The Purge, D̶o̶c̶e̶ ̶h̶o̶r̶a̶s̶ ̶p̶a̶r̶a̶ ̶s̶o̶b̶r̶e̶v̶i̶v̶i̶r̶ °HyunKnow°

oɓolıdƎ

—basta Minho, deja de mover tus manos así.

—tengo miedo Jeongin. –el mencionado soltó un suspiro.

—tranquilo. –se acerco abrazándolo lentamente. —ellos están en la cárcel y hay se quedarán hasta pudrirse.

—¿lo prometes?.

—claro que si. –sonrió. —no es como si fueran a salir. –Minho lo miro con una expresión de miedo. —es decir, ¡Es obvio que jamás saldrán¡, Es imposible que salgan.

—solo.., solo tengo miedo. –Jeongin volvió a suspirar.

—tranquilo..., Yo te prometo que no me separarse de ti, te protegeré con mi vida.

—¿Que pasara la próxima depuración?

—no lo sé. –carraspeo. —pero mientras vivamos nosotros, uhmm, estará bien.

—¿Sobrevivir nosotros?. –pregunto dudoso, en cambio Jeongin asintió firme.

—que los demás se hundan.

—es una promesa.

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—esto es una mierda. –murmuro Jeongin al ver su antigua casa destrozada.

—no pasa nada. –sonrió su mamá en medio de ambos mientras sobaba su espalda. —podemos salir adelante. –asintieron

—empezar de cero.

—escuchen pequeños. –los miró a ambos para abrazarlos mientras ellos se sostenían de ella. —lamento mucho todo, se que es algo difícil de asimilar, cada minuto me arrepiento de no haber llegado a tiempo, se que jamás olvidarán lo que pasó hoy..., Pero es algo que afrontaremos juntos. –suspiro entrecortado Solar al separarse de sus hijos. —quiero verlos sonreír de nuevo ¿Hmm?. –una sonrisa sincera les dio Solar a sus hijos.

—tranquila mamá. –Minho le regaló una pequeña sonrisa.

—estaremos bien. –Jeongin si le regaló una enorme sonrisa a su mamá, los tres respiraron hondo para caminar dentro de la casa.

Si, ellos creen que estarán bien.

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—¿Jeongin?. –pregunto Minho entrando a la habitación ajena extrañado al escuchar pequeños sollozos.

—Min-Minho. –susurro dejando entrar al mencionado, se sentí en sus piernas abrazándolo.

—¿Que pasó?.

—tuve una pesadilla. –se escondió el el cuello de su hermano. —eran ellos de nuevo. –Minho trago con dificultad.

—solo fue eso. –dijo sonando la espalda de su hermano. —una pesadilla.

—fue demaciado real.

Mientras ambos se metían en recuerdos lastimeros y tristes, el teléfono de la casa sonó haciendo que ambos se pararan.

—ire a contestar, de seguro es mamá para decirnos que Seungmin y Felix ya pueden vivir con nosotros. –sonrió. —ya vengo.