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Salí corriendo de casa y parece que estoy perdida. Si, soy una cobarde por escapar de mis problemas-¿puedo llamarlos mis problemas?-¿Qué debía hacer?. No podía hacer nada solo tengo 8 años. ¿Qué se supone que deba hacer ante esta clase de situaciones?

Regresaba de la escuela. Una vez más no me fueron a recoger por lo que me escapé sin que nadie se diera cuenta y vine caminando hacia mi casa. Sé que está mal escaparse y venirse sola, pero no podía quedarme esperando a que vinieran por mi porque, sabía que nadie vendría.

Mis abuelos paternos fallecieron en un accidente vehicular cuando yo apenas tenía 4 años. Ellos eran muy cercanos a mi por lo que me dolió bastante su partida a pesar que yo aún era muy pequeña, pero podía entender situaciones mayores.

Papá fue el más afectado ya que era hijo único, no podía aceptar que sus padres hayan muerto en ese fatal accidente por lo que fue durante 4 meses a terapias, y mi madre y yo lo apoyábamos como podíamos. Después de terminar sus consultas con el psiquiatra se fue a Perú con la excusa de que encontró un mejor puesto de trabajo allí y que necesitaba estar solo para poder por fin terminar de aclarar su mente, al principio me enviaba postales y hacíamos llamadas los fines de semana pero al cumplir 7 años mamá y yo perdimos todo contacto con él.

Mi mamá se enamoró otra vez, yo solo quería su felicidad por lo que no me interpuse entre ella y su pareja, de algún modo entendía que papá no volvería a estar con ella. Mis abuelos maternos aprobaron su relación y ya llevan casi un año juntos. Los primeros meses fueron tranquilidad y amor pero toda pareja también tiene un tiempo oscuro, en este caso él comenzó a llegar ebrio a casa, algunos días llegaba con amigos y otros con mujeres desconocidas, aunque todas las noches terminaba con lo mismo, él golpeando a mi madre e insultándola.

Mi mamá "lo ama"-si, lo digo entre comillas porque que hasta yo puedo entender que eso no es amor- por eso no deja que se vaya de la casa y lo sigue consintiendo como un rey a pesar de todo lo hace.

Mamá no se ha descuidado del todo de mí porque cuando llego casa siempre pregunta como fue en la escuela y se disculpa por no haber ido a recogerme. Mi mamá no quiere quedarse sola, tiene miedo y no quiere decirle a los abuelos que pasa en casa o al menos es lo que yo creo.

Estaba a unos pocos pasos de mi puerta, sumergida en mis pensamientos. Que al llegar no me detuve a escuchar los gritos de mi madre. Al acercarme a la puerta, me quedé paralizada. ¿Otra vez está pasando? Mamá estaba en el suelo y la persona que le estaba abofeteando no tenía piedad con ella. Lo hacía una y otra vez.

Sentía una gran presión en el pecho, pero sabía que si intervenía no sería de ayuda- ¿Qué como sé eso? Lo intenté. Él, de un momento a otro, paró. Se sentó en lo que, pude observar a lo lejos, era un sillón. Y poco a poco, se sirvió más del líquido que tenía a su costado. Mamá estaba llorando. Me quedé mirando esa escena por unos segundos, hasta que procesé completamente lo que había pasado, parecía la escena de una película de terror. Las cortinas rasgadas, los platos rotos, botellas de licor destrozadas por toda la sala.

Mientras inspeccionaba el lugar, sentí una mirada. Era mamá, con sus últimas fuerzas pudo hablarme-Huye hija-Retrocedí un paso, que al parecer no fue tan disimulado.

Volteó. Él, fijó su mirada en mi. Me miraba de la forma más horrenda del mundo.
Con esas ojeras, ojos irritados llenos de dolor y rabia.
Su mirada lo dice todo -"Muérete".

Estaba inmóvil. Sentía como las lágrimas brotaban en mi rostro. Hasta que llegué a escuchar de la boca de ese ser quien se hace llamar mi padre aunque claramente no lo es.

-Tú, ¡maldita mocosa!

Apenas vi que él se levantó del sillón, no lo pensé dos veces y salí corriendo de ese lugar, al que en algún momento llamé "Hogar".

Seguía corriendo sin rumbo alguno, no sabía en dónde estaba, sin embargo se me hacía familiar. Paré y saqué un pañuelo de mi bolsillo y comencé a secar mis lágrimas. Estaba caminando mucho más calmada. A poca distancia del vecindario donde estaba, había un parque. Reconocí ese parque al instante, días antes del accidente aún venía con mi abuela antes que falleciera.

Me senté a la sombra de un árbol, no podía saber que hora era, por lo que al ver la posición del sol, deduje que eran las 5 de la tarde aproximadamente. Soy alguien que se puede considerar mayor mentalmente dado que puedo reconocer diversas situaciones que también involucra gente adulta.

Saqué de mi mochila una botella con agua por que me había cansado de tanto correr. Al fijarme bien, recordé que este parque no estaba tan lejos de casa por lo que me sabía la ruta por donde podría regresar, aunque había cambiado el estilo de las casas ya que no reconocía la mayoría -tal vez por eso me sentí perdida- pensé.

Saqué mi PCP y comencé a jugar;  me entretuve por lo menos 30 minutos sin pensar en nada más que pasar de nivel. Hasta que me sentí demasiado cansada, y me dolían los ojos de tanto llorar. Me quedé dormida a la sombra de un árbol sin darme cuenta.

Kuroo Tetsurou 

Habíamos salido con Kenma sin rumbo alguno, su mamá le quitó el PCP que tenía y nos dió un poco de dinero para que fuéramos a distraernos un rato.

Kenma estaba callado y mientras caminábamos miraba hacia la nada.

Vimos un parque cerca, por lo que le dije que iba a traer mi pelota de voleyball para que juguemos.

Kozume Kenma

Kuroo fue a traer una pelota de voleyball. Mamá me quitó mi PCP y me obligó a salir con Kuroo a "dar una vuelta" y comprarnos algo. Es un fastidio, no quería salir ya iba a anochecer. Llegué al parque. Pude ver algunos insectos - Me arrepiento de haber salido de casa- dije y suspiré.

Escuché un sonido, parecido al de un juego que tenía en mi PCP, me pasé por delante de un árbol donde se escuchaba aquel sonido. Una niña, al parecer de mi edad, estaba durmiendo. El PCP estaba prendido siguiendo el juego aunque era más que obvio que iba a perder. Se había quedado dormida, me acerqué con cuidado a ella, pude notar que su cara estaba un poco roja y por sus pestañas pude concluir que había llorado.

Mientras esperaba a Kuroo me senté al lado de aquella niña y la falta de no tener mi PCP a la mano me hizo coger el de aquella niña y seguir con lo que estaba jugando .De hecho era aquel juego que intentaba pasar de nivel antes que mi mamá me lo arrebatara. De pronto sentí algo pesado el hombro. Era ella, se había acomodado en mi hombro y seguía durmiendo. Lo único que pensé en ese momento fue que se veía tan tierna. Parecía una gatita queriendo acurrucarse. Por lo que acaricié su cabeza inconscientemente.

Al notar lo que estaba haciendo sentí mis mejillas un poco calientes. Sacudí mi cabeza y me di unas cuantas palmadas en mi frente, y decidí seguir con el juego. Mientras ella dormía recargada en mi, pude pasar varios niveles hasta que Kuroo llegó.

Kenma x OcDonde viven las historias. Descúbrelo ahora