CAP 2

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El sonido de un teléfono sonando hizo que Saeng despertará. 

Ella gimió y giró en la cama, tenia su pierna  enzima de uno de sus amigos el cual también giró y lo empujó, el teléfono volvió a sonar, Saeng volvió a gemir y se obligó a abrir los ojos, bostezo y un dolor de cabeza lo detuvo inmediatamente, se sentó y se llevó la mano a la sien conforme el teléfono seguía sonando y se obligó a salir de la cama tropezando con Min quién estaba en el suelo.

Min grito y sus ojos se abrieron de golpe , fulmino con la mirada a quien lo despertó con tanto dolor.

- Lo siento, lo siento - Saeng se disculpó y se hizo a un lado.

Min bostezo y se volvió a dormir, Saeng busco el teléfono que sonaba sólo para descubrir que era el intercomunicador del hotel, contestó, sus ojos aún se cerraban y se preguntaba que hora era.

- Hola - dijo con un bostezo.

- Buenos días señor, lamento molestarlo, pero hay una mujeraqui que pregunta por usted - escucho la voz de la recepcionista desde el otro lado.

Saeng bostezo de nuevo mientras frunció el ceño ¿una mujer preguntando por él? Miro alrededor de la  habitación y todos sus amigos estaban allí, durmiendo en la cama y el piso, entonces ¿quien sería? Nadie sabía que el estaba en ese hotel, excepto sus amigos.

- ¿Quien es? - pregunto.

- Ella es la señora Kim Yeon-mi - dijo la recepcionista.

Los ojos somnolientos de Saeng se  abrieron de  golpe inmediatamente.
- ¿La señora Kim?, Dile que bajaré en un minuto - y colgó mientras su mente se aceleraba .

¿Qué esta haciendo mamá en el hotel? ¿Cómo supo que estaba  aquí? Mientras su mente estaba ocupada lanzando todas esas preguntas sus ojos vieron la hora del reloj y eran las 12:45 pm.
- ¡Dios mío! - exclamó
¿Cómo durmió hasta tarde? Miro a sus amigos que se suponía debían estar en la oficina.

- Min - llamo pero el no le respondió, se acercó a Min y lo golpeó, Jun gimió y apartó su mano de una  palmada, pero Saeng insistió hasta que finalmente se despertó.

- ¿Qué? - Preguntó molesto por ser interrumpido en su sueño.

- Levantate ya, ¿sabes que hora es? Es casi la una de la tarde -  Dijo Saeng y los ojos  de Min se abrieron de golpe mientras se levantaba apresuradamente de la cama y ayudaba a los demás a despertar á los demás que se quejaban.

Saeng corrió al baño y se cepillo los dientes, se cepillo el cabello y se cambió de ropa antes de salir corriendo de la habitación hacia el ascensor.
Cuando salió del ascensor camino hacia la recepcionista que le señaló el restaurante y respiro hondo antes de entrar, mientras lanzaba preguntas sobre porque Yeon-mi vendría a verlo, pero no podía entenderlo.

Vio a Yeon-mi sentada en una mesa para dos con una  botella de vino en la mesa, tomó un sorbo de su copa luciendo tan elegante como siempre, Saeng suspiro y comenzó a caminar hacia ella.
Yeon-mi alzó la mirada cundo sintió su presencia, una dulce sonrisa se dibujó en sus labios cuando lo vio y le hizo señas para que pasará.

- Ven siéntate.

Saeng le devolvió la sonrisa y se sentó frente a ella, Yeon-mi llamo a un camarero y le pidió otra copa de vino para Saeng, el le sirvió la bebida y se alejó.

- Sra. Kim, ¿qué hace aquí? - pregunto Saeng

Yeon-mi hizo un puchero cuando escucho la pregunta.
- ¿Ya no soy libre de verte? ¿Ya no soy bienvenida? - pregunto.

- No, no, no, no es esí... sólo estoy... sorprendido de verte, eso es todo.

- Entiendo - tomó un sorbo de su copa - una  amiga me dijo que  te vio en un club anoche, era el cumpleaños de de su hijo y el insistió en celebrarlo en un club, fui invitada pero no recuerdo cuando fue la última vez que estuve en un lugar de esos, así que  lo rechace, dijo que cuando te vio pensó que había enviado a Hyun y a ti en mi lugar, pero cuándo no vio a Hyun y también te vio con otros jóvenes ahí pensó que solamente habías ido al club por tu cuenta. - Miro a Saeng quien sólo la estaba mirando y suspiró. - Cuándo escuche  eso, supe que algo andaba mal, te llame esta mañana pero no respondiste, así que fui a tú casa pero sólo vi a Hyun, se estaba ayudando con su medicina, le pregunté por la enfermera pero me dijo que le indicó que dejará de ir, le pregunté porque, pero su respuesta fue que ya no la necesitaba - agregó.

- Espera, ¿Hyun impidió que la enfermera se ocupará de él? - Saeng interrumpió.

- Te acabo de decir lo que dijo - Yeon-mi suspiro - Dijo que te fuiste sin motivo alguno, me sorprendió, no lo vi venir, quiero decir, se que lo harías, pero no esperaba que fuera ahora - miró a Saeng - ¿Qué pasó?

Saeng exhalo un profundo suspiro y se lamio los labios. - No puedo aguantar más, no me lo está poniendo fácil - enterró su cara en la Palma de las manos y respiro hondo antes de soltarlo suavemente, miro a Yeon-mi.
- Lo intente, trate de hacerlo funcionar, pero el Simplemente no me quiere y no importa cuanto lo intenté, nunca lo hará - agregó.

Yeon-mi tomó sus manos entre las suyas y las apretó, se sentían calidad contra la de Saeng.

- Entiendo, no te culpo - sonrió antes de mirar a través de la pared de vidrio hacia la calle - ¿Y ahora que?.

- No lo se  - Saeng negó con la cabeza
- Cuando me fui ayer, me dije a mi mismo que si me llamaba volvería, pero no lo hizo. - Miro a Yeon-mi - No le importa si me quedo o me voy, a el no le importa. - una lágrima se deslizó por su mejilla y el se la seco rápidamente.

- Realmente te extrañaré Saeng, si nesecitas algo no dudes en llamarme ¿de acuerdo? - le pregunto y Saeng asintió.

- No lo olvidaré, quería preguntarte si todavía almorzaras conmigo - dijo, los ojos de Yeon-mi se iluminaron de felicidad.

- Por su puesto, si estas libre podemos tener una hora - respondió.

- Ni siquiera he desayunado, así que  vas a tener las dos comidas conmigo - le susurro Saeng y ella sólo se empezó a reír.

- Siempre y cuando no me sienta llena - busco al camarero y lo llamo, les entrego el menú, Saeng y Yeon-mi pidieron antes de que se fuera el mesero. - ¿Debería enviarte a mi abogado? - Preguntó.

Saeng se  sorprendió - ¿Su abogado?

- Si, todo estaría terminando en poco tiempo y el también luchará por algo que sea adecuado para ti, tal vez una de sus mansiones, uno de sus hoteles, una de sus boutiques, de sus clubes y mucho más - Yeon-min se detuvo a pensar en los bienes de su hijo - tiene un castillo en Francia, se lo regalo mi madre, también será tuyo - le dijo segura.

Relación de amor y odio 2.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora