CAPÍTULO 11

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Elizabeth

Mis ojos se fueron abriendo de forma lenta, mientras se iban enfocando acomodo mi cabeza en el pecho de Dalton para cerrar mis ojos otra vez en busca de...¿Dalton? Abro mis ojos alterada pero no me muevo para no despertarlo, en mi mente comienzan a llegar todas las escenas vividas ayer en la noche.

Le dije que tenía entrada a tocarme... todo lo que hicimos ayer. No me arrepiento, lo que si tengo que ir pensando es como lo veré a la cara después de todo lo que ya hemos hecho. Él me confesó que lo qué pasó aquella noche si fue verdad y súmale lo de ayer.

Analizó mi vestimenta y tengo la camisa puesta pero esta desabotonada haciendo notorio mi desnudez. Suelto aire acumulado en mi boca sin poder creer aun que le haya dado paso a tocarme y que él me haya adorado en mi zona ayer.

Muerdo mi labio inferior intentado entenderme pero no lo logro, lo veo y de mi ser salen unas benditas ganas de abofetearlo por todo lo que me ha hecho; se ve tranquilo pero a sido un completo idiota de renombre pero por otro lado me gusta su aura sexual.

—Buenos días —dice Dalton abriendo sus ojos celestes —, te ves sexy así desnuda y recién levantada con el dulce toque de oler a mi.

Maldito presumido de mierda.

—Eh, nos despertamos y ¿ya siento tan grosera? —dice y me imagino que se refiere a mis pensamientos —, ¿cómo dormiste querida? —estira su cuello y besa mi cabeza.

—Bien, aunque he dormido mejor —le digo.

—Lo se siento que me quebraron la espalda.

—No me refería a la cama me refería a ti —le doy una sonrisa falsa.

—Quejumbrosa —dice en un suspiro y me toma de las caderas para subirme por completo en él.

Me agarra de la cintura y me incorpora dejándome sentada ahorcajadas de él... desnuda.

Estaba desnuda, mientras sus manos reposaban en mi cintura, con sus pulgares acaricia mi estómago y desliza sus manos sobre mis muslos haciéndome estremecer.

—Creo que está es la única forma en la que te callas —dice de forma relajada.

Arrugo las cejas enojándome, haciendo que tome la camisa abierta que tengo puesta  y cerrar el paso a su vista sobre mi cuerpo. Él sujeta mis manos y las aparta antes de que cierre la camisa.

—No me quites la vista —pronuncia con esa voz ronca y varonil. Su voz puede sonar sexy recién levantado.

Estaba apunto de protestar pero baja sus manos hacia mis muslos y me levanta haciéndome quedar sobre su miembro claramente erecto.

—Eres un... —dejó las palabras en el aire cuando comienza a mover con sus manos mis caderas haciendo que mi punto sensible choque con su miembro cubierto por su bóxer.

—¿Que decías? —pregunta con descaro mientras sonreía con malicia.

—Te odio ¿sabes? —le digo en medio de la excitación —. Eres un...

—¿Si? —me pregunta mientras con sus manos sigue el movimiento —, ¿que soy?

—Un estupido —deja de moverme y me jala haciéndome caer más adelante para tener mis pechos en su cara —, arrogante, orgull... —me dejo con las palabras en la boca cuando se llevo mi pezon derecho a la boca y succiono.

—¡Mierda! —digo excitada mordiendo mi labio inferior.

Suelta mi peson y lo lame. Me incorpora con sus manos y estaba a punto de recargarme a su miembro otra vez pero tocan la puerta.

LA BETA DEL REY ALPHA [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora