III

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Any

Me sentía muy cómoda. Puedo sentir un poco de calor en las mantas. Espera. ¿Mantas? ¿Dónde estoy? Solo sé que estaba en el parque con esos dos niños y luego... Ah tal vez es por mi mala alimentación, sabía que en cualquier momento podría desmayarme, pero estaba segura que con solo hidratarme podría aguantar un par de días más, hasta que la situación en casa mejore. Si si, dije que mamá se preocupaba por mi y que estaría bien porque me alimentaba, pero eso dejó de suceder cuando todo el dinero que papá había dejado para mis alimentos lo gastara la pareja de mi mamá hace un par de días. Será mejor que despierte de una vez, este lugar se siente tibio y acogedor pero aún no sé donde ni con quien estoy. 

Listo, buenas buenas Any, despertaste y estás en un lugar completamente desconocido. Silencio, voz de mi conciencia. Me siento muy cansada. Y tengo hambre, mucha hambre. Al ver mejor la habitación en donde al parecer estoy Kozume-kun está jugando con su PCP sentado en un pequeño sillón al lado mío. 

-Kozume-kun - me senté y me acomodé en la cama donde había permanecido.

-Kenma, llámame Kenma.

-Ah. Kenma-san.

-Solo Kenma- me seguía corrigiendo sin dejar de jugar.

Cerré mis ojos y fruncí el ceño. ¿Es que este niño qué? ¿A caso no sabe que recién nos conocemos como para que le llame directamente por su nombre?

-Bien, Kenma ¿Me puedes explicar-

Abrí los ojos y me quedé estupefacta. Él estaba a muy pocos centímetros de mi. Mirándome fijamente. Sentí como el calor subía mis mejillas e inmediatamente agarré la almohada en la que había estado recostada y se la aventé en la cara a Kenma. Él cayó al suelo.

-¡Kenma! ¿Qué sucede? ¿Qué fue ese ruido?

El niño de cabello gracioso, del cuál no recuerdo su nombre apareció yendo a ayudar a Kozume.

-Lo siento.- Estoy muy nerviosa, él es realmente lindo. Al estar tan cerca mío no pude evitar ruborizarme, dado que nadie se había acercado tanto a mi. Pienso demasiado para ser solo una niña.- Yo... No... Yo-

-Kenma ¿Qué fue lo que pasó?- al escuchar mis tartamudeos él de pelo gracioso decidió preguntarle a su amigo levantándolo del suelo.

-Ella despertó y vi que tenía la cara pálida, solo me acerqué un poco más a ella para comprobar si estaba pálida o solo era mi imaginación. 

-No te acercaste solo un poco, ¡Fue bastante!

-¡Pero no fue para que me mandaras a volar así! ¡Al menos pude comprobar que estás pálida y muriendo de hambre!

Me sobresalté. No hay manera que él se haya dado cuenta que no he comido hace días ¿Verdad? Lo mejor será irme de aquí y llegar a casa para ver si algo le pasó a mamá.

-Yo no me estoy muriendo de ham-

Mi estómago gruñó.







Kenma x OcDonde viven las historias. Descúbrelo ahora