Han pasado cinco años desde que Louis se fue. Años en los que Louis experimento por primera vez la verdadera tristeza.
Cuando Louis regreso a su hogar sintió felicidad por volver a ver a sus hermanos y a sus padres, pero también siente ese enorme vacío en su pecho. Ese que solo Harry puede llenar.
No tiene tiempo para nada, ni siquiera para dejar sus cosas en su cabaña, ya que le anuncian que su padre quiere hablar con él. De inmediato, Louis se dirige a la cabaña de su padre.
-Padre –dice Louis, entrando a la pequeña cabaña en donde su padre trabaja – ¿Querías verme?
-Hola, Louis. Quería que me dieras un resumen de tus últimos cinco años pero creo que solo tienes recuerdo de este último con ese... mundano.
Louis solo se limite a asentir, sintiendo como sus hombros se tensan al instante en que su padre menciona a Harry.
-Espero que este tiempo con él no afecte en las labores que tienes aquí, hijo
-No, padre. –Dice Louis, sin ganas de entablar una conversación – ¿Puedo irme ya?
-Claro. Tu madre está esperándote
Louis sale de la pequeña cabaña y toma una bocanada de aire antes de continuar, preparándose para el interrogatorio de su madre y todos sus hermanos.
Cuando llega a su cabaña se encuentra con la presencia de su madre, que está acariciando las plantas del jardín.
-¡Louis! –Su madre se lanza a sus brazos –Te extrañe tanto
-Yo también te extrañe, madre. Necesitaba esto –desde que llego estaba conteniendo las lágrimas, pero ahora en los brazos de su madre le resulta imposible.
-Tranquilo, cariño. Estarás bien, ya estás en tu hogar
-Deje mi hogar... él se quedó en la tierra.
Louis y su madre pasaron la tarde abrazados y contando anécdotas de lo que había pasado en todos estos años, aunque en realidad en el paraíso el tiempo no pasa igual. Lo que en la tierra son cinco años, en el paraíso son cinco meses.
Al segundo día Louis se sentía mal, no encontraba las fuerzas para seguir con sus deberes, no encontraba fuerza para jugar con sus hermanos. No encontraba fuerzas para ser un ángel. Se la pasaba el día pensando en Harry, pensando que tan solo ayer estaban juntos, pensando en su sonrisa que era capaz de iluminar al mundo. Pero ahora sólo estaba ahí, solo, preguntándose si Harry siente lo mismo, si tampoco deja de pensar en él.
Al tercer día Louis empieza a temblar y sudar en la noche, con una sensación de frío total que llega a su cuerpo. Impidiéndole si quiera moverse. Se siente mal, débil, solo. Nunca imagino que sus emociones llegaran a tal grado. Es bien sabido por todos que los ángeles no pueden sufrir, pero él está sufriendo mucho. Anhela el calor del cuerpo de Harry.
Al cuarto día Louis se siente perdido, sin razón. Siente que solo es un cuerpo andante, sin calor, sin emociones, sin vida, sin alma. No puede evitar llorar de un momento a otro sin alguna buena razón aparente. Esa mañana lloro desconsolado cuando vio el sol salir.
Al quinto día su padre lo ayuda con la confusión, diciéndole que sus sentimientos por Harry fueron tan reales que incluso él, como ángel, tendría que sufrir esa etapada llamada 'desamor'. Tendría que experimentar lo que es tener el corazón roto. En todos los años que han vivido, nunca alguno de sus hermanos se había enamorado de una manera tan pura y tan real como para vivir un desamor. Louis es el primer ángel en experimentar ese sufrimiento.
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Ghost of you / Larry Stylinson
FanfictionLouis es magia y Harry se enamora. El destino siempre llega. Hay algo preparado para ellos, aunque les parzca muy duro tendrán que aceptarlo. **** La historia es 100% mía. Sin adaptaciones.