-Día 2: Un monstruo?

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No consigo recordar todo lo que pasó en esas 2 horas que estuve jugando, de lo que si me acuerdo es de lo que sentía. Estaba eufórico pero a la vez tranquilo, enfadado pero alegre, llorando pero con una sonrisa de oreja a oreja y una lleve risa. Sí, estaba riéndome, cubierto de sangre y con un cadáver descuartizado delante de mí.

Todo olía fatal así que empecé a limpiarlo, recogí los trozos de cadáver y los metí en una bolsa la cual quemé junto mi ropa ensangrentada.

Estar en casa era aburrido y además me estaba quedando sin comida. Me puse mi camisa favorita y cogí una mochila con un poco de comida, cuerdas y mi preciado cuchillo militar. Le di un beso a mi collar de la suerte y abrí la puerta con el cuchillo en la mano. Todo está muy tranquilo, no se escuchaba nada. Esta sensación de soledad me estaba empezando a gustar la verdad, estaba relajado, sin presiones ni obligaciones.

Tras horas buscando en el edificio únicamente encontré un par de latas de comida y una botella de agua. De la nada un estruendo rompió el silencio y me puso en un estado de alerta, eran disparos provenientes de la calle. Al asomarme a la ventana divisé 3 personas. Había una mujer, un hombre y un niño, parecía ser una familia. Ellos estaban en problemas pues los habían rodeado y el padre era el único armado. Podría haberles advertido de aquel caminante que sigilosamente se acercaba por la espalda pero eso hubiera supuesto poner en riesgo mi vida así que preferí quedarme observando. Si soy sincero. fue divertido ver cómo eran completamente devorados.

Todo el barrio parecía estar invadido por zombis, los disparos debían haberlos atraído. Como no podía hacer otra cosa me senté en el sofá a descansar un rato y pensar en mis cosas, me apetecía hablar conmigo mismo.

Estaba bien lo que había hecho? Lo reconozco, había sido egoísta pero merecía la pena, yo solo quería evitar riesgos. Pero la chica del pelo rosa, ella me salvó a pesar de que ni siquiera me conocía, podría simplemente haberse alejado pero decidió salvarme la vida... quizás... quizás soy un monstruo...

Cuando los muertos se despiertanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora