UNO

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Kilowog frunció su gran ceño una vez que su anillo haya contactado con uno de los Linternas Verdes humanos, puesto a que la voz del primer compañero humano-pulga-cosa de Jordan no se escuchara bien optó por no hacerle caso y retomar su vuelo hacia Oa. Regresaba de un sector cercano de ahí y lo primero que hizo fue comer el alimento basado en aquellas plastas azules y cafés que le dieron en la cocina para todos los Linternas.

Y una vez más, escuchó el mensaje de Hal proveniente de su anillo.

«Kilow.....og! Algo sucedi-estamos lejos y no....todos no-necesito que lleguen o....energía- y la base en el sector.....no!»

El bolovaxian soltó un bufido antes de continuar comiendo. Pero fue interrumpido cuando Thoma-Re llegó y le llamó para dirigirse con los Guardianes.

Seguía sumido ante el pensamiento de su antiguo alimento que al llegar pudo notar sólo al Linterna Jodan sin poder ver a aquellos cinco chiquillos a su lado.

— Ya se los dije! — gritó Hal exasperado, jalando de su cabello ante tal emoción —. Fuimos al sector que nos pidieron y entre algunos combates que se presentaron, paso esto!

— Sabandija no dejaste que comiera mi alimento! ¡Eres un!-

— ¿¡Pero qué es eso!? — se escuchó una vocecita un poco aguda junto a un grito de temor.

Kilowog bajo su mirada y pudo notar a aquel pequeño de ojos verdes mirándolo con miedo.

— Sabandija no sabía que tenías crías — miró con asombro a Hal.

— No son mis crías — el piloto apretó el tabique de su nariz.

— ¡Ya quisieras ser nuestro padre! O en cierto caso...Mami? — aquel pelirrojo hizo un puchero cruzándose de brazos.

— En tu respuesta es nuestra mami — responde el moreno viendo al chico.

— No soy su mami ni soy su niñera, yo.....¡Ganthet ayuda!

— El tipo de energía que se ocupó en aquel sector fue de suma gravedad, Linterna Jordan — el de piel azul se mantenía firme —. No para dejarlos en ese aspecto pero al menos quedarse a lo largo de uno o dos meses si.

— ¡¿Uno o dos meses?!

— No entiendo que sucede — el bolovaxian carraspeó de su coco.

— Kilowog....sólo míralos bien — le susurro Thoma-Re.

El mencionado los inspeccionó a cada uno, desde aquellos chiquillos que seguían discutiendo qué papel tenía Hal en ellos, al pequeño que dibujaba feliz y esos dos bebes a su lado.

— Son crías de la sabandija, qué hay de malo — responde sin importancia.

— Oye! No le digas sabandija a mi mamá! — espetó con enojo el pelirrojo, siendo sostenido por el otro chico.

Thoma-Re negó:— Se trata de tus compañeros, idiota.

Kilowog los miró fijamente y pudo notarlo ahora si. La temperatura alta de aquel pelirrojo por supuesto que era Guy Gardner. La tranquilidad y neutralismos del pequeño moreno era más y menos que John Stewart. Sin decir más y ver todos los dibujos del pequeño ojiverde era Kyle Rayner. Y los dos bebés eran los nuevos por supuesto; Jessica Cruz y Simon Baz.

— Sabandija pero qué hiciste?

Si Hal podía arrancar su cabello de frustración y nervios, lo haría ahí mismo y mucho más cuando Ganthet le dio toda la responsabilidad de esos meses a él. Debía cuidar a los pequeños y estos seguían llamándole como "niñera" o "mami".

La niñera-mami HalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora