Capítulo 1

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Me encuentro de nuevo en el lugar de siempre. Rodeada de ladrillos y barriles de vino. Estoy tirada en el piso incapaz de moverme. Mi cuerpo se siente adolorido.
He perdido la cuenta de las veces que he tenido este sueño. Más que un sueño es una pesadilla ya que siempre aparece una sombra siniestra que sé que viene a lastimarme. Jamás he visto su rostro. Solo alcanzo a ver la sombra de alguien levantando su mano lista para golpearme, aunque sé que me ha golpeado antes debido al dolor de mi cuerpo.
Comienzo a asustarme demasiado. Mi ritmo cardíaco comienza a acelerarse, así como mi respiración. Necesito protegerme así que me cubro con mis brazos esperando un golpe que nunca llega.
-Blair-siento como tocan mi hombro y llaman mi nombre. -Te quedaste dormida de nuevo. Estabas sudando y temblando ¿tuviste ese sueño otra vez?

Me despierto abrumada y con un mal sabor de boca como lo hago siempre que me pasa esto.

Observo a Ryan frente a mí. Me estiro en la silla de mi cubículo en la cual me quede dormida.

-No sé por qué la gente ordena vino al momento de almorzar, es decir, apenas es mediodía-respondo somnolienta.

Ryan y yo fuimos a almorzar a un restaurante de comida rápida cerca del edificio y algunas personas tuvieron la maravillosa idea de ordenar vino.

Ryan ríe. -Te dije que no voltearas hacia esa mesa.

- ¿Sabes que cuando alguien dice eso es justamente lo que harán? Es algo que no se puede evitar.

-Lo tendré en mente para la próxima ocasión-truena sus dedos y me señala.

Ryan es de las pocas personas que sabe sobre mi enofobia. Y es lindo saber que alguien no te mira de forma rara al saber que le tienes fobia a los vinos. Y no, no es porque haya tomado demasiado vino hasta haber acabado en un hospital por un coma etílico. Sino más bien por un trauma durante mi niñez, según lo que me han contado mis padres.

Un día quede encerrada en una
bodega de vinos durante horas. Cuando me encontraron estaba llorando y diciendo el nombre de mis padres. A partir de ahí, cuando veo personas que están tomando vino o voy a algún lugar donde sé que están tomando vino y hay vino almacenado comienzo a sentirme ansiosa y a querer salir de ese lugar lo antes posible y por las noches viene la misma pesadilla. O en este caso, cuando tomo una siesta durante el trabajo.

Aunque mis padres me dijeron la posible causa de esta fobia, no pudieron explicarme quien era ese hombre ya que no se encontraba nadie más ahí que una temblorosa Blair. Creen que probablemente al estar sola y a una edad donde crees en los monstruos, podría haber sido producto de mi imaginación. Después fui al psicólogo y ese fue su veredicto final así que esa es la verdad sobre mi enofobia y la verdad que conoce Ryan así como mis familiares y amigos cercanos.

Me levanto de la silla y veo la hora en el reloj de la oficina.
-Dios mío Ryan, son casi las 7 de la tarde, debiste haberme despertado-protesto.

-Lo siento, no quise despertarte. Lucias muy tierna babeando. -Llevo mis manos rápidamente hacia mis mejillas. -Es broma-dice mientras suelta una carcajada.

-Eres un idiota-suelto fulminándolo con la mirada. -A propósito ¿por qué sigues aun aquí? Ya deberías estar en casa.

-Solo estaba viendo unas fotografías con Daphne- Daphne es la editora encargada de nuestra sección del periódico-. Ya sabes cómo están las cosas desde la llegada de la nueva editora digital.

-Entiendo, las cosas han estado de locos.

Y tiene mucha razón, desde que la nueva editora en jefe llego ha habido cambios bruscos a los que no estábamos acostumbrados. A pesar de que no la habíamos visto ni conocido personalmente debido a que sufre un trastorno de pánico y nuestro director decidió no hacerle presentación ni fiesta de bienvenida como se suele hacer cuando llega alguien nuevo y sobre todo que ocupa un cargo tan importante. Solo sabemos que a pesar de lo tímida que se supone que es, es muy estricta en su forma de trabajar y ha sido estresante para varios debido a que el anterior editor, Paul Jefferson era más relajado. Pero, en fin, son cosas que debemos soportar si no queremos ser despedidos.

Flor Funeraria Donde viven las historias. Descúbrelo ahora