Cartels And Pleasure (l.s.)

XXV

—Desaparécelos, pero quiero que después de eso, en serio, dejes de ser Smiley.

Louis se puso de pie y lo miró con el ceño fruncido, estaba demasiado confundido con lo que Harry le estaba pidiendo. Era demasiado estúpido que el pensara que renunciar a eso era demasiado fácil con sólo decir que ya no quiere hacerlo y ya.

Era más allá de eso, y sí, tal vez Louis era su propio jefe, y tal vez trabajaba por medio del anonimato. En más de dos años siendo un asesino, el único que sabía de su rostro era Justin, pero es no quitaba que era demasiado arriesgado simplemente dejar su trabajo.

Además, no quería. Quería seguir haciendo lo que hacía porque lo ayudaba a sentirse importante, lo hacía sentir poderoso y muy inteligente. No renunciaría a algo sólo porque Harry se lo está pidiendo. Lo amaba, pero no al punto de dejar todo.

Ya no sentía la necesidad de complacer a Harry con todo lo que quería, no cuando le pedía renunciar a la vida que tenía justo ahora.

—Debes estar bromeando.

—No haría bromas con algo tan serio como eso, Lou. Piénsalo, cuando nos casemos y tengamos hijos...

—¿Y quién te dijo que tú y yo nos vamos a casar y vamos a tener hijos?

Harry lo miró y se quedó callado por unos segundos. Ni siquiera podía creer que él se haya atrevido a decir algo así, lo importante que era el trabajo que tenía era demasiado para Louis, lo cegaba.

—Tú me lo dijiste, Louis. Todo este maldito tiempo en el que llevamos juntos me has hablado del matrimonio, de la familia y de nosotros. Todo lo has planeado en plural. Se supone que cuando tienes una relación, es para que te imagines toda una vida con esa persona, mierda.

Estaba enojado, y no se quería medir con sus palabras. Diría todo lo que sentía porque no permitiría que Louis lo humillara de esa manera.

—Una relación a los veinte años es temporal, Harry. Creo que debes de darte cuenta de esas cosas y abrir los ojos al mundo real. Sobre todo, cuando eres novio de alguien como yo.

—Creo que me di cuenta con todas las costillas rotas que tuve por no decir tu nombre, imbécil.

Louis lo miró unos segundos para luego esbozar una sonrisa cínica.

—Realmente no tienes miedo de retarme, podría matarte sin problema y tú solo vienes y me hablas de esa manera.

—Te lo dije la primera vez que te reté- murmuró -no serías capaz de matar a tu puta personal, no lo necesitas hacer. Al final, soy tan indispensable para ti como tú lo eres para mí, por más que intentes negarlo, amor- dijo alzando una ceja.

—¿Qué te hace pensar que eres indispensable en mi vida? Soy un excelente actor, por si no lo habías notado hasta ahora.

—Porque le suplicaste a Justin que me encontrara y me trajera de vuelta contigo, si no te importara, no hubieses hecho nada de eso.

Louis lo miró y borró su sonrisa. Tenía tanta razón.

Era demasiado indispensable, Harry en su vida era demasiado maravilloso. Podía decir que era lo mejor que le había pasado en su vida. Y tenerlo frente a él, vivo y a salvo, era lo más bello que podría haber vivido estos últimos días.

—Tuve miedo de que te mataran- murmuró bajando la cabeza y el volumen de su voz -me sentía tan culpable por todo. Y no te atrevas a decir que no es mi culpa, porque lo es. Permití esta relación aun sabiendo que te ponía en riesgo conmigo.

—Tu no me obligas a estar contigo, lo estoy porque te amo.

—Tampoco quiero que esta relación sea temporal- hizo un puchero -te quiero siempre aquí. No me gusta enojarme, mucho menos cuando tu estas aquí, porque digo cosas estúpidas que no siento y termino descargando mi enojo contigo, bebé. Y luego te quiero hacer el amor para demostrarte que te amo con todo lo que probablemente sea mi alma, pero no puedo porque estas herido y me siento demasiado frustrado- dijo con la voz quebrada, haciendo que Harry lo vea con diversión, esbozando una pequeña sonrisa y riendo bajito.