Capitulo 11: El Fuego En Mi Interior

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"En su mejor momento, el fuego de Ddraig no tenía comparación. No dejaba de arder hasta que la víctima se convertía en cenizas, pasara lo que pasara. Tú posees en tu interior el mismo fuego, aunque no sabes cómo utilizarlo".
        

Tannin estaba sentado con las piernas cruzadas en una roca alta, mirando a Dragon-Issei. Los dos se encontraban en la cima del Pico Corazón de Escala, que en ese momento sufría una tormenta de nieve. Por supuesto, la nieve se evaporó mucho antes de tocar la piel de Issei, y aunque las escamas de Tannin eran mucho más frías (al ser un dragón púrpura), la escarcha tampoco era un obstáculo para el Dragón Fuego de Meteoros.

                   
Issei estaba agachado, con sus dos patas traseras planas mientras las dos delanteras estaban estiradas y soportaban todo su peso. Esperaba con impaciencia que Tannin fuera al grano, pues no le gustaban las lecciones prolongadas.

                   

"Para que descubras el fuego dentro de ti, debes meditar sobre lo que significa realmente arder. Ddraig logró el poder de sus llamas mediante la masacre y la violencia. Tú lo harás pacíficamente. Ese será tu poder: tu tranquilidad se convertirá en tu fuerza".

                   
"¿Qué fuerza hay en la tranquilidad? ¿No debería usar el poder de Ddraig al máximo?" preguntó Issei, confundido.

                   
"Ddraig era odiado y temido por todos. Igualarás sus logros, pero no seguirás sus pasos".

                   
"¿Ddraig? Issei pidió telepáticamente la confirmación de su compañero.
                   

[Tannin dice la verdad. Haz lo que te ordena, Issei] El wyrm habló en la mente de Issei, con un tono de remordimiento en su voz. Después de ser sellado, Ddraig había tenido muchos años para reflexionar sobre sus acciones, y comprendía que su matanza era poco menos que aborrecible. No deseaba que Issei resultara igual.

                   
"De acuerdo..." Issei estaba un poco inseguro. Le parecía bien meditar, y le parecía más que bien no cometer una masacre para ganar poder, con o sin dragón rojo. Dicho esto, a él le parecía una forma extraña de aumentar el poder de sus llamas.
                 

"¿Conoces la palabra en el idioma dragón para el fuego?"
                   

Por mucho que lo intentara, Issei no podía dar con la palabra. En el fragor de la batalla del día anterior, sólo había sido capaz de dar con una única palabra, e incluso esa no la había entendido realmente.

                  
"No".
                  

"Sólo hay una. 'Ixen'. Describe el fuego como un concepto primordial, para el que no tienes palabras. Es el infierno, la destrucción de las llamas. Es la luz y el calor, la creación de las llamas. Hay mil palabras en mil idiomas, todas describiendo lo mismo: Ixen. Dilo".
              

"Ixen".
                  

Issei sintió que algo en él se estremecía, sólo un poco. No estaba muy seguro de cómo o qué, pero algo se sintió extraño cuando dijo la extraña palabra.
                  

"Ahora, dilo de nuevo, y siéntelo... siente el fuego, siente el infierno. El poder de la llama está dentro de ti". Tannin acentuó sus palabras con fuego, exhalando llamas por sus fosas nasales.
                  

Issei extendió la mano con senjutsu. No había nada de lo que sacar ki en la lúgubre cima, así que tiró de sí mismo. Su propia energía, que fluía dentro y fuera de él en un bucle recursivo. Los dragones, le había enseñado Kuroka, tenían siete chakras, igual que los humanos. Su ki fluía libremente por todos ellos, agudizando su mente y sus sentidos.
                

Cat Scratch Fever (español y correjido)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora