Capítulo 14.

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LIA.

Ya pasaron dos días desde que Joe se fue a San Diego, lo extraño.

Es raro pasar por los pasillos del instituto y no verlo con la cara de amargado esperando a Jessie o salir del instituto y no verlo con su moto.

No sé en qué momento Joe se convirtió en alguien tan importante en tan poco tiempo. Billy y Amelia están muy ansiosos con saber el género de los dos bichos que Amelia tiene en su vientre.

Calem ha estado muy raro, siempre quiere estar conmigo en todo, antes era así ya que somos mejores amigos, pero no era para querer pasar veinticuatro horas conmigo. se la pasa abrazándome o diciendo lo linda que soy o que le gustan mis ojos, es tierno, pero no puedo pensar en otra persona que no sea Joe cuando me dice ese tipo de cosas.

He estado muy desconcentrada en mi lectura porque siempre viene la voz o sus ojos en mi mente.

He pasado mucho tiempo con el que se me es raro no estar junto a el ahora mismo o que me pregunte que libro estoy leyendo, lo extraño.

Me encuentro en la casa de Amelia ayudándola armar las cunas para sus futuros hijos.

—Amelia no deberías estar haciendo eso—escucho a Billy, volteo y está apoyado en el marco de la puerta.

—¡Cállate, estoy embarazada no invalida! —grita Amelia haciendo que pegue un salto.

Malditas hormonas.

—¡No me grites los minis Billy pensaran que tienen una madre maltratadora! —reclama Billy y tengo que aguantar la risa.

—¡Todavía no tienen oídos idiota!

—Idiota la que se dejó embarazar—murmura Billy en voz baja antes de salir de la habitación.

—¡Te escuche! —le grita Amelia y niego con la cabeza.

Cada vez se pone más gritona o sensible.

—¡Esa era la idea! —escucho gritar a Billy.

Malditos locos, pobre de los niños cuando nazcan.

Después de ayudar a Amelia con las cunas y tratar de que no mate a Billy por pillarlo comiendo de su helado, se volvió loca, empezó a gritar que ese era su helado y que nadie debía comérselo.

Al llegar a mi casa mi madre me llamo diciendo que llegara tarde, como siempre.

Me encuentro en mi habitación buscando algún libro que leer en mi minibiblioteca que tengo en mi pared.

Me decidí por leer "todo lo que nunca fuimos" me lo había comprado antes de entrar al instituto, pero no tenía tiempo de leerlo y además de que ya estaba leyendo otro.

Al día siguiente me encontraba en el instituto, me tocaba arte esta clase me tocaba con Amelia y Calem, pero ahora solo es Calem. Calem es un chico lindo, dulce, rubio de ojos celestes con 1,70 de altura yo apenas mido 1,60, Joe mide 1,89.

Mierda Lía bien hecho siempre pensando en el chico de ojos grises, hasta en la maldita comida lo sacas.

—Lía ¿me estas escuchando? —dice Calem sacándome de mis pensamientos.

—Lo siento ¿Cuál era tu pregunta?

—Te estaba preguntando si quieres que terminemos la pintura en tu casa o en la mía ¿Qué dices?

—Ah... en mi casa, mis padres no estarán y así hacemos el trabajo más tranquilo y en silencio sin tener ojos encima de nosotros.

La profesora Elisa nos dio un trabajo hace tres días atrás, tenemos que pintar una pareja que es dividida por el día y la noche, el hombre está en la oscura noche y la mujer en el reluciente día, aunque sean distintos y la distancia los separa su amor es el mismo y la distancia para ellos no es un problema mientras su amor siga vivo.

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