Magia negra, Oscuridad , demonios, Angeles, Mundo mágico criminal, entierros,muchos entierros.
Aquello define a esta atsuko kagari que después de todo no pudo seguir su sueño opacado, ahora por capas oscuras. Pero aun tiene dos rayos de luz que se a...
Aquella luna roja se asomaba dentro de la oficina de la directora Miranda Holbrooke quién yacía en su silla leyendo varias cartas acumuladas. Hasta llegar a la última carta proveniente del consejo mágico, esta misma apareció sin más enfrente de ella, la cual le dio curiosidad, la tomó y abrió pero lo que contenía la deja helada, triste ya que era un ultimátum.
Dh-pobre niña... ¿como le podré decir esto?.-se diría casi que de inmediato guardó la carta en un lugar seguro y dio un gran suspiro lleno de incertidumbre.- supongo que...tal vez puedo apelar a ello, ella no merece esto.
La puerta fue abierta lentamente por un hombre de mediana edad, vestía un fino traje formal, entró sin pedir permiso. No lo necesitaba de todos modos.
Cerró la puerta detrás de si acomodando su cabello y posteriormente su corbata. La directora le vio con cierto nerviosismo pues sabía a que venía. Él hombre tomó asiento antes de hablar.
-Sabe el porqué de mi visita. Vengo a preguntar...¿Por qué no le ha dicho?.- cuestiono el hombre.
Dh-La Jovencita tiene un sueño...comprendo lo de...su situación...pero la academia le puede proteger y mantener. Tiene a muchas amigas aquí cercanas a ella. Y no sólo eso... también cuenta con el apoyo de un par de maestras. Y el mio.
-Ah.- Suspiró sobando su frente. Subió una pierna sobre la otra cruzandolas.- Lo entiendo pero esto... esto les supera y por mucho. Por demasiado. Mañana llegarán mis compañeros a primera hora y nos la llevaremos de aquí.- Le informó.- Más le vale no intentar nada más o intervenir, esto es por la seguridad de la niña.- Añadió poniéndose en píe.
Dh- Espera...¿Que quiere decir con que es por su seguridad?.
-¿Sabe acerca de la Maestra de las Nueve grandes brujas?.- preguntó caminando a la puerta pero parándose en frente de esta. Giro su cabeza a verle mientras alzaba su mano sosteniendo la manija.
Dh-Si, solo las directoras y personas importantes en el mundo mágico saben acerca a de este secreto.- respondió a lo que el hombre Asintió con la cabeza esperando que continuará.- Se sabe que era de una parte de Asia, era de tez banca y que manejaba una clase de magia única.- añadió.
-Así es...su magia era Demoníaca, una magia muy poderosa y extraña entre las brujas... el punto es que como dice el nombre...existen demonios y si existen demonios, existen ángeles que los han cazado. Aunque estos reportes son muy antiguos...se piensa que un Angel o un idiota fanático disfrado de ángel está...mejor déjelo así... es todo lo que le voy a decir, que tenga una buena noche.- se despidió abriendo la puerta, se alejo caminando por los pasillos oscuros de aquella academia.
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Mientras tanto atsuko kagari seguía sobrevolando la academia a gran velocidad hasta finalmente aterrizar después de un rato en la torre de la cual despegó. Estando bastante emocionada, oh eso hubiera sentido ya que parecía ser inexpresiva, por todo el poder que había obtenido en segundos pero al mismo tiempo sus pensamientos y mentalidad habían cambiado radicalmente gracias a la magia negra que le proporcionaba Arioc, quién por su parte hacía todo lo posible para contener todos los sentimientos negativos de nacientes akko. Empezando una conversación mental con ésta, la simbiosis fue exitosa, obteniendo todas las memorias de la castaña y ésta obtuvo poder casi infinito al igual que su sabiduría antigua pero al costó que ahora solo sentiría furia, enojó, odio que era apaciguado por el demonio.
