Naruto: Un Ángel en BNHA

Problemas "Hospitalarios"

—En la sala de espera del Hospital—

En una esquina de la recepción del hospital, en unos asientos concretamente, un aura ominosa que expresaba peligro, se podía sentir, y los causantes eran nada más y nada menos que el matrimonio Kuran. Estos estaban como una bomba a punto de estallar, ya que aunque llenaran y firmaran, la endemoniada pila de papeles no hallaban, papel tras papel, siempre había otro más otro debajo del otro, junto con un nuevo bolígrafo que se quedaba sin tinta.

A la mujer se le observaba como media zombi, que si lo rayos del Sol la llegaban a tocar podrían jurar que se convertiría en ceniza. Al hombre por otro lado, quien lo viera diría que era la encarnación del Diablo mismo, que si le llegaban a dar otro puñetero papel más crearía una masacre en el mismo hospital. El calor se podía sentir en la sala, se podría decir que todas las maldiciones de la ciudad se unieron todas en esa esquina para hacer un festín. Los Doctores y enfermeros que pasaban cerca sólo tenía una opción, no mirar y simplemente salir corriendo como alma que lleva el Diablo.

Pues para mala suerte de la recepcionista le habían mandado nuevamente otros 5 papeles para la pareja. Ella con toda la temblequera del mundo se levantó a paso lento, mentalmente confirmando que sus padres tuvieran seguro porque las maldiciones venían de camino para agarrarla por las piernas y llevarla a esa esquina de la recepción del hospital que se podía comparar con el infierno mismo. Se armó de valor y se dispuso a dirigirse a lo que más seguro sería su lugar de descanso, con toda la firmeza en los ojos, acercó los papeles que traía en la mano hacia a la pareja. El hombre se le quedó observando, por un momento juro ver fuego en sus ojos y un escalofrío recorrió por toda su columna.

En ese momento ella se preparó para supiera ¡Kami! lo que el Señor Kura le haría. Pero de repente como un milagro bajado del Cielo el Doctor llegó, a salvarla de su perdición, dio mil gracias internas y se atrevió a volver a mirar al hombre y era una persona completamente diferente, de algo que dirías que fue sacado de la película más terrorífica del mundo ahí estaba, un Señor que parecía que todas las flores del mundo lo seguían y actuaran a voluntad, sin mencionar a la mujer, que cualquiera diría que estaba más seca que una pasa, a punto de morirse, también cambio por completo, ahora era la flor más saludable del mundo parecía que un balde de agua le cayó encima y lo absorbió. A su mente llego un pensamiento bien claro, más claro que el agua "BIPOLAR" la secretaria tosió un poco se recompuso como pudo, ignoró el sudor que le recorrió por todo el cuerpo y se dirigió a su escritorio, dejando que el Doctor hablara.

-Buenas noches Señores Kura, vengo para darles la noticia de que ya le hemos realizado la operación al pequeño con éxito. También les vine hablar sobre su particularidad y cuidados que tienen que hacer debido a este mismo - dijo este en tono serio recibiendo un asentimiento de la pareja para continuar con la información - Antes de proseguir quiero que me acompañen a un lugar más privado para poder estar y hablar más cómodos. Síganme por aquí- dijo esto en tono serio y neutral señalando la puerta de una oficina para que los sigan

El Doctor se acercó a la puerta introduciendo una una llave para abrir la misma. Sin vacilación abrió la puerta y ordenó a entrar a la pareja. Todos ya sentados en los respectivos asientos, el Doctor saco de su bata de médico un fajo de papeles, por un momento otra vez el aura asesina se hizo presente la cual el Doctor notó, informando que no eran papeles para firmar si no un diagnóstico del paciente. El aura aterradora desapareció de un momento a otro y la pareja volvió a sonreír con un fondo de flores. Ignorando lo acabado de suceder por que él era Doctor no psicólogo prosiguió para hablar.

-Bueno como les iba diciendo, tengo que decirles que  el pequeño no tiene una particularidad - dijo esto viendo cómo la pareja abrían los ojos e inclinaban la cabeza en desaprobación