Cartels And Pleasure (l.s.)

XXII

Zayn salió de la habitación de Louis y caminó hacia la de Liam. Dio unos cuantos golpecitos y abrió la puerta al escuchar un sonido de aprobación al otro lado, tomó aire.

Vio a Liam recostado sobre su estómago viendo hacia su computadora, sonriendo. Eso hizo que el moreno sonriera con ternura y caminó dentro de la habitación cerrando la puerta tras de sí.

—Hola bebé- dijo Liam sin dejar de ver la pantalla -ven, estoy viendo una comedia romántica.

—Quiero que hablemos- dijo sin más, con un tono nervioso.

Liam frunció el ceño y le puso pausa a la película para voltearlo a ver un poco preocupado. Sabía que no era algo sin importancia.

Zayn se mordía el labio y veía al suelo balanceándose sobre sus talones, con las manos detrás de su espalda.

—Te escuchó- cerró su computador y se sentó dejándola un lado.

—¿Puedo sentarme? - murmuró.

—Claro que sí, no tienes que pedirme permiso.

Zayn asintió y caminó hacia la cama, sentándose a un lado de Liam. El castaño tomó su rostro por la barbilla del moreno para levantarlo y sonreírle para darle confianza.

—Me dices bebé- comenzó -me dices mi amor a veces y me dices cosas bonitas.

—Porque tú también lo haces- dijo obvio.

—Nos hemos besado muchas veces.

—Creo que si- se encogió de hombros.

—¿Hace cuánto te gusto?

—Creo que ya hablamos de eso, Zee... Lo sabes, desde el primer día de la universidad.

—No- dijo negando con la cabeza -ahí te gustaba la persona que era por fuera, a la que no conocías. Yo quiero saber cuándo te empecé a gustar yo, Zayn, el que conoces el día de hoy.

—No lo sé- dijo indiferente -simplemente me di cuenta de que me gustabas y ya.

—¿Y cuándo te diste cuenta de que me gustabas?

—Bueno, no estuve muy seguro hasta que me besaste... ¿A qué viene todo esto? - frunció el ceño.

—Bueno, sucede que estamos a punto de ayudar a mi mejor amigo criminal a matar al padre de su novio que es hijo de otro criminal.

—Así es, y eso está mal porque...- lo animo a decir.

—No siento miedo de hacerlo, pero tengo miedo de lo que estoy diciendo justo ahora, de hablar de nosotros.

—¿Por qué?

—¿Qué somos, Liam?

Liam lo miró y abrió la boca, pero no pudo decir nada, simplemente tomó aire y suspiró, no sabía la respuesta.

—¿Acaso solo somos dos amigos que se besan? ¿Somos dos amigos que se hablan bonito y que se tratan con todo el amor del mundo?

—No sé.

—Te amo.

Liam lo miró con los ojos muy abiertos y abrió la boca en sorpresa.

Zayn lo miraba fijamente con un puchero en sus labios.

—Zee, yo...

—Te amo, y traté de no hacerlo, porque no me quiero enamorar y ser el único en sentir esto. Empezaste a meterte a mi vida y a hacerme sentir cosas que nunca había sentido, cosas que nunca me quise permitir sentir por nadie más. Y te amo por quien eres, no por lo que eres, amo todo lo que tienes, y amo incluso lo que no me gusta por el simple hecho de que te hace sonreír y amo tu sonrisa. Amo tu voz porque me transmite demasiada paz y ternura, que me siento tan poca cosa para ti. Amo tus besos porque han sido los labios más puros y suaves que he besado en mi vida y que me encantaría besar el resto de mi vida. Y créeme, si muero con lo que vamos a hacer, quiero morir sabiendo que los labios que besé por última vez, y que los brazos que me rodearon por última vez eran parte de ti, porque quiero llamarte el amor de mi miserable vida. Quiero poder decirte mi amor, bebé, amor, cielo y todos los malditos apodos cursis que existen porque eso es lo que me nació en el momento. Quiero soñar contigo una vida con dos o tres hijos, un perro, un gato y todas las estúpidas mascotas que esos hijos quieran. Liam, no me gusta ser tu amigo.