Fate: Όλυμπος

Capitulo 9: El Dios del fuego y la forja.

Fate/stay night y sus personajes no me pertenecen.

Notas al final del capitulo, si tienen alguna confusión, esperen al final, y si no se resuelve su duda, pueden preguntar al final siempre y cuando no sea algo que pueda spoilear antes de tiempo.

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Archer disparó varias flechas hacia el dúo de Cabiros con gran velocidad. Periclímeno se vio forzado a dejar de combatir con las deidades menores para esquivar las propias flechas que habia disparado su 'compañero.'

Parecía que a Archer no le importaba mucho el bienestar de Periclímeno.

A pesar de la notable cantidad de proyectiles lanzados, ambas deidades lograron esquivar las flechas mientras retrocedían varios metros en la arena.

"¿Puedes mantenerlos a raya, Archer?" preguntó Periclímeno con seriedad, sus ojos recorrieron la pálida costa brevemente.

"Puedo hacerlos retroceder, pero no te aseguro que todo salga de buena manera. Las armas de esos dos Cabiros se volverán una gran amenaza si logran tomar una distancia considerable." respondió Archer con el ceño fruncido, levantando su gran arco negruzco.

Periclímeno resopló. "En tal caso, acerquémonos a ellos, y forcemos un combate individual a corta distancia. Si logramos cerrarlos en un duelo de ese estilo, obtendremos toda la ventaja."

"No era necesario que me lo dijeras, ese curso de acción es el más obvio."

Periclímeno chasqueó la lengua con molestia por el tono de voz tan indiferente y grosero de Archer. Incluso pudo identificar la clásica voz irritante que siempre utilizaba en sus malditas burlas.

El hijo del Rey Neleo sacudió su cabeza para desviar esos pensamientos de su mente, y despegó hacia los dos Cabiros con gran velocidad mientras levantaba su brillante espada.

Por ahora ignorar a Archer fue lo mejor. Era impresionante como ese esclavo podía hacer esta clase de comentarios en una situación tan peligrosa.

El Cabiro portador del hacha dio un paso adelante, balanceando su arma para partir el cuerpo veloz de Periclímeno en dos.

Sin embargo, Periclímeno logró agacharse a tiempo, esquivando el poderoso corte limpiamente.

Periclímeno esbozó una sonrisa intrépida y preparó su espada para atravesar el cuerpo del Cabiro, sin embargo, su hermano estaba atento a ese curso de acción, por lo que se movió a la velocidad de un rayo, y le propinó un buen golpe en la cabeza.

El Cabiro portador del martillo no se detuvo con sus ataques, y volvió a apuntar su arma hacia Periclímeno para dejarlo fuera de combate, pero justo cuando estuvo a punto de terminar con el hijo del Rey Neleo, una gran ráfaga de flechas detuvo sus acciones por completo.

Las deidades menores trataron de retroceder varios metros hacia atrás, pero tal y como Archer había predicho, la reacción de los Cabiros fue demasiado tardía.

Los Cabiros gimieron de dolor cuando los proyectiles se incrustaron en sus cuerpos divinos. Las flechas sobresalían de la carne, dejando una vista bastante dolorosa y grotesca de las heridas recién recibidas.

Para muchos individuos, tener tantas flechas enterradas en sus cuerpos sería mortal, pero para seres con divinidad como los Cabiros, estas heridas eran manejables.

Archer siempre supo que la sangre divina tenía mucho valor, pero no dejaba de ser ridículo la cantidad de beneficios que podía proporcionar.

El joven bronceado se acercó lentamente a Periclímeno para tratar de auxiliarlo. Parecía que el hijo del Rey Neleo estaba tratando de ponerse de pie, aunque seguía algo aturdido por ese ataque.