Leah
Bajo por el sótano de la mansión hasta llegar a la entrada secreta, paso muchos fajos de billetes hasta el panel con huella digital. Es una puerta que está simulada como parte de la pared, pero tiene sensores a los que sólo tenemos permitido entrar yo y papá, aquí guardamos la mercancía y todo lo que los inútiles o traidores quisieran tocar.
Hay droga además de personas que se han merecido estar aquí.
Apoyo mi mano y escanean mis ojos antes de abrir la puerta. Camino a paso tranquilo por el pasillo escuchando las súplicas.
- Por favor princesa, saquenos de aquí, lo sentimos
- Por favor, se lo suplicamos
Me río por que ahora suplican el perdón, morirán en un par de semanas y nadie los extrañará, los que están aquí la mayoría han hecho cosas malas, y sí, yo distribuyo droga con mi padre y mato personas pero no hemos violado ni tampoco vendido a seres humanos como esclavos sexuales.
Llego hasta donde está el hijo de puta que le hizo eso a mi chico y pido que abran la reja.
- ¿Te han tratado bien cariñito?- le pregunto con burla al verlo desnudo tiritando.
- Vete a la mierda.
- Oh cariño, no te enojes, que te hayan mojado no es nada en comparación a lo que te haré yo si no empiezas a cantar.
Me mira asustado cuando saco mi navaja y jugueteo con ella en mis manos.
- Por favor no me hagas daño, yo solo hice lo que ellos me dijeron- dice llorando y veo en sus ojos el miedo pero veo algo más que no sé que es.
- Tendrás que hablar si quieres seguir vivo.
- ¡No puedo!- me grita haciéndome pegar un saltito, no me lo esperaba.
- ¿Ósea que esas ratas valen más que tú vida?- le pregunto
Me mira entre lágrimas y niega.
- Él lo vale, lo vale todo- ¿a que carajos se refiere?
- No entiendo.
- Mi hermanito- susurra con voz quebrada-....dijeron que si no hacia lo que decían lo matarían.
Carajo. No me gusta este tipo de situaciones, mi familia es lo más importante y me molesta que hagan esto.
- Cariño...- suspiro
Yo no me equivoco y sé que no miente puedo verlo en sus ojos.
- É-el está enfermo- doblemente mierda- n-necesitaba dinero así que empecé con droga, pero no alcanzaba para las medicinas así que....
- Te hicieron un matón- termino por él y asiente dándome la razón.
Me acerco y se encoje en su lugar, vaya que se nota que no es un matón. Está tirado en el suelo y se cubre con sus brazos delgados pero con algo de músculo, acarició su cabello castaño y tiembla con mi tacto, debe tener uno o dos años menos que yo.
- Ven- tomo su mano ignorando el que esté desnudo.
- ¿Q-qué vas a hacerme?
Lo miro por unos momentos y suspiro, esto no suele pasarme, no suelo poner mis sentimientos en asuntos del negocio, pero la situación lo requiere. Le tiendo una manta que tenemos colgadas y el me mira confundido.
- Pontela y sigueme, me dirás donde está tu hermano.
Se altera y se pone de rodillas llorando.
- P-por favor no le hagas nada, mátame, pero a él no lo toques.
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El Abismo de Nuestras Mentiras [Borrador]
Novela JuvenilLas mentiras son peligrosas, nosotros no escuchamos las advertencias y terminamos cayendo....... En el abismo de nuestras mentiras. Libro 1 {Duología Abismo}