atrapas tu dedito y evitas que salga volando a la vista.
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🍂La pequeña de Min🍂• YM
FanfictionYoongi es padre soltero y un talentoso arquitecto que necesita un poco de ayuda con su hija Min Sounha, y Jimin es un niñero que adora a los niños. 🍂L a p e q u e ñ a d e M i n 🍂 • Inicio de escrito: 13/12/2O2O O1:22AM • Yoonmin. • Mención de...