Capítulo 16.

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Mirko odiaba estas reuniones. Eran cargantes, secas y prácticamente una formalidad antes que cualquier otra cosa. Eso no quería decir que no pudiera ser formal, por supuesto. El bonito traje que llevaba era uno de sus mejores. Sin embargo, la camisa le raspaba el cuello y la temperatura ambiente era un poco más alta de lo que se sentía cómoda.

Cada dos semanas, tenía que entregar un informe al tribunal, representado por algún idiota sin sentido, sobre el comportamiento de Izuko Midoriya. Después de todo, todavía estaba en libertad condicional.

No la dejarían olvidar eso durante tres años más.

Era la misma sala que las últimas veces, buena iluminación, una vieja mesa de madera, un bonito rincón en medio de la ciudad, pero una de las caras presentes era diferente. El hombre mayor, Norio o algo así, era alguien a quien ella conocía. Era el hombre más joven, Takeshi, quien parecía alguien que causaría problemas.

El comienzo fue la formalidad habitual. Saludarse como si fueran amigos y luego hablar sobre cualquier evento significativo. Sobre la mesa había varios documentos, incluida una copia de sus propios informes de las reuniones pasadas, así como los informes de la facultad y el personal de la UA.

Mirko cruzó los brazos debajo del pecho, mirando los papeles intactos. En lugar de hablar sobre lo que había en este informe, Takeshi había sacado una pequeña pila de papeles de su bolso y se los había empujado sobre la mesa.

Lo miró por un momento, luego lo dejó caer sobre la mesa de nuevo. La tensión en la habitación creció.

--"¿Qué es esto?"-- Preguntó Mirko. Podía ver lo que era, pero hacer que lo dijera podría hacerle darse cuenta de lo estúpido que era.

--"Una recomendación para que tu protegida sea puesta bajo custodia."-- dijo Takeshi, sonriendo. Una de sus orejas se movió, seguida de una ceja levantada.

--"Esta recomendación requeriría mi firma, ¿correcto?"-- Preguntó Mirko. Takeshi asintió.

--"Nos ... han informado que ha usado su peculiaridad en público. Debido a esto, hay una grave violación de sus condiciones de libertad condicional."--

--"Ya, os han Informado."-- dijo Mirko. --"Entiendo que la vigilas desde que le quitaron el collar, así que por favor no te hagas el tonto. Estás espiando a una adolescente."--

--"Por la seguridad pública."-- dijo Takeshi. --"Deberías saberlo más que nadie, ella podría romperse."--

--"Estoy bastante segura de que su psiquiatra designada por la corte le dijo que está bien."--

--"¿Ps-psiquiatra?"-- Preguntó Takeshi, pronunciando la palabra como si fuera algo vulgar. --"Señora, estamos hablando de la violación de la libertad condicional-"--

--"Te diré lo mismo que dije el mes pasado."-- dijo Mirko con voz molesta. Levantó la mano hasta el cuello, aflojando la camisa en su cuello hasta el punto que uno de los botones se rompió, todo sentido de profesionalidad había abandonado el ambiente. --"Ella, como mis informes te han dicho una y otra vez, no ha mostrado más que un comportamiento ejemplar. Encontrarás adolescentes con una veta más rebelde y con más ganas a la delicuencia que la suya caminando libremente por las calles de Shibuya."--

--"Por supuesto, señora."-- dijo Takeshi. --"Sin embargo, entiendes que el uso de caprichos sin licencia es-"--

--"El equivalente a cruzar la calle con el semáforo en rojo, y más aún para las personas con una exención especial, como Midorya. ¿Has leído mi informe de hace dos semanas?"--

--"Hay mucha burocracia involucrada, lo sabes-"--

--"¿Es una disculpa por haberlo leído?"-- Preguntó Mirko, su mirada lo suficientemente intensa como para hacer que el hombre cayera hacia atrás en su silla. --"¿O por no leerlo?"--

Me hicieron ir a rehaabilitaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora