LA BETA DEL REY ALPHA [#2]

CAPÍTULO 8

Elizabeth

El día de hoy, nos llamo Cole invitándonos a su casa a conocer a su mate, ya que el encuentro con ella no sería aquí en la mansión a causa de que Dalton no quiere a Cole en este lugar  y Cole no quiere negarse a las órdenes del Alpha rey. por lo que dijo Cole en la llamada, sigue repitiendo que ella es una chica demasiado tierna, pero eso lo tendré que comprobar con mis propios ojos porque nadie es tan lindo en esta vida.

Después de lo qué pasó ayer con Dalton, simplemente no lo quiero ver a la cara, me sentí tan estupida y tan caliente, ¿cómo me puede atraer si lo odio tanto? Ahora más que nunca lo quiero evitar, ya que en tan solo pocas semanas es mi cumpleaños y tengo que irme antes de trasformarme.

No me puedo quedar más tiempo, no puedo caer en las tentaciones y el deseo que emana de él. Yo me jure a mi misma hace tiempo atrás que jamás lo iba a perdonar, por culpa de sus idiotas acciones ahora tengo un trauma grave, no puedo estar en lugares estrechos y oscuro porque entro en pánico, con el tiempo aprendí a superar lo que es poder estar a oscuras pero para poder estar tranquila en la oscuridad tengo que tener un espacio amplio.

Y ni hablar de lo que siento cada vez que veo Plata, como un hombre lobo normal le temo a la Plata porque nos hace daño pero lo mi caso es otro nivel, mientras un hombre lobo normal ve cualquier cosa de Plata reposando en cualquier lugar sin ser atacada con ese objeto se sentiría tranquilo porque nadie la está atacando mientas yo si veo un objeto de Plata aunque esté lejos de mi me asusto, entro en pánico y lloro sin razón recordando una y otra vez las quemaduras que me di con la puerta de Plata y cada vez que intentaba salir de ese asfixiante lugar.

Salgo de mi habitación mirando hacia todas partes, quiero evitarlo y lo voy a lograr. Al llegar a la sala me encuentro con Oli.

—Vámonos —le dije sonriente y enganche mi brazo con el suyo.

Al estar frente a la puerta nos detiene una voz fastidiosa y conocida.

—¿Para donde van? —pregunta autoritario.

Volteamos Oli y yo para encararlo. Así que con el mentón en alto lo vi, él iba bajando los últimos escalones de la las grandes escaleras. Bien céntrate Eli, tu puedes.

No pienses en todas la cochina...muy tarde ya lo hice. Lo veo sonreír, muy tarde ya leyó mi mente.

—Eso no es gracioso —le grite.

—¿El que? —pregunta Dalton haciéndose el inocente.

—Hazte el pendejo que tú muy bien sabes lo que me enoja que leas mi mente —suelta una pequeña risa y sonríe con malicia.

—¿Que tiene? Eres mi mate, eres mía, tengo todo el derecho de entrar en todo lo que me de la gana de tu cuerpo —se me fue el color al escucharlo decir eso.

"Entrar en todo mi cuerpo"

Claramente la mente es uno de esos lugares pero ¿también se referirá a lo demás? Imágenes en forma de flash rezándole de rodillas a Dalton llegan a mi mente.

¿Pero que mierda pienso? Sacudo la cabeza y al mirarlo a los ojos y tiene una sonrisa perversa.

—Cuando quieras podrás descubrir que lo de ayer no fue nada a comparado con lo que puedo hacer hoy o mañana —dice y siento mi cuerpo reaccionar.

Corrientes eléctricas subían por mis entrepiernas, mierda, me tengo que ir.

—¡No...! No quiero escuchar —dice Oli tapándose los oídos —, asquerosos.

Lo dice la que vi literalmente follando.

—¿Entonces, para donde van? —pregunta Dalton mirándome directamente a mi —, porque si por tu arrebato de soy la luna reina quiero respeto —imita mi voz —, ganaste el derecho de salir sin avisar ese mismo derecho se te quitó por haber armado un escándalo público. Tus padres me pidieron que esté pendiente de ti, así que ¿hacia dónde vas?
Y no creas que tú también te salvas Olivia.