Capítulo 5.

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Jeongyeon POV.

2 años atrás.

Unos suaves labios, pude sentir unos suaves labios sobre la piel de mi rostro, y luego sentí que acariciaban mi cabello, se sentía tan cálido y acogedor, no quería despertar, pero de a poco abrí mis ojos. Unas pocas rayas de luz se asomaban, pero eran lo suficientemente luminosas para dejarme ver el rostro de quien me acompañaba en aquella cálida cama.
—Buen día, dormilona.— Murmuró con una voz todavía adormecida, haciendome sonreír. Me acomodé en la cama para así poder verla mejor.
—Buenos días, señorita Hirai. O debería decir, futura señorita Yoo.— La sonrisa de mi amada compañera hacía que mis mañanas empezaran con gran energía, pero ese día no tenía ganas de levantarme, no me malinterpreten, su sonrisa seguía igual de radiante, tanto que tenía ganas de quedarme todo el día con ella para escuchar su risa, hablar de cualquier tema, y por supuesto, pasar el tiempo con nuestra pequeña hija que hace poco tiempo cumplía tres años de edad. —¿Minari todavía no despierta? —Pregunté estirando mis brazos, mientras que dejaba salir un bostezo.

—Creo que todavía está durmiendo, aún es temprano.— Respondió mi acompañante. Mis manos fueron a la cintura de la contraria, atrayendola a mi cuerpo.

—Así que todavía tenemos algo de tiempo para empezar bien la mañana...—Pronuncié acercándome al pálido cuello de la jóven de cabellos oscuros, una leve risa por parte de la contraria me premitió llegar a su piel para comenzar a besar esta. Clara estaba la intención y ambas lo sabíamos, y habríamos llegado a algo más de no ser interrumpidas por un llamado muy claro.

—¡Mamá! ¡Mami!

Detuve mis acciones y suspiré, separandome de la más joven, ambas nos miramos y nos dimos un corto beso en los labios. Por supuesto que amabamos a nuestra niña más que nada en el universo, pero aveces necesitabamos aunque sea unas pocas horas a solas para, bueno, tener intimidad como cualquier pareja lo tendría. Pero por el momento tendríamos que esperar un poco para aquello.

—Iré por Mina, ¿puedes preparar el desayuno?— Murmuró la de cabello oscuro y yo asentí con mi cabeza. Seguido de esto ambas nos levantamos, Momo fue a la habitación de la menor y yo caminé a la cocina para preparar el desayuno. A los pocos minutos sentí que una pequeña persona abrazaba mia piernas, fue necesario bajar mi mirada para encontrarme con aquella niña que alegraba mi vida, sonreí y me agaché un poco para alzarla y tomarla en mis brazos. Dejé un par de besos en sus mejillas, escuchando risas salir de sus labios mientras que yo le decía buenos días.

La mañana continuaba normalmente, tomamos desayuno, nos vestimos y salimos de nuestro apartamento. Vivíamos cerca del centro de la ciudad de Tokyo, por lo que fuimos caminando hasta el centro. Momo debía ir a hacer algunos papeleos en la academia donde trabajaba y yo iría al mercado para comprar algunas cosas necesarias, Mina iría conmigo y luego nos juntaríamos todas en casa para almorzar.

—Me gusta la nieve.— Murmuró la pequeña que iba en mis brazos, mientras que tomaba con mi otra mano la diestra de mi pareja.

—A mi igual me gusta mucho la nieve, aunque hoy hay un poco más de viento que lo habitual.— Murmuró mi contraria y yo asentí. Llegamos a la parada donde nos separaríamos, así que me quedé junto a ella esperando al bus que debía tomar.— Ya llegó el bus. Nos vemos luego mi princesita.— Murmuró dejando un beso en la mejilla de la más joven, luego me miró a mi. Sentí una rara angustia, por alguna razón no quería que Momo fuera sin mi.— Nos vemos luego, amor. —Recibí con gusto el beso en mis labios, y le sonreí levemente.

—¿No quieres que vayamos contigo? Puedo acompañarte, no quiero que te pase nada.

