Flor Funeraria

Capítulo 2

No le dije a nadie sobre la nota. Ni siquiera a Ryan. Sé que debí entregárselo a la policía porque probablemente sea una pista importante. Pero me inquieta mucho esa flor y lo que decía, como si esa persona me conociera y supiera que me aterra la sangre. Puede ser que solo sea una simple coincidencia, pero ni siquiera esas flores estaban plantadas en las jardineras. Y justo son mis flores favoritas y el significado de ellas no son un buen augurio. El saber que antes las usaban para ponerlas en las lápidas de los difuntos es algo que me perturba.

Escucho como tocan la puerta de mi habitación.

­­­­—Pase—indico mientras sigo pintando mis uñas de un rojo intenso.

—Blair, cariño, ya nos vamos. Regresaremos en unas horas—anuncia mi madre en la puerta poniéndose el arete faltante.

—¿Ya estás lista, cielo? Recuerda que tenemos que estar puntuales. —Escucho la voz de mi padre cuestionando a mamá. Se asoma a la puerta. —Nos vemos, pequeña Margot. Nada de salir a embriagarse y llegar hasta el siguiente día. —Me señala con su dedo índice. Detesto que me llamen por mi segundo nombre, pero papá lo adora. Ya ni vale la pena reprochárselo así que solo río. De igual forma el solo bromea con lo de embriagarse, nunca lo he hecho y él lo sabe. Es como una broma privada.

—Entiendo, papá. Solo llegaré una hora después de ustedes y prometo no embriagarme hasta perder la consciencia—le sigo la broma levantando mi mano extendida y recién acabada de pintar. —Que les vaya bien—los despido y se van.

Minutos después escucho el sonido de la puerta al cerrar.

Mis padres suelen asistir a cenas y fiestas formales muy seguido. Esto es porque ambos son personas muy exitosas en sus trabajos y han creado un gran imperio. Mi madre, Harley Samuels es diseñadora de modas y tiene su propia marca llamada como ella. Y mi padre, Kyle Murphy es el presidente de una de las empresas familiares más importantes del país llamada Murphy's Company. Prácticamente se puede decir que he nacido en cuna de oro, pero nunca hemos sido ese tipo de familia presuntuosa y engreída. Al contrario, mis padres son muy agradecidos y me han inculcado valores como la humildad y el respeto hacia todas las personas. Pero parece ser que las demás personas son las que nos repelen a nosotros.

A veces invitan también a los hijos de las personas que asisten a esas fiestas, aunque yo nunca he asistido a una. Esto por mi enofobia, no puedo estar presente en esos sitios donde sé que habrá vino. La verdad no es algo por lo cual me queje ya que prefiero estar en casa que asistir a esas aburridas fiestas en las que solo hablan sobre negocios. Sin embargo, debería asistir porque eso hare después cuando herede el negocio de papá. No es algo que me entusiasme demasiado, pero tengo que seguir con la tradición familiar. Esa fue la condición para que mis padres me dejaran estudiar periodismo. Tuve que estudiar ambas profesiones al mismo tiempo: Negocios y Periodismo. Después que mi padre me herede la compañía tendré que dedicarme completamente a ella. Desearía haber tenido hermanos.

—¡Buenos días, querida Blair! —grita Ryan muy cerca de mi oído y resaltando las a.

—Parece ser que alguien despertó de muy buen humor—señalo, le doy un sorbo a mi café. Amo el café por las mañanas.

—Y parece ser que alguien despertó de muy mal humor—contrataca divertido.

—El estar en local me tiene así —repongo dándole una mirada de pocos amigos. Sé que Ryan no se merece mi mal humor, pero es inevitable no estar así debido a lo que paso ayer.

—Apenas va un día—articula—Todo saldrá bien. —Pone una mano sobre mi hombro dándome aliento.

—Sí, apenas fue un día y estuve a punto de vomitar sobre el monitor, no sé qué me deparara el día de hoy. Tal vez y tenga que ir a investigar el caso de Carrie— replico sarcástica. De verdad me esperaba lo peor.