DOS

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— De verdad debes cuidarlos estos dos meses? — Barry miraba con curiosidad a los pequeños retoños quienes corrían al rededor del departamento del piloto.

Hal asintió; en su rostro predominaba aquellas grandes y remarcada ojeras al igual que su castaño cabello al ser desordenado, dándole un aspecto de total cansancio.

— Amigo, sólo llevas dos días y te ves tan...

— Suéltalo, no te contengas.

— Tan mal — el rubio hace un mohín —, hay demasiadas palabras que quedan contigo pero dejemoslo así. ¿Son muy maldosos?

— Sólo míralos, mira a esos pequeños gremlins — señala a los tres mayores quiénes seguían discutiendo mientras corrían —, parece que al regañarlos o hecharles agua los tienta más a ser unos salvajes.

— Pero ve el lado bueno - el velocista sonríe carraspeando —, cuando llega la noche caen supér rendidos, ¿no es así?

— Lo es — asiente el piloto —, pero cuando ellos duermen parece que Jessica y Simon hacen fiesta. No dejan de llorar, quieren jugar, gatean, tiran las cosas a propósito y Jessica me alega entre balbuceos cuando los regañó!

— Mami Hal queremos pizza — el pequeño ojiverde jalo ligeramente de la playera del Jordan —, ten — le dio una hoja.

— Y esto qué es Kyle? — preguntó extrañado Hal.

— Dinero.

Hal le dio la vuelta a la hoja y vio aquellos dibujos figurandose a algunos billetes de color verde. Suspiro negando.

— Pero que lindo — Barry sonrió ampliamente.

Su mejor amigo rodo los ojos, Barry no sabía que se podría sufrir con esos niños quienes eran sus compañeros, cree firmemente que sufre de misma manera, de cuando eran adultos a como son ahora de niños.

Siempre lo hacen sufrir.

— Ire por la pizza amigo, también tengo antojo de una — agregó el rubio levantándose del sofá —, mientras deberías pensar quién te podría ayudar en las horas de tu trabajo.

— Estaba pensando en dejárselos a Carol.

Barry alzo una ceja.

— ¿Es mala idea verdad?

— En primera, no creo que ella los quiera cuidar — suelta una risa el velocista —, deberías pedírselo a alguien quien tenga mente para no caer entre los berrinches de los chicos y desesperarse. O al menos que sepa controlarlos, porque al parecer...

— Cierra la boca Bear.

— Si, cierra la boca y ve por la pizza — Guy cruzo sus brazos posicionándose alado de Hal —. Hazle caso a mami.

— ¡Que no soy tu mamá!

— Lo que tu digas mami.

— Si comeremos pizza? — preguntó un John emocionado.

— ¿Puedo dibujar más? — Kyle hizo un mohín.

Barry sonrió ligeramente antes de salir del departamento de su amigo, miraba como peleaba con Guy y cuando el pelirrojo le contestaba, John lo detenía diciendole algo como 'Si le contestas a mami, te comera el coco' y con eso, Guy casi lloraba.

Tal vez para bien le ayudaría a Hal ser responsable en ciertas ocasiones, porque claramente toda esta situación le causaba un ataque de crisis, no podia salir a su gusto, no podia llegar a las horas que solía tener, debe preparar siempre comida y debe cuidar a los niños las 24 horas de todo su día, de toda la semana por dos meses.

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⏰ Última actualización: Mar 29, 2021 ⏰

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La niñera-mami HalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora