Phillipe llevó a Draco al mismo castillo donde fue visto su padre la última vez. El rubio pudo notar que ese lugar tan peculiar eran tan oscuro y macabro, estaba cubierto de nieve y el frío era muy difícil de soportar, un extraño escalofrío recorrió todo el cuerpo de Draco sin embargo eso no lo detuvo en busca de su padre. Tomando todo el coraje que pudo entró al castillo.
Una vez dentro, Draco pudo notar que el castillo se veía muy viejo y descuidado, en otras circunstancias pudo haber sido un hermoso lugar como en los libros que acostumbraba a leer, sin embargo este palacio en partículas era diferente, sentía una extraña sensación en su cuerpo que trato de ignorar
"Mira Remus, por alla un hermoso chico"
" Puedo notarlo Sirius, perdí mis manos pero no mis ojos"
"Pero, ¿Y si es él indicado? El que romperá el hechizo"
" No podemos hacernos ilusiones querido"
"Lo sé pero..."
Draco puedo escuchar voces detrás de él, se dirigió al sitio donde las había escuchado, preparándose para atacar a cualquiera que le hiciera daño y con la voz más fuerte que su pequeño cuerpo puedo sacar, encaró a aquellas voces
" ¿Quien anda ahí?" - pregunto Draco
Sin embargo una voz familiar interrumpió su camino.
" Draco" – la voz de Lucius sonó por el castillo, se escuchaba débil y enfermo como si le costara poder hablar
"Padre"
Draco corrió hacia donde estaba la voz de su padre. Cuando llegó ahí lo que vio lo dejó helado. Su pobre padre estaba en una sucia celda lleno de polvo con una fuerte tos y unas pequeñas bolsas en los ojos donde se podía notar la falta de sueño
-Padre ¿qué haces aquí? ¿quién te hizo esto? Tengo que sacarte de aquí – Draco se arrodillo a la celda donde estaba su padre, lleno de lágrimas tratando de abrir la puerta donde estaba encerrado.
- ¡No! Dragón es peligroso, sal de aquí puede lastimarte.
-¿De qué estás hablando padre? ¿Quién...?
Pero no pudo terminar su oración ya que un fuerte rugido interrumpió la conversación con su padre.
En la oscuridad de la torre, Draco pudo notar un figura, dueño de aquel horrible ruido.
-¿Qué haces aquí?- una fuerte voz sonó haciendo que Draco sintiera un horrible escalofrío recorrer por su columna vertebral.
-Vine por mi padre- respondió Draco ,tratando de no demostrar el miedo en su voz.
-¡Tu padre es un ladrón!
-¡MENTIROSO!- gritó Draco- por favor liberalo. Podria morir
- Entonces no debió venir.
-Por favor, haré lo que sea.
-No Dragón, no lo hagas- la voz era débil, casi rota y aun así con todas sus fuerzas intento defender a su hijo de aquella horrible bestia.
-No puedes hacer nada por él ahora lárgate de aquí- rugió la figura
-Yo ... yo tomaré su lugar. Por favor, suéltalo.
-¿Por qué tomaría su lugar? Estarás encerrado de por vida.
- Es mi padre- Draco por la pobre iluminación del lugar no pudo distinguir a la figura que iba a ser su tormento – Ven hacia la luz
Y sin saber porque, Harry obedeció al pequeño rubio que tenía delante de sus ojos y se dejó ver.
Draco al verlo no pudo evitar un sonido de sopresa, delante de sus ojos pudo notar un ser con unos enormes cuernos en su cabeza, su pelaje tan negro como la noche, unas garras que te destrozarian vivo con un solo rasguño, unos enormes colmillos que intimidaban a culaquiera. Una bestia. Pero detrás de todo esa apariencia bestial, pudo notar algo inusual en aquel ser, casi humano, pues los ojos de la bestia eran tan verdes como esmeraldas.
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El rubio y la bestia ( Harco/Drarry)
FantasiaEl cuento de la Bella y la Bestia versión Drarry/Harco Los personajes no me pertenecen son propiedad de J.K Rowling La portada no me pertenece. Crédito a quien corresponda