Suspire frustrada, mientras veía hablar a mamá sobre mi última calificación.
-Mamá? –la corte- ¿puedo ir donde los O’connor?
-De nuevo?
-Mamá…
-No te quiero tarde en casa
-Gracias, te amo –le di un beso, y Salí camino a casa de los O’connor.
Camine mientras pensaba en el chico de las cartas, ¿Qué rayos sucedía conmigo?
Llegue a la residencia en donde Vivian los O’connor y toque el timbre, enseguida la señora Magdalena mamá de Chandler quien se había vuelto muy cercano a mí en este tiempo.
-Hola –sonreí- ¿Se encuentra Chandler?
-Hola cariño, claro pasa, está en su habitación.
Le sonreí amablemente y subí hasta la habitación de Chandler, la puerta estaba abierta por lo que no tuve que tocar, él estaba acostado en su habitación con una libreta escribiendo.
-Hola –dije
-Hola…¿alaska?-chillo Chandler sobresaltado y callo de la cama, reí.
-Creí que te alegrarías de verme eh.
-Si..es solo que..nada
-¿Qué haces? –Le pregunte, curiosa.
-La curiosidad mato al gato –dijo evadiendo el tema
-Pero el gato murió sabiendo, ya dime que estas haciendo. –reí y me abalance sobre el haciendo que ambos cayéramos de la cama de nuevo pero esta vez yo sobre Chandler, el se puso tenso- Uh, eso no tenía que pasar-dije
-Tu crees? –el rio entre dientes. Y lo mire, sus ojos eran demasiado lindos, sin querer me acerque al el, y nuestras respiraciones se mezclaban- Alaska..no..-el iba a terminar de hablar pero yo me levante rápido y le arrebate la libreta de la mano. Desearía no haberlo hecho.
-Alaska ¡no! –grito Chandler.
La tome y empecé a leer ignorando a Chandler:
“Hola Alaska,
Hoy te he visto al salir de tu casa, no pienses que soy un acosador…”
No pude terminar de leer porque alguien me la arrebato y sentí mis ojos humedecerse.
-Eras tú? –susurre- Eras tú, Chandler? –grite enojada.
-A..las..alaska, yo..
-¿Por qué nunca me lo dijiste? –dije mientras caminaba hacía la salida dispuesta a irme.
-Tenía miedo. ¿sí? Lo siento, es que maldita sea, tengo 17 y tu tienes 18 eres un año mayor que yo…y me siento muy mal por eso. –dijo y sollozo.
Sonreí.
Quizás Chandler era todo lo que necesitaba y no me había dado cuenta.
Quizás también era bipolar.
Me di la vuelta y lo vi, tenía los ojos húmedos y miraba hacia la pared.
Camine hacia él y le tome la mano, Chandler se sobresaltó.
-Que haces? –pregunto nervioso.
-Uh, ¿estarías dispuesto a salir tomado de la mano junto a mí? ¿Estarías dispuesto a que todos nos vieran juntos?
-Yo..lo estoy.
-Entonces..no es necesario que tengas 19. –dije y le sonreí.
Chandler era quien había estado ahí cerca de mí siempre, y yo nunca me había dado cuenta de ello.
Él era mi persona favorita ahora.
Y no me importaba lo que pensaran los demás.
Ya no era solo yo.
Ahora era Chandler y yo.
Y así sería.
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Alaska.
RomanceEl era un simple enamorado, que le dejaba cartas junto a una rosa azul a aquella rubia; quien anhelaba saber quien era él, y por qué lo hacía. Obra registrada en save creative bajo el código: 1411242591208. © Piercethevaleria 2014 Todos los derechos...