—¿Desde cuando te convertiste como mi madre?— Murmuró entre pequeñas risas.— Soy una mujer grande, no es necesario que me acompañes, no pasará nada, además está muy frío para esta pequeña, así prefiero que vayan pronto a casa. Ya debo irme, las amo. —Aquello último lo dijo con algo de rapidez ya que debía subirse al bus. Asentí cln mi cabeza, no estaba convencida, pero tenía razón, hacía mucho frío y no queríamos exponer a Mina a algún resfriado o a algo peor.

Luego de eso, fuimos caminando hacia el mercado, iba a sacar mi celular para preguntarle a Momo si deseaba algo en específico para el almuerzo, pero en ese momento me di cuenta que había olvidado el dispositivo en casa.

Suspiré maldiciendo en silencio, pero no pude hacer más que continuar con la caminata.

Unas dos horas después acabamos de llegar con Mina a casa, la bajé de mis brazos y ambas nos desabrigamos un poco ya que por suerte nuestra casa era acogedora y tibia. Me tomé el tiempo de guardar todas las cosas e incluso de jugar con Mina algunos minutos, pero luego de esto recordé mi celular.

Me levanté y busqué el aparato, estaba sobre la cama en la que había despertado, cuando lo encendí quedé totalmente confundida y asustada.

Momoring: 7 llamadas perdidas. 4 mensajes. 1 correo de voz.

Mi ceño se frunció a la vez que miraba la pantalla, apreté la opción para escuchar su correo de voz y sólo quedé atenta para escuchar lo que diría.

Momoring: Jeong, tengo miedo. Estoy atrapada en el asiento del bus, alguien nos chocó y ya no puedo sentir mis piernas. La ventana se rompió y llega mucha nieve. Creo que estuve inconsiente, porque no sé donde estoy. Esto es tan frío, todavía no llega nadie. Amor, tengo mucho miedo. Te amo, dile a Minari que la amo.

Quedé totalmente en shock, no podía decir ninguna palabra, simplemente tenía en celular cerca de mi oído siendo que ya había acabado de escuchar el audio. La voz de Momo se escuchaba tan débil, se escuchaban algunos llantos y voces a lo lejos, probablemente eran otras victimas que iban junto a Momo en el bus.

—¿Cuándo va a llegar mami?

La voz de Mina me despertó de mis pensamientos, me voltee para verla pero no pude decir nada. Caminé pasando a un lado de ella, al llegar a la sala de estar encendí la televisión donde estaba un canal de noticias. Efectivamente, un múltiple choque había ocurrido en la carretera. La nieve había afectado a varios conductores, además que provocaba que los vehículos resbalaran en las calles.

—Todavía no se ha llegado a atender a todos los vehículos afectados, todas las unidades cercanas están siendo alertadas para que vayan a acudir al lugar donde han ocurrido todos estos eventos.

Sentía que todavía no podía asimilar todo, mi respiración estaba entrecortada y no podía reaccionar con nada. Pasaron unos minutos y recién pude volver a mirar mi celular, marqué el número de Momo, necesitaba volver a escucharla, necesitaba saber que seguía viva, necesitaba saber que no perdería a mi futura esposa. Mina no podía perder a su mamá, yo no sería capaz de hacer todo, no podríamos continuar sin Momo.

Apenas sin darme cuenta había pasado casi una hora, Mina sólo se quedó sentada en el tapiz de el living, coloreando y jugando con sus juguetes. Me despertó el sonido de mi celular, el cual atendí casi al instante.

—¿Si?
—Buenas tardes, ¿hablamos con Yoo Jeongyeon?
—Sí, soy yo.
—Somos el Hospital Tokyo Metropolitan Matsuzawa, necesitamos que venga lo más pronto posible al Hospital para reconocer y confirmar el cuerpo hayado de la joven Hirai Momo.







Hola:)

No me maten, desaparecí demasiado tiempo, lo sé y lo lamento. Pero bueno cosas que pasan verdad:).

Bueno aparte de volver a pedir perdón, quiero comunicar que continuaré con la historia. Agradezco el apoyo que le han dado así que espero que continuemos así.

Fin del comunicado.

i can't be 𝘆𝗼𝘂𝗿𝘀  || 2yeon g!pDonde viven las historias. Descúbrelo ahora