Six: Father

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Un par de días habían trascurrido desde el incomodo incidente de esa mañana, no está demás decir que los almuerzos y cenas continuaron siendo incomodos, pero al menos esa inquietud se fue esfumando cuanto más fueron entablando conversaciones como jefe y empleado, aunque no eran especialmente largas, porque cierta mujer siempre llegaba a interrumpir de prácticamente la nada.

Para el bicolor era por demás importante tener una buena relación con su jefe, aún seguía un poco desconfiado con lo bien que se había tomado el hecho de ser un hombre que puede dar a luz. Comenzó a preguntarse qué tan abierto de mente era el rubio, y hasta que pensaba de el detrás de esa mascara de tranquila aceptación.

Martha, comenzó a ver como una amenaza aún más grande al rioplatense, cuando se enteró que el estadounidense le pidió que empezara a acompañarlo junto a su hijo dentro de su estudio. Algo que tenía prácticamente prohibido la mujer, ¿Por qué?, por incomodar hasta el cansancio a las mujeres que el rubio pintaba. Era de los pocos lugares donde USA podía mostrarse más recto en su contra, no se trataba solo de dar pinceladas y mirar mujeres, era su trabajo.

Claro que el rioplatense se sintió muy incómodo al inicio, era extraño tener que ver a una señorita desconocida estando a un lado de un hombre que tenía una mirada muy filosa y pintaba talentosamente cada detalle, hasta lo más mínimo. Incluso tenía ganas de rebatirle que era algo que un niño tan pequeño no tendría que presenciar, refiriéndose a Garden, pero luego recordaba que el pequeño albino se la pasaba durmiendo y no se interesaba por otra cosa que su biberón o su niñero.

Así que la incomodidad era solo suya

__ Puedes pasar __ la voz del estadounidense se escuchó tras los toques dados en la puerta por el de rojo y amarillo.

Había llamado al rioplatense de vuelta a su estudio, quería estar con el pequeño Garden en el tiempo en el que aquella mujer que tanto molestaba con su presencia había salido. Y como ya casi había terminado con el lienzo de la última mujer pelirroja, solo estaba haciendo un par de retoques, que si le tomarían un rato. Aunque su hijo parecía más concentrado en babear su mano que contantemente era removida por el pelirrojo para que dejara de hacerlo.

El pelirrojo entró a la habitación con el pequeño en sus brazos, que elegante llevaba un mameluco azul con un lindo gorro del mismo color:

_ ¿Dónde puedo sentarme? _ preguntó.

El más alto señaló una silla detrás del lienzo a su lado, con su pincel en mano, sin dirigirle directamente la mirada. Aun así, el de rojo y amarillo asintió acercándose con tranquilidad al banquillo a un lado del rubio. Ya sentado en dicho lugar se dedicó a querer charlar un poco con el estadounidense. El también debía aprovechar el que Martha no apareciera, porque interrumpir las horas de pintura para el estadounidense era también callar al pelirrojo cuando entablaba, aunque sea unas palabras con el más alto.

_ no he tenido el placer de hablar mucho con usted y una de esas pocas veces fue bastante incómoda___ menciono, mirando trabajar al más alto.

El tricolor le miró de reojo y asintió:

_ Siento eso, era consciente de que golpear la puerta servía de algo.

El bicolor río levemente al escucharlo. Mientras tanto el más alto solo le devolvió una pequeña sonrisa. No estaba muy acostumbrado a la compañía de otro hombre al hablar, pero no quería ser grosero tampoco, incluso cuando sonaba un poco cortante.

_ igual la privacidad es algo que no conozco del todo _ dijo con gracia_ en mi casa al ser tantos hermanos tenía que compartir habitación con tres o más cuando eran pequeños, así que no hay drama ... las cosas incomodas suelen pasar.

Give Me Back My Baby - Usarg [Editando] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora