nueve

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9.

querido will: lo siento.



mike wheeler
— gracias por llevarme a casa, mi amor. — alice habló desde el asiento del copiloto, sosteniendo el espejo frente suyo para retocarse el lápiz labial. — eres muy amable.

— tu casa está a dos minutos de la mía. — solté, conteniendo un resoplido sin quitar la vista del camino. — sería extraño que no quisiera hacerlo.

— lo sé, pero igual, es muy amable de tu parte llevar siempre a tu novia de regres- — continuó, quedándose a mitad de la oración, y mirándome detener el auto. — mi casa es la siguiente, mike. ¿porqué te detienes?

— ¿no es tu papá el que está allá afuera? — asintió con la cabeza. — ¿y tú crees que sea la mejor de las ideas dejarte justo cuando él está ahí, de pie?

— ¿y por qué sería mala idea? — sonrió, volviéndose hacia mí.

— no lo sé, podría hacer preguntas.

— mi papá sabe que estamos saliendo, tonto. — rio, negando con la cabeza. — creo que era estúpido ocultárselo después de todo, ¿no?

tragué con fuerza, aumentando mi agarre en el volante.

— joder, ese es justo el problema, alice. — bufé, frunciendo el ceño. — t-tú, yo, tú y yo, nosotros no estamos salien-

— como sea. — sonrió nuevamente, rodando los ojos. — ya conocerás a mis padres después. ambos dicen que se mueren de ganas por conocerte. — habló, inclinándose hacia mi para besar mi mejilla, y abriendo la puerta para salir del auto. — nos vemos después.

pude sentir el nudo en mi garganta dejándome sin aire, y pisé el acelerador con fuerza, mirando la figura de alice alejándose a través del retrovisor, pasándome la mano por la mejilla al notar la marca color rosa del lápiz labial.

— maldita sea — pensé en voz alta, negando con la cabeza, y sintiendo mi estómago revolverse ante la idea.

•••

— ¿y qué pasó después? — lucas preguntó, mirándome limpiar el mostrador, y haciendo sonar su voz por encima del ruido del arcade.

apenas eran las once, cuando el arcade ya se había llenado por completo. los sonidos de las máquinas de juegos y los constantes gritos no hacían más que confirmarlo.

querido will ; byler (pausa indeterminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora