Institutriz

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En un sueño profundo se sentía ella, cada vez mas, pero mas, pesado se sentía su cuerpo, imágenes de lo ocurrido paseaban por su mente, un día muy agitado, para alguien tan joven, tantas emociones.

Traición, decepción, dolor, humillación, vergüenza, todos esos sentimientos, que se iban esparciendo por sus venas, como un veneno. Cual es la razón de tal abismo en el cual se sentía hundida, se pregunto Lilianna mientras poco a poco, recobraba la conciencia, que hizo ella mal, quería saber.

Nada tenia sentido, pero menos tenia sentido lo que pasaba en ese momento, a poco tiempo de volver a la realidad, Lilianna escucha voces a su alrededor, pero por miedo, no abre los ojos.

Pensaba que eran las directoras, que se enteraron de todo lo que paso en los pasillos, la castigarían, tal vez expulsarían, por las palabras con las cual su exmejor amiga la acuso.

Pero no son ellas, no se escucha una voz para nada femenina, sino un hombre, le pareció extraño, luego de solo escuchar balbuceos, dado que aun no asociaba del todo bien, no pudo saber que decían con exactitud.

Solo pudo sentir como de su cabello, tomaban un mechón, que era levantado con total delicadeza, una que le generaba un corriente por su cuerpo, de esas que sientes cuando rozas por descuido, un cable con corriente, por ende decide que ya es momento de despertar.

Al abrir los ojos, una imagen que le da puntadas en su cabeza, la hace respirar errática, su profesor, ese quien estuvo con su amiga, aquel que la incomodo en el comedor, el mismo que desde el primer día de clases no ha dejado de verla, porque claro esta, ella lo pillo varias veces, mientras el la observaba.

Ese mismo ser, juega con su cabello, con una sonrisa llena de picardía. Porque aunque no lo parezca Deivid noto que si estaba despierta, y solo dejo de oler su cabello, pero no lo soltó, quería hacer evidente su acción.

- Que... .- no sabia que pregunta formular la joven, las palabras no querían salir de su boca.

Solo movía de forma graciosa la boca, tratando de decir algo, nada salia, por otro lado Deivid no podría parar de divertirse, la reacciones de ella merecían ser admiradas, y el no perdería su tiempo, disfrutaría encantando, cada segundo que tenga, el verla.

- Profesor... .- esta vez se aparto un poco de el, para así este soltara su cabello.

Debía preguntar tal vez como llego allí, quizás el por que tenia su cabello en las manos, posiblemente preguntar si el y Allison tienen una relación, o pudiera ser de preguntar donde estaba la enfermera, eran tantas cosas que quería saber, pero ni una duda salia de su boca.

-  Sufriste algo como un ataque en los pasillos, eso me dijeron algunas estudiantes, que me llamaron, corrí a los pasillos, ciertamente te tome, para traerte a la enfermería, pero dime te pasa muy seguido eso? Quisiera saber, para estar ya consciente, y saber que debo vigilar te para  que no vuleva a pasar.- con total serenidad habla Deivid, volviendo a tomar el mechón de cabello, mucho menos querer despegar sus ojos de los de Lilianna.

Proceso todo lo que le decían, nada le parece tener sentido, ella pocas veces sufría de aquellos ataques, dado que siempre paso desapercibida ante todo, no llamar la atención, era su objetivo, para así nadie fijara su existencia, y de esa forma no tener problemas con nadie.

- ¿Donde esta Claudia?.- esta vez una de sus tantas dudas salio.

Deivid se nota confundido, no sabia quien era esa tal Claudia, pensaba que era la a quien ella se refería, pero el no recuerda haber visto en el distintivo de la enfermera, el solo noto su apellido Colombo, mas la inicial de su nombre el cual era H.

- ¿ Quien es esa tal Claudia de la que hablas?.- se sintió irritado, estaba pasando algún dato mal.

No podría ser, Allison le había dicho todo sobre Lilianna, nunca menciono a una tal Claudia, dada revelación, lo pone de mal humor, siempre le gusto tener todo bajo control, la contra parte de las personas así, es que cuando algo se escapa de sus manos, o este caso alguna información, se molestan, de tal manera, que se dejan cegar por la rabia del momento.

- Mi cuidadora, todas las chicas tienen una institutriz, que se encarga de cuidarlas.- Lilianna comenta de la manera mas relajada que podía, aún si no se sentía así.

Aunque el rostro del hombre frente de ella, le dejaba claro que era algo que no sabia, por un periodo de tres segundos se sintió mal por el, puesto que pensó que las directoras, no le hablaron de eso, por el simple hecho de que ese por nada del mundo seria su trabajo.

Eso era lo que ella creía, pero la realidad, era que las únicas alumnas que estaban bajo el cargo de las institutrices, eran aquellas jóvenes problemáticas, rebeldes, o el caso de Lilianna, sufrir de alguna enfermedad.

- Dices que es ella quien cuida de ti.- fuera de la sorpresa, el comenzó a pensar.

Una información nueva, por un momento se sintió fuera de control, pero es de Deivid quien se habla, al cabo de segundos formo un nuevo plan, uno donde esa tal Claudia formara parte.

- Si, se encarga de mi, cuando paso por mis... .- duda un momento, por que contarle eso a el, piensa.

- Ataques, eso ibas a decir verdad.- con tono burlón, mira como ella duda.

No quería seguir hablando, no con el, aun creía que le arrebato a su amiga, quería odiarlo, detestarlo, tenerle rencor, al cabo de solo hablar, siente que no puede, no solo por el hecho de ella nunca sentir odio a alguien, sino que ella pensó que no valía la pena eso.

- Debería estar ella aquí, pero no lo esta, no creo que haga bien su trabajo, ¿no lo crees?.- un poco deductivo, levanto su ceja.

Ella solo asintió, dándole la razón, pues estaba claro que ella era quien debía estar allí, no era la primera vez que dejaba sola a Lilianna, en la enfermería, mas bien le dejaba su trabajo a la enfermera Helena.

No paso mucho tiempo, el comenzó a juntar todo en su mente, haciendo todo eso, vio una oportunidad, una que no pensaba dejar ir, Deivid se levanta.

- Descansa, la enfermera vendrá dentro de poco.- más que sugerencia, fue autoritario con ella.

- Pero debo decirle a Claudia que vine a la enfermería, no quiero causarle problemas.- la joven quería hacer un intento de levantarse.

Su acción es detenida por una mano, que sin poner mucha fuerza, hace que se mantenga en su lugar, ella lo ve con miedo, no quería ser un problema para nadie, sabia que si las directoras se enteraban, podría ser un problema para Claudia, aun si esta no hacia su trabajo como se debía, no quiere decir, que por eso debía ser acusada con sus jefas.

- No te preocupes, me encargare de todo, tu solo descansa.- su mano se posa en la cabeza de ella, acariciándola para tranquilizarla.

- Gracias profesor, por traerme.- sus palabras son sinceras, agradece que la ayudara, son gestos que pocas veces recibía.

Las únicas personas que le han brindado ayuda a la joven son pocas, algo que Deivid sabia, gracias a su amante, el ayudarla le da ventaja de acercarse a ella, y con esto del tema de las institutrices, le cayo como anillo al dedo.

- No me agradezca Lilianna, yo lo ti lo haría todo.- con eso dicho, se marcha.

Para de esa forma ir por esa oportunidad, que se le ha dado, la cual no piensa dejar escapar por nada del mundo, dado que le sera de mucha ayuda, para poder tener lo que desea, o este caso seria a quien desea el tener entre sus brazos.

Lilianna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora