Darth Sacruss, la leyenda contada por nadie.

A duras penas

Gobrak se despertó un día más en la academia, pero esta vez, se levantó con ganas, con muchas ganas explorar una zona en concreto, Gobrak quería ver como era la zona de entrenamiento de los mejores soldados sith de la academia, así que se levantó rápido, hizo su cama se preparo, se vistió y fue a escondidas por la academia hacia la zona de entrenamiento, las zonas principales de toda la academia estaban vacías, Gobrak se levantó una hora antes de que sonase el timbre para que los estudiantes se despierten. Al llegar a la zona de entrenamiento, se asomó por un agujero que tenía el muro y vio a los soldados sith entrenar con espadas de madera y levantando con el poder de la fuerza piedras y arena. Gobrak estaba ilusionado viendo como usaban la fuerza aquellos soldados para entrenar, entonces, vio a un soldado diferente uno que estaba usando el poder de su la fuerza para levantar un deslizador, este era el más fuerte de los que veía ahí presentes, Gobrak se quedó viéndole y decidió que sería gracioso hacerle una jugarreta, Gobrak elevó con la fuerza desde la lejanía un puñado de arena que se encontraba en las espaldas de aquel soldado sith que levantaba el deslizador y le tiró a la cabeza toda la arena. Este soldado se pensó que era alguno de sus compañeros a si que les empezó a gritar:

-¡E! ¿Quien a sido el gracioso que me a tirado arena a la cabeza?

Gobrak lo escucho mosqueado y se empezó a reír mucho, le pareció interesante la manera en la que entrenaban los soldados sith, a si que le dejo de parecer tan mal el echo de que se pudiera convertir en uno. Se empezó a dirigir de vuelta a su habitación para recoger su mochila, el timbre sonaría dentro de poco, entró a su habitación tal cual salió, pero no se dio cuenta de que lo siguieron durante lo que llevaba fuera, era el guía, este lo vio diriendose a la zona de entrenamiento de soldados sith, a si que decidió seguirlo, vio que se mostraba algo ilusionado y también lo vio haciéndole la jugarreta al aprendiz de soldado, lo cual sorprendió bastante al guía.

En cuanto a Linha, ella se levantó aquel día con ganas de buscar algún otro trabajo, ella no quería vivir de lo que le daba su hijo, a si que decidió dejar de encargarse de vender chatarra, porque también le costaba mucho esfuerzo ya que estaba sola y quiso buscar algo más ameno, a si que se preparo, fue sola al pueblo con su viejo deslizador y se dirijo a distintos puestos de trabajo preguntando si necesitaban a alguien más para trabajar, primero pasó por un puesto de venta de comidas, después se dirigió a una enfermería clandestina, una floristería de especies raras y al final no la aceptaron en ninguno, volvió por la tarde a su chabola y decidió ir a visitar a Gumad donde estaba enterrado, la última vez que estuvo ahí, fue con Gobrak para enterrarlo junto a su madre, se llevó una cantimplora de agua y fue al llegar ahí se arrodilló en frente de su tumba le echo el agua por encima, como símbolo de respeto que se hace en Garel, Linha le empezó ha hablar:

-Te hecho de menos, sufrí mucho por todos nosotros al primer día en el que nos faltaste, aunque mira, resulta que Gobrak a sido dotado con la fuerza. Me gustaría que estuvieses aquí para verlo, estoy muy orgullosa de el, se ha mantenido muy fuerte durante todo el tiempo. No espero reunirme contigo pronto, pero estés donde estés esperame para reencontrarnos.

Dijo Linha antes de levantarse mientras se secaba sus lagrimas.

Gobrak acabó aquel día de estudio, a si que se dirigió de vuelta a su habitación, volviendo a ella vio a sus compañeros en su habitación pasándoselo bien, se divertían, Gobrak los miró con algo de recelo y siguió caminando hacia su habitación y entonces en frente de ella se encontraban cuatro niños, éstos miraron a Gobrak seriamente y uno de ellos empujó a Gobrak a una de las paredes del pasillo:

-E tu novato, ¿estás tan callado siempre o esque te han cortado la lengua?

Gobrak no reaccionó, se quedó mirando al suelo y pensó en que no quería problemas de ningún tipo y de repente, echo a correr a su habitación rápidamente y encerrándose en ella. Los niños corrieron tras el y no llegaron a alcanzarle. Empezaron a hablar cerca de la puerta pero Gobrak no llegó a oírlos bien y se fueron, Gobrak aprovecho que estaba en su habitación en ese momento para hecer sus deberes, al terminarlos se dirigió a buscar el mismo al guía y dando un paseo, al final lo encontró: