Como conseguir a un hombre lobo como el padre de mis hijos.

Capítulo 2

Stiles se sintió traicionado. Estuvo corriendo por quien sabe cuanto tiempo pensando que detrás suyo venía un asesino despiadado, sólo para enterarse que no había ningún asesino si no un grupo de lobos que habían decidido unirse a su grupo para hacer algo de ejercicio. No importaba que no lo hubieran hecho a propósito, si él consideraba que darle un susto de muerte en el bosque era como una traición, entonces así sería.

En todo caso, cuando se enteró de la verdad decidió que el momento para de hacer ejercicio había terminado y que volvería a casa para darse una muy merecida ducha y descansar.

-¿Quieres que te alcancemos a casa?-preguntó Scott

Stiles lo miro fijo por un segundo, si este chico que tenía adelante no hubiera querido seguir adelante y no lo hubiera dejado sólo tampoco, entonces no hubiera tenido que pasar por todo esto. Por un lado él mismo tenía parte de la responsabilidad por permitirles irse pero de todas formas culparia a Scott, si no fuera por esa resistencia lobuna nada hubiera pasado y él tendría su dignidad intacta.

Incluso si se vengara de Scott por esto debería estar bien.

-no es necesario volveré por mi cuenta, el Jeep esta estacionado no muy lejos de aqui-dijo sonriendo mientras se alejaba del grupo

Saludo al resto del grupo antes de darse la vuelta de camino a su coche, en el camino idearia una forma de devolverles el favor. Tal vez no hoy mismo pero muy pronto.

-uno más, uno mas-tarareó, agregando mentalmente otro nombre más a la lista de asuntos pendientes

***

Stiles bajó de la escalera luego de haber tomado una ducha, tenía el cabello despeinado y ligeramente húmedo pero no le importó demasiado. Estaba en su casa y no debería recibir visitas por lo que el estado de su cabello podía importarle poco en este momento.

Ahora lo más importante era que iba a prepararse para comer, el ejercicio lo había cansado pero al mismo tiempo le había dado hambre. Revisó el refrigerador buscando el pollo y algunos otros ingredientes cuando notó algo que no debería estar allí. Debía aclarar que cuando volvió en sí una de las primeras cosas que hizo después de que regresó a su casa fue deshacerse de toda la comida chatarra o poco saludable que estuviera al alcance de su padre. El hombre se quejó durante mucho tiempo e incluso intento salvar algunas cosas pero él terminó tirando todas esas cosas de todas formas, su padre no pudo obtener ni siquiera una dona. Su casa se había vuelto una zona de comida saludable por lo que no entendía cómo se había colado ese trozo de pastel de chocolate en su refrigerador.

Si fuera su padre entonces no debería haber dejado las las evidencias del delito donde pudiera encontrarlas, sabía que si él encontraba ese trozo de pastel sin duda iba a regañarlo por esa transgresión. Usualmente buscaría la manera de comer las cosas que no deberia a escondidas suyas de las que luego iba a enterarse de todas formas pero no era este el caso. Entonces, si él mismo sabía que no lo había dejado allí, ¿Quién más pudo haberlo hecho?.

Bueno, de todas maneras ese pastel estaba ahora en su casa, en su refrigerador, por lo que ahora era de su propiedad y se lo comería cuando terminara de comer lo que va a cocinar. Esta sería su recompensa por todo el duro trabajo del día de hoy, mañana seguiría con la dieta como había planeado desde un principio. Además no era un trozo grande podía permitírselo.

Por eso cuando su padre llegó a casa después del trabajo y lo vio sentado en el sofá mientras veía la televisión y comía el pastel de chocolate no sintió culpa.

-pensé que estarías a dieta hasta que bajaras unos kilos mas-dijo perplejo con la mirada sobre el plato en las manos de su hijo

-lo estoy-asintió con la cabeza de acuerdo mientras le daba otro bocado al pastel

-entonces porque estas comiéndote eso-señaló

-porque era un desperdicio tirar algo tan sabroso y no podía dejar que tú te lo comieras-aseguró de manera firme

-has tirado todas las cosas buenas que había en esta casa, como podría comer un trozo de pastel aqui-se quejó lamentado la perdida

-en primer lugar sólo tire las cosas poco saludables, lo que quedó son todas cosas buenas para tu salud. En segundo lugar, con "comer un trozo de pastel aquí" quieres decir que ¿estas comiendo estas cosas en algún otro lugar?-preguntó con los ojos entrecerrados

-como podria siquiera intentarlo. Pareciera que tienes ojos en todos lados y ni siquiera la vendedora quiere venderme un poco

-entonces si estas comprando estas cosas fuera de casa-acusó

-ya te dije que no es asi-aclaró rápidamente-que sepa que nadie esté dispuesto a venderme no significa que yo vaya por ahí buscando comprar. Es sólo una forma de decir, no tienes que tomártelo tan enserio.

-esta bien, lo creeré por ahora

-de todas maneras, si ya no vas a dejarme comer ni siquiera un trozo de pastel ¿podrías al menos no dejar que yo lo vea?

-muy bien-estuvo de acuerdo-la próxima no lo volveré a hacer, mantendré estas cosas fuera del alcance de tu vista

-gracias hijo-contestó no muy animado

-de nada

-¿Que hay preparado para comer?-preguntó entrando en la cocina

-pechugas de pollo y ensalada de hojas verdes y queso-contestó mientras volvía la mirada a la pantalla al mismo tiempo que escuchaba a su padre volver a quejarse diciendo lo mucho que quería comer carne de verdad-eso es carne, carne de pollo pero carne al fin y al cabo

-esto no puede ser llamado carne, la verdadera carne debe ser roja y estar sobre una parrilla asandose sobre el fuego-respondió

-pero ahora sólo puedes comer pechuga de pollo como carne. Esa carne asada cubierta de grasa no va a aparecer delante de ti

-desearía que si pudiera-confesó pero de todos modos se sirvió un plato de pechuga y ensalada recordando esos tiempos en los que podía comer sin restricciones.

Eran buenos tiempos sin duda.