El Bosque de los Secretos

introducción

El Bosque de los Secretos

(Jane)

Niebla...

Corro desesperada a través del bosque, intentado abrir paso entre la espesa niebla para no tropezar
con alguna rama o piedra que se encontrase en el camino

Oscuridad...

La sofocante oscuridad solo aumentaba mi miedo a cada paso rápido que daba

Frío...

La temporada de invierno ya había terminado, pero el frío y la niebla aún continuaban divisándose
entre los árboles, dándoles un aspecto aterrador.

Dejé escapar un pequeño aullido de terror cuando escuché esa dulce melodía no muy lejos de mí, esa
melodía que alguna vez llegó a gustarme... Ahora es parte de mis pesadillas

Intenté con todas mis fuerzas mantener el ritmo rápido que tenía, pero el cansancio empezó a hacerse
notar, bajé mi velocidad sin poder hacer más, el miedo y pánico que sentía en estos momentos
empezaron a incrementar más a medida que mis pasos se volvían más cortos y lentos

-- ¿Qué pasa Jane?, ¿Ya te cansaste? - Me paralicé al escuchar la voz justo detrás de mí, Volteé hacía atrás
intentando ver entre la espesa niebla y oscuridad, pero terminé tropezando con la raíz de un árbol, cayendo
estrepitosamente al suelo

-- Dulce Jane, me sorprende lo rápido que corriste, ¿no has pensado en practicar algún deporte?
- La burla en su tono era evidente, se reveló ante mí, sus ojos estaban escondidos aún en la
oscuridad, pero aún podía ver su sonrisa torcida.

-- ¡No te acerques! - Grité desesperada, levantando una mano al aire por impulso, él solo rió entre dientes,
su ronca risa podía enamorar a cualquier chica que quisiese.

-- Eres linda Jane, ¿Cómo no quieres que me acerque a ti? - Intentó acercarse y tocar mi rostro, pero vi
algo en su chaleco, mi esperanza, mi salvación.

Me acerqué a él tomando el arma de su chaleco y lo empujé lejos tirándolo al suelo

-- Se acabó - Digo su nombre y con toda la esperanza del mundo Halé del gatillo, pero no salió nada.

Soltó una gran carcajada sonora

-- Tan ingenua como siempre Jane - Se secó una lagrima falsa y la esperanza que quedaba se
acabó

-- ¡Mátame!, Mátame de una vez, por favor - Me puse de rodillas con la cabeza baja suplicando mi final

-- O no, no eh terminado contigo, Jane - Sacó un pañuelo y lo puso en mi boca y nariz cortando mi
respiración poco a poco, Intenté con todas mis fuerzas zafarme de su agarré, pero mis parpados comenzaron 
a sentirse pesados y mi vista empezó a tornarse de negro

-- Hora de dormir - Canturreó y besó mi frente antes de perder el conocimiento.

>>>

(???)

-- ¿Jane?, ¿Ya te dormiste? - Moví su rostro, y este cayó inerte a un lado

Después de dos días de pura diversión, Jane al fin se fue, al parecer no resistió todos los juegos
y se fue a dormir... ¡Para siempre!

Le sonreí al cadáver frente a mí, me erguí de nuevo, caminando hacia la pequeña mesa circular
de madera con dos sillas en ella, me senté en una de ellas, empezando a destapar los químicos
que se encontraban ahí.

La iba a dejar en el bosque, ese bosque que ocultaba todas las atrocidades que mi padre alguna vez
cometió, el bosque en el que a todos les gustaba estar en primavera, el bosque con los secretos más
oscuro que alguien se podrían imaginar.

Papá...

Todo lo que hago y haré, es por ti.

Falta un día, solo un día, para empezar a ejecutar mi plan. Es solo cuestión de tiempo que caigas
en mis redes Maldito colibrí