Capítulo I

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Nunca entendí porque no quería sólo entregarse al placer de lleno.
Muchas personas experimentan su sexualidad de maneras estúpidas, como solo quitarse la ropa y besarse, y luego le parece extremo algún día atarse las muñecas al cabezal de la cama o taparse los ojos con una bufanda. Los disfraces eróticos son parte de sus fantasías. No van más allá, sólo se ponen una prenda diferente unos momentos y luego lo hacen como habitualmente le enseñó el porno mainstream.
Entonces, mi pregunta hacia él era simple ¿Por qué avergonzarse por aquello que lo excitaba?
La primera vez que llamó su voz estaba entrecortada.
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-¿Me comunico con la agencia Fantasía?

-Hola, si, ¿necesita pactar una cita?

-Yo...

Y luego cortó, me gustaría decir que no lo reconocí cuando se presentó en la agencia, pero era imposible, las mismas palabras, y titubeo sólo podrían ser de el. Sumado a que tenía un tono de voz particular. Sin dejar de lado a que bajo qué circunstancia alguien entra a un lugar de nuestra características, y pregunta si es el lugar correcto.
Si las paredes no estuvieran selladas los gritos ya lo ubicarían en donde estaba.
Sentí la necesidad de tomar el lugar de mi compañera en el mostrador, y atenderlo, decirle que yo era quien lo atendió hace unos días, pero no era lo justo...Asique esperé a un lado, sólo escuchando en busca de que venía.
La política del lugar no nos deja escuchar, sino que al momento de ser llamadas se nos explique las características, pero me era imposible huir y sólo fantasear que buscaba.
Fue imposible, susurraba, su mano temblaba en el mostrador y aflojaba y tensaba una pierna.
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Vi que mi compañera asentía, y anotaba, luego le apunto la sala de espera a un lado (que en realidad tenía cubículos individuales ya que hay muchas personas que no quieren ser vistas) y tipeo el teclado. Cerré los ojos e imploré ser yo la elegida. Y se dio.
Leí mi teléfono
"Fantasía: Dominación femenina.
Sin especificaciones"
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Sentí un punzón en la zona de la panza.
Mientras el esperaba, sólo me dirigí a mi loker a vestirme para la ocasión; body de lycra negra, pollera de vinilo, un sombrero como policía, y unos tacos de 8 cm.
"Esta bien" pensé, "ya que no dio especificaciones hay un gran abanico de posibilidades".
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Entré a la habitación y ahí estaba, parecía que algo sabía, pero no mucho, arrodillado con sus nalgas apoyadas en sus talones, y sus manos en sus rodillas.
Lo miré por unos minutos hasta que levantó la mirada, "el tiempo está corriendo" le dije 

-Si...am-

-No. No, no, todavía no estamos por ahí- lo interrumpí- te voy a pedir, que por favor, te levantes y olvides por lo que estás pagándome, es decir, sólo vamos a hablar, lo más naturalmente y profesional en el mi caso. Quizá te quite la excitación o sientas que no pagaste por esto, pero esto es lo que hacemos en la primer sesión por lo habitual...para ser sincera me sorprende que no lo supieras luego, de seguro, encontrarnos en la web"

Levantó su rostro, tenía la típica expresión de excitación, ojos brillosos, mejillas rojas, labios entreabiertos, hinchados húmedos por posibles lamidas y mordiscos. Lo llamé hacia mi con mi mano y le ofrecí que se sentará en el otro lado de la mesa. Lo hizo obediente.

-¿Y?...- Dije

-Lo siento, en realidad me enteré del lugar a través de Internet, pero no presté atención a como sería hoy.

Sonreí.

-Claro, no suele suceder que alguien llegue desinformado sobre hoy, pero lo voy a sintetizar; hablaremos como personas normales, vas a firmar un contrato, que en si, no es legal, pero ambos sabremos nuestros gustos, capacidades, disgustos y demás, es por ello, que, si bien estas excitado, hay que lo dejarlo de lado porque necesitamos examinar cosas tranquilos, ¿Qué quiero decir? de seguro cuando estás excitado soles aceptar lo que venga y sin más. Y esto tiene que ser debatido por ambas partes, tómalo y decime si alguna clausula te incomoda, duele, disgusta o algo así. Si tenés algo en particular que te moleste, por favor señálalo, y...bueno.

SometiéndoloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora