Capítulo 3

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Estaba con cara de Poker al ver como las mujeres de Egipto me ayudaban a colocarme una ropa nueva por órdenes de mamá, aunque no puedo quejarme por lo bonita que era, pero no era mucho de vestidos. Los chicos fueron a conseguir camellos para andar, al terminar O'Connell no le quito la mirada a mamá de lo bonita que se miraba la verdad.

Cada uno íbamos en camellos menos yo, ya que me llevaba O'Connell, ya que con mi madre me daba miedo, éramos cubiertos por las arenas del desierto que eran levantadas por el aire y el tiempo solo pasaba hasta llegar el anochecer, no sé en qué momento me dormí ya que al despertarme estaba siendo sostenida por O'Connell, iba a decir algo pero escuche que alguien hablo.

-Buen día amigo mío-Era el mismo hombre que el casi mata junto con los demás y nos detuvimos mirando al frente.

-¿Qué demonios hacemos?-

-Paciencia-

-Recuerda nuestra apuesta O'Connell, el primero que llegue a la ciudad gana 500 en efectivo-

-Oye O'Connell, lindo camello-Él lo toco-No sabía que tenías una hija-Lo mire molesta por eso, pero él solo coloco mis manos en las cuerdas mientras me sostenía fuertemente.

-Prepárense-

-¿Para qué?-

-Van a mostrarnos el camino-Miramos el amanecer que la ciudad aparecía con la puesta de sol, me quede boca abierta por lo lindo-Ahí vamos-Al terminar ya puesta la ciudad, el motivo al camello que corriera rápidamente he íbamos detrás de Benny.

-Lo siento-Le dije a él y me apoye en el camello para que con mis pies empujarlo y cayera, lo logré.

-Bien hecho-Me dijo O'Connell.

-¡Eso te ganaste!-Escuche a mamá decir a lo que reí, mamá llego a nuestro lado sonriéndonos, pero de tanto motivar al camello empezó a correr más rápido que los otros.

-¡Eso mamá!-Apoye cuando miramos que llegamos de primeros.

......

Ayudaba a mamá a acomodar un artefacto para que le diera la luz, pero voltee atrás al ver a O'Connell golpear al dueño de la cárcel con la cuerda mientras la amarraba asiéndome reír y él me guiño un ojo.

-Es la estatua de Anubis, sus piernas están bajo la superficie. De acuerdo a la información aquí es donde encontraremos un compartimiento secreto que contiene el libro dorado-Miramos el sol que estaba muy fuerte-Ha, Jonathan. Se supone que debes reflejar el sol-

-¿Y para qué son esos espejos?-

-Espejos antiguos, es un viejo truco, que hasta lo uso debes en cuando-Le respondí.

-Ha, esto es para ti-Le mostro algo-Es algo que tome prestado del equipaje de los norteamericanos para ya sabes... Y esto es tuyo-Me mostro mi reproductor y le sonreí por eso antes de que me revolviera el cabello-¿Qué estas mirando?-Le pregunto al otro hombre que solo lo veía, lo miramos antes de que saltara al hueco que hicieron para entrar.

.....

-Saben que estamos en un recinto en donde nadie había entrado en más de 3,000 mil años-

-¿Qué es ese maldito hedor?-Dijo Tío al bajar ya que en verdad olía mucho.

-Cariño-Asentí y corrí hacía un espejo antiguo para acomodarlo donde le daba el sol.

-Hice la luz-Les dije al conseguir alumbrar el lugar.

-Es un buen truco-Me felicito O'Connell y le sonreí.

Al pasar por un pasadizo escuchamos unos sonidos extraños a lo que volteamos a todos lados.

-¿Qué fue eso?-

-Creo que son... bichos-

-¿Dijo bichos?-Pregunto mamá para apegarme más a ella.

-¿Cómo que bichos? ¿Qué bichos?-

Llegamos hasta salir del pasadizo encontrándonos con las piernas de Anubis y escuchamos unos sonidos a lo que ellos sacaron sus armas.

-Evelin, toma-Le dio la antorcha-Ten-Me dio una daga y nos ocultó a ambas detrás de él, todos apuntaron encontrándose con los norteamericanos.

-Oye, esa es mi herramienta-Dijo uno de lentes.

-No, no crees eso-Intento acercarse a lo que lo apunte con la daga.

-Cuidado-

-Tranquila niña, tal vez estoy equivocado-

-Bien, feliz día caballeros, hay mucho trabajo por delante...-Empezó mamá.

-Fuera, este es nuestro sitio-

-Nosotros llegamos primero-Todos se apuntaron con las armas de nuevo.

-Esta es nuestra estatua amigo-Le dijo uno.

-No veo tu nombre escrito ahí, Amigo-Le dijo O'Connell.

-Bueno, ustedes solo son cuatro y medio y nosotros quince, no tienes oportunidad O'Connell-

-Las he tenido peores-

-Igual yo-Dijo Tío, camine un poco hacia atrás, pero casi tropiezo con un hueco pequeño y codee a mamá para que viera, a lo que asintió.

-Escuchen, por todos los cielos. Seamos buenos niños, si vamos a jugar junto hay que aprender a compartir. Podemos excavar en otros lugares-Le dijo mamá a lo que yo tome la mano de O'Connell y él bajo sus armas.

Llegamos hasta dejar un poco más debajo de la estatua que encontramos mientras ellos golpeaban el techo y encontrar el libro.

-¿Dónde se fue nuestro oloroso amigo?-Dijo Tío al no ver al otro hombre que nos acompañaba.

-No lo sé-Le dije yo, ya que se supone que estaba a mi lado con una de las antorcha.

La momia (El regreso de la momia)(La tumba del emperador dragón).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora