𝐏𝐑𝐎𝐌𝐈𝐒𝐄 彡 𝗦𝗮𝗺𝗯𝘂𝗰𝗸𝘆

PROMISE

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Un suspiro corto escapó de sus labios luego de percatarse de la leve sonrisa que se había dibujado involuntariamente en su rostro, desechandola al instante cuando la realidad golpeo en su rostro tan intensamente que nublo sus sentidos por completo unos segundos. Entonces, se pregunto porque seguía de pie en el umbral de las imponentes puertas del histórico edificio, ocultándose detrás de los medios como si fuera un ser incorpóreo del cual su presencia no era percibida mientras el barullo de periodistas que se abalanzaban como animales en busca de nuevo material para los medios de comunicación contrastaba con la calma de su postura, llegando a sus oídos el molesto ruido del desorden de aquel tumulto del cual nunca estuvo completamente acostumbrado.

Entendía el entusiasmo creciente de la población, así que no tenía verdaderas quejas de lo que estaba presenciando, en especial cuando Wilson se veía contando con la misma felicidad que demostraba sin reparos en la sonrisa que iluminaba toda la sala y las televisiones de todos los rincones del mundo. ¿Iluminar?, ¿Eso creía que causaba Sam?. Tal vez sus pensamientos hayan divagado hasta ese punto, tal vez vio a su amigo reflejarse en los ojos de aquel hombre que ahora portaba fielmente su legado en sus manos, y solo tal vez, estaba satisfecho con el nuevo Capitán América.

Si, no estaba mal pensar aquello cuando era una verdad innegable, Sam tenía una sonrisa que opacaba todo lo que lo rodeaba, al igual que Steve, y confiaba en su juicio de que sería un digno portador del escudo que significaba tantos valores e ideales.

Eso fue suficiente espectáculo para Bucky, quien ya no veía razones para mantenerse en su lugar dentro de la sala, ni de la vida del héroe que ahora saludaba con carisma a las cámaras. Se aparto, creyendo que nadie tomaría en cuenta su partida cuando ni siquiera sabían que había permanecido parado en el mismo lugar durante varios minutos, como el debido fantasma que es desde hace setenta años. Pero había alguien que lo tomaba en cuenta y Bucky lo desconocía, alguien que siempre va a notar su presencia de ahora en adelante y, lo mas importante, siempre anhelaría su compañía.

— ¡Bucky!.

El grito llamando su nombre alcanzó sus oídos rápidamente y una vez que logró reconocer la voz de quien lo buscaba, paró su caminata. Volteó con cuidado hacía atrás, viendo con un poco de sorpresa como Sam corría hacía su dirección para alcanzarlo, no llevaba el escudo consigo y sostenía en su mano derecha el casco.

— Si vas a ser el nuevo Capitán América, deberías ponerte en forma —. Después del tiempo que pasaron juntos, había desarrollado un sentimiento de comodidad y seguridad a su lado, lo cual le permitía hacer bromas como la que ahora acaba de hacer entre leves carcajadas al ver la respiración acelerada del contrario, recibiendo una mueca de irritación por parte de Sam.

— Note que te fuiste, ¿Por qué? —. Evadió el anterior dialogo, y mientras recuperaba su postura y se erguía nuevamente después de tomar el aire necesario, preguntó directamente que es lo que había ocurrido para que se retirara, tomando desprevenido al soldado del invierno.

— No tenía razones para quedarme — Respondió con sinceridad, desviando su mirada a un punto muerto del pasillo, evitando enfrentar la mirada del hombre que tenía delante. — Estoy... Estoy contento por ti — Declaro con leve vergüenza.

— Es una gran responsabilidad, pero también estoy contento con esto. Gracias por tu apoyo en todo este tiempo, Bucky.

No pudo evitar impactarse cuando vio su sonrisa, la cual devolvió con algo de pena y nostalgia, había olvidado la sensación de tener un compañero, un amigo, y de alguna manera creía que eran ideas suyas que no se parecían a la realidad. Esta aventura era una prueba en la que se metió por el dolor de que alguien que no lo merecía tuviera el escudo de quien tanto apreciaba, y Sam lo había aceptado dentro por obligación, no era algo que creía duradero, solo era... Una misión.

La curva de sus labios desapareció tras caer nuevamente en la realidad. Volvió sobre sus pasos, buscando retirarse como en un principio pretendía hacer antes de que Sam lo alcanzara, pero una presión sobre su antebrazo de carne lo detuvo, y volvió a voltear su cabeza para ver como Wilson lo sostenía.

— No tienes porque irte, Buck — Dijo con voz suave, sin desaparecer su risueña sonrisa. — De hecho, tampoco quiero que te vayas.

Esas palabras calaron hondo dentro de su mente, de sus memorias, repercutió en todo su ser como un terremoto que venía a destruir toda inseguridad. Su pecho se agito, y maldijo ser tan horriblemente sensible.

— No me quieres contigo, te lo aseguro.

— ¿Qué te hace pensar eso? Claro que si, eres mi amigo, obviamente te quiero a mi lado, en especial en esto.

— No puedes tener a tu lado a una persona rota - Murmuro audible, su mirada perdiéndose entre la nada, vacíos, oscuros, sin reflejar otro sentimiento que no sea dolor. — Esto solo fue una misión, la cumplí, es hora de que...

— Vas a quedarte conmigo, no voy a dejarte.

El ardor de su interior explotó, desparramando las llamas en cada extensión de su cuerpo. Su corazón bombeaba rápido, con una presión inusual que no era precisamente tristeza, su abdomen cosquilleaba a tal punto de sentir como todo se revolvía dolorosamente, sus ojos brillaban en el exterior y picaban fuertemente. Por unos segundos, su cabeza dio vueltas y su cuerpo se tambaleo, llevaba tanto tiempo sin sentir emoción alguna y cuando por fin pudo sentirlas propias de nuevo, solo reflejaban lo peor de su persona, dejándolo noches enteras sin dormir sumido en la desesperación de los actos atroces que cometió en un pasado, sintiéndose culpable cuando no lo era realmente, y aquello lo llevo a cerrarse en si mismo.

Pero ahora es diferente. Había algo en Sam que lo tranquilizaba, que lo devolvía a ser el James Barnes antes del incidente del tren, algo que solo podía causar Steve, quien se había ido. Volvía a sentir lo que creía perdido por más que lo intentará, y disipaba todo pensamiento negativo de su cabeza.

— ¿Por qué...? — Se atrevió a preguntar, pero fue interrumpido.

— Se lo prometí a Steve — Dijo. — Le prometí que nunca tendrías que estar solo otra vez, que no te dejare caer y... Se que no soy el y se lo importante que es para ti, pero quisiera...

Bucky sonrió. Steve era un idiota.

— ¿Hasta el final de la línea, Sam?.

Y ahora, Bucky tenía un nuevo idiota al mismo nivel.

— Hasta el final de la línea, Buck.

Quizá debería quedarse, por una vez después de tanto tiempo, e intentar ser feliz junto con Sam.

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N/A: Estoy triste no me toquen-

Improvisación corta, hice mí mejor esfuerzo, espero que lo hayan disfrutado <3

— IS